miércoles, 19 de septiembre de 2012

Ratoncilla,te pillé!!! (FanFic de Noah & Nanna)





NANNA:
No paro de dar vueltas de un lado para el otro en mi cuarto; retuerzo mis manos, me peino el pelo con los dedos, doy saltitos por toda la estancia. Estoy histérica ¡¡histérica!! Esta semana he visto la película como veinte veces, ya hasta hago los movimientos de la chica protagonista como si fuese yo misma. Me paro de repente frente al espejo y me miro; "mírate Nanna, no eres la misma".

Solo pienso en volver a bajar al Midgard para volver a verle, pero claro sin que él me vea porque siempre comienza a jugar, parece un gato, yo un ratón y eso casi nunca suele acabar bien. Quiero saber más cosas de él, cosas suyas, íntimas; recuerdos de su infancia, anécdotas, ver fotos, ver donde vive... Agrando los ojos cuando se me pasa por la cabeza bajar un ratito, solo un ratito a su casa y... darme una vuelta.

Sonrío de oreja a oreja y decido estrenar un conjunto de ropa que estaba deseando ponerme. Siempre hay que ir mona, nunca se sabe si...

Cuando estoy lista, me asomo por la puerta y miro hacia uno y otro lado. No quiero que ninguna de mis nonnes sepa que voy a bajar, total no voy a tardar demasiado. Cojo un bolso por si acaso cojo algo prestado y salgo pitando. Dentro de unos instantes estaré en casa del lobito, sin que él lo sepa... ¡¡Quizá hasta le deje un recuerdo!!

NOAH:
Salgo de la ducha con una toalla alrededor de la cintura, el agua que escurre de mi pelo se me está metiendo por los ojos y me molesta. Hace tiempo que no me rapo el pelo y ahora lo llevo de punta, por cambiar un poco. Me lo seco con una toalla y retuerzo las puntas para que dure el peinado, sonrío de medio lado mirándome al espejo.

- Estás muy guapo tigretón... Grrrr, eres una fantasía sexual andante... –

Levanto los pulgares y señalo con los dedos índices el espejo, formo un beso con los labios y se lo tiro a mi reflejo con chulería. Ya me vale, menos mal que no me ve nadie... Hoy estoy muy contento, no sé muy bien por qué pero me he levantado con alegría. Voy a recoger a los enanos y después ya veré qué planes se me ocurren, por ahora a vestirme.
 
- ¡A por los pequeños terroristas!- -

Me pongo las gafas de sol y cojo las llaves del Hummer, salgo de casa tarareando la canción 'Smells like teen spirit' de Nirvana y me pongo en marcha. Justo cuando estoy a mitad de camino me doy cuenta de algo... ¡Mierda! Aileen me pidió por favor que le llevara a la escuela el último disco de The Rasmus porque se ha aficionado mucho al grupo, y le prometí que no se me olvidaría... Freno en seco y doy media vuelta para regresar a casa a por el disco, joder que pereza... Entro por la puerta y encuadro la espalda poniendo alerta todos mis sentidos, hay alguien en casa...

- ¿Quién anda ahí? –

Entrecierro los ojos activando mi visión lobuna y pongo en funcionamiento mi excepcional sentido del olfato, si mi intuición no me falla... ¡POR LAS BARBAS DE ODÍN! Nanna está aquí, no sé exactamente en qué parte de la casa, pero está aquí. Sonrío de tal forma que mis incisivos asoman por mi boca y doy unos pasos por el recibidor, ratoncita... te pillé.

NANNA:
Nunca me imaginé que chopino viviera en una casa así; ¿para qué la quiere tan grande? La casa claro. Estoy en la planta de arriba, mirando algunas habitaciones pero en cuanto percibo el olor de un perfume de hombre, allá que voy. El ruido de los tacones se amortigua con la alfombra, aunque yo llevo mi Ipad puesto y voy bailando por el pasillo.

Abro la puerta de la habitación de Noah y le echo un vistazo, caray en esa cama se tiene que perder. Entrecierro los ojos y voy hacia una de las cómodas que hay con fotos encima. Cojo una de ellas y le veo con los hijos del Noaiti y la Sacerdotisa Ruth. Acaricio su cara con la punta de mis dedos y después la dejo en su sitio.

Veo alguna ropa tirada y un cajón medio abierto donde asoman unos... Agrando los ojos y lo abro sin ningún reparo viendo sus calzoncillos. Sonrío de oreja a oreja. Vaya, sí que son grandes las guaridas de chopino y sus huevinos. Es entonces cuando siento cómo los pelos de la nuca se me ponen de punta notando a alguien...

-¡¡¡JODER!!!-

Pego un bote que hace que el Ipad se me caiga al suelo, llevo mis manos a mi cara con el corazón a mil por hora cuando veo a Noah apoyado en el umbral de la puerta, con una ceja alzada y sus ojos recorriéndome de arriba abajo. Me quedo mirando todo su cuerpo, sus brazos musculados, su cintura de avispa, su cara... que parece la de un Dios griego. Carraspeo e intento tranquilizarme después del susto que me he llevado, recojo el mp4 y después alzo la barbilla muy digna.

-Qué... ¿qué haces aquí?-

Tiene guasa... es su casa y yo que he entrado a tomar algo prestado le pregunto que qué hace aquí. Veo que él entra y cierra la puerta con cuidado, yo recojo mis manos en mi regazo como una niña después de meterme el Ipad en el bolsillo trasero y ya de paso los boxer, que espero que no los haya... visto en mis manos.

NOAH:
Si ahora mismo me pinchan no me sacan sangre... Nanna merodeando por mi casa, y encima la descubro hurgando en el cajón de los calzoncillos. ¡Esta mujer quiere volverme loco! Nuestro último encuentro fue muy especial, le confesé que estaría dispuesto a hacer cualquier cosa por ella porque me importa de verdad... Y a pesar de sus dudas, creo que me gané su corazón porque ella también siente cosas bonitas por mí.
Carraspeo y le echo un buen vistazo, que me aspen... ¡ESTÁ ESPECTACULAR! Ese conjunto que lleva es puro pecado, joder... se lo arrancaría a mordiscos.

- Perdona ratoncita, pero... vivo aquí. ¿Qué haces tú aquí? ¿Has venido a... espiarme? No... a espiarme no, porque has entrado cuando yo ya no estaba. ¡Has venido a robarme calzoncillos! Te has escondido uno de color burdeos, mi favorito. –

Me quito las gafas de sol y doy unos pasos hacia ella, Nanna recula y se arrincona ella sola en la pared donde ya no tiene escapatoria. Río roncamente y me detengo a un centímetro de ella, robándole su espacio vital y compartiendo el oxígeno de este cuarto.

- Si querías coleccionar ropita de chopino no tenías más que decírmelo... No te lo iba a negar preciosa, creo que ya sabes que todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo... es mío. –

Apoyo una mano en la pared encarcelándola con mi brazo y con la otra mano busco el escondite de mi bóxer, tanteo su espalda sin llegar a tocarla y llego hasta su trasero. Cojo el calzoncillo y se lo acerco a la cara, si lo olisquea juro que la tomo aquí mismo sin importarme las consecuencias. Arrimo mi boca a su oído y comienzo a susurrarle con voz áspera.

- Eres una chica muy mala... Una pequeña ladronzuela... –

NANNA:
-No... No te confundas.-

Digo con la voz entrecortada notando cómo contengo la respiración ante su cercanía. Escucho una risa ronca por su parte en mi oído, voy a ir a apoyar mis manos en su pecho para apartarle pero me lo pienso mejor. Estoy nerviosa simplemente porque me ha pillado con las manos en la masa, nada más; si se piensa que me voy a amedrentar ante él lo lleva claro.

-No quiero coleccionar nada. Me mandaron... aquí para una... misión secreta.-

¿Pero porqué tengo esa manía de soltar lo primero que se me ocurre? Veo que él sonríe de medio lado. Está muy cerca, demasiado. Mis dedos cosquillean por querer tocarle, por pasar por su cuerpo totalmente perfecto y... marcarle como mío. Le miro a los ojos, tan verdes que... casi me puedo ver reflejada en ellos; alzo la barbilla altivamente y le fulmino con la mirada cuando él me pregunta susurrando que qué misión es esa en la que se incluyen sus calzoncillos.

-No te incumbe. Apártate berserker, tengo... tengo que irme.-

Le toco con un dedo en el hombro haciendo que salte una pequeña chispita, él sisea pero no se aparta. Me mira como entrando en mi alma y me dice que esta vez no voy a escapar tan fácilmente. "Si yo no quiero escapar, es que no debería estar aquí. Como se enteren allí arriba...". Me cruzo de brazos haciendo que mis pechos se realcen, su mirada caiga en ellos y yo me sienta sexy; se dibuja una sonrisita en mi cara al ver sus ojos hambrientos.

-¿Escapar? No te tengo miedo. Y devuélveme los calzoncillos, son para la misión secreta.-

Tan chula como siempre Nanna...

NOAH:
Me recreo contemplando su escote y me imagino una gran lista de cosas que podría hacer con sus pechos... Acariciarlos, estrujarlos, mordisquearlos, chuparlos hasta ponerlos bien rojos... y una cosa que es demasiado erótica para este momento incluso para mi imaginación salida. Con ella tengo que evitar el hecho de que mi mente sea una película porno duradera, porque si no lo evito Chopino se va a pasar contento todo el santo día.

- Claro, claro... Que yo no me chupo el dedo Chopina, no me imagino a Freyja diciéndote... -

Me aclaro la garganta para imitar a Freyja con voz en falsete.

- Querida Nanna, tienes que cumplir una misión muy importante para el Asgard... Baja al Midgard y consígueme un calzoncillo talla XL para ponérmelo en la cabeza cuando juegue con Odín a las peleas con espadas láser. -

Nanna me mira sin pestañear y me fijo en que está sufriendo un ligero temblor en los labios, de repente estalla en carcajadas supongo que imaginándose a su Diosa con esa voz diciendo lo que yo he dicho. Tiro los calzoncillos a la cama y chasqueo la lengua.

- Te estás volviendo una pequeña mentirosa Nanna Nannita... Aguarda un segundo. -

Cojo el móvil del bolsillo de mi pantalón sin apartar el otro brazo de su lado, ella me mira con una ceja levantada intentando contener lo que le queda de risa. Le mando un sms a Adam poniéndole que me es imposible ir a recoger a los críos. Sonrío y guardo el teléfono, es que sencillamente no puedo desaprovechar que Nanna esté en mi casa todita para mí.

- Bueno, si quieres más calzoncillos so... -

No me da tiempo a decir nada más porque ella se escurre hacia abajo y sale por debajo de mi brazo sin tocarme lo más mínimo, hasta echo de menos sus chispazos. Suspiro y me doy la vuelta cruzando los brazos por delante del pecho.

- Si queremos que esto funcione tenemos que dejar claro algunos aspectos pequeña... Primer aspecto, no te vas a ir hasta que yo te diga porque este es mi territorio y te has metido en la boca del lobo. -

Me acerco en un segundo a la puerta y cierro con llave para que no se escape.

- Y segundo aspecto... Cuanto más te escapas de mí, más cachondo me pongo... Y visto que estás encerrada en mi cuarto, eso puede resultar muy peligroso... -

Ella permanece frente a mi estantería dándome la espalda, me relamo los labios y me acerco sigilosamente a ella deteniéndome hasta casi tocarla. Pero el bulto de mi erección en tan pronunciado que roza levemente su trasero cubierto por esa falda tan guerrera que lleva.

- ¿Qué haces ratoncita? -

Ella dice que está echándole un vistazo al kamasutra... Ay que mona, el kamasutra dice................ ¡UN MOMENTO! Trago saliva, ¡ha pillado mi kamasutra para expertos!

NANNA:
En cuanto le he dicho lo que estaba mirando, noto cómo se ha tensado detrás de mí; sonrío de lado y cojo el libro entre mis manos, pero Noah hace por quitármelo. Me remuevo como una serpiente y le miro con las cejas alzadas y escondiendo una sonrisa.

-¿Qué pasa perrucho? ¿Te da vergüenza que vea esto?-

Bueno la portada ya es sugerente... Había oído hablar de este libro a mis nonnes, aquellas que tenían su guerrero. Y muchas veces me lo pedían para subirlo, aunque ellos decían que no hacían falta, que eran diccionarios de por sí. Hombres...
Pero ahora al ver que Noah tiene uno, me pica muchísimo la curiosidad... y como me encanta jugar, ha llegado la hora. Me lamo los labios y abro el libro, que es ilustrado con imágenes.

-Mmmm...  Postura de "El sometido". "Furor salvaje".-

Agrando los ojos al ver las imágenes y noto cómo mi boca se queda seca y en mi entrepierna hay fuegos artificiales. Miro a Noah con una ceja levantada; ¿qué hace él con esto? ¿Es que acaso con cada medusa que se trae hace una posturita nueva? En cuanto se me pasa por la cabeza me acerco a él, que está un poco atontado.

-¿Cuál es tu postura favorita?-

Le digo con tono sensual empezando a rodearle y a dar vueltas a su alrededor muy,  muy cerca. Vuelvo a quedar frente a él, Noah aún no me ha contestado y se me cruza el cable pensando que tendrá alguna favorita y que la habrá probado mil millones de veces con otra. Miro su miembro que está muy contento dentro de sus pantalones y le pego una pequeña chispita haciendo que él gruña.

-Cuando una valkiria te habla es para que respondas, maleducado.-

Noto cómo mi enfado se mezcla con la excitación de imaginarnos a los dos haciendo estas... posturitas con nombres tan raros. Justo cuando Noah se acerca de nuevo a mí por detrás y va a decirme algo veo algo que tiene escondido detrás de los libros. Un DVD del Kamasutra, ¿pero es que éste hombre solo piensa en sexo? Le miro con el DVD en la mano.

-Creo que es más peligroso tener a una valkiria encerrada, en tu cuarto, cabreada y con un DVD del Kamasufra en la mano.-

Él está como tenso, pero aún así va y me corrige diciéndome que es "Kamasutra" no Kamasufra, que haces de todo menos sufrir con esas posturitas.

-Quiero verlo.-

NOAH:
Esto ya se está tiñendo de rojo... Rojo deseo, rojo excitación, rojo pasión. Estoy tenso porque jamás me imaginé que podría llegar a esta situación con Nanna, al menos tan pronto. Pensé que siempre tendría yo la sartén por el mango, pero ahora que la tengo en mi cuarto deseosa de hablar conmigo de sexo... estoy hasta nervioso. No sé cómo explicarlo, es como si fuera un adolescente inexperto descubriendo la sexualidad con la chica que le gusta. Y para colmo es ella la que tiene el poder en todo momento, a pesar de estar frente a un hombre-lobo con una erección de caballo. Solo ella es capaz de descontrolarme y controlarme al mismo tiempo, solo ella es capaz de volverme loco.

- Bien, primero... Mis posturas favoritas son "La Medusa", "La Fusión" y la que has visto antes... "Furor salvaje", esa es alucinante ratoncita... Explosiva, muy explosiva. -

Me armo de valor y doy un paso hacia ella acercándome todo lo que me permite, huelo su excitación y siento que voy a romper el pantalón en cualquier momento.

- Y segundo... ¿Estás completamente segura de querer ver el DVD del Kamasutra? -

Ella asiente varias veces muy ilusionada, dice que tiene mucha curiosidad de verlo conmigo y que ya que encima la tengo secuestrada... pues algo tendremos que hacer.

- Te aviso Nanna, este DVD no está hecho para valkirias virginales e inocentes como tú ratoncita mía. -

Ella se cruza de brazos y frunce el ceño, me habla de una tal Ethernet y refunfuña porque no confío en su potencial como mujer.

- No me malinterpretes nena, eres toda una mujer y de eso no cabe duda... -

Le echo un buen vistazo y me paso la lengua por los caninos orgulloso de contemplar a una hembra como Nanna, toda mía.

- Pero ten por seguro que cuando empecemos a verla, no habrá vuelta atrás... Y son videos tan explícitos que no respondo de mis actos. -

Ella traga saliva y se abraza a sí misma, lo que daría yo por abrazarla... La miro con ojos lujuriosos y ahora soy yo el que doy vueltas alrededor de ella.

- Pero... hay una condición pequeña valkiria, solo una... Tenemos que ver el DVD... sin ropa. -

Me detengo en frente de ella y espero impaciente su reacción, ni corto ni perezoso me acomodo la erección delante de Nanna... Al fin y al cabo con mi valkiria no tengo por qué sentir pudor.

NANNA:
Me quedo con la boca entreabierta mirando sin ningún reparo cómo su miembro toma una postura mucho más relajada dentro de su pantalón. Ladeo la cabeza y me imagino cómo se sentirá esa anaconda dentro de mi...

Escucho una risita por su parte, le miro y le veo cruzado de brazos marcando bíceps y sonriendo de forma lobuna. Me aparto el pelo de manera muy pija y me acerco a él dando pequeños pasos, haciendo repiquetear mis tacones en el suelo. Veo cómo infla el pecho y yo me quedo a escasos centímetros de chopino.

-Ten cuidado berseker... las condiciones se pueden volver en tu contra.-

Mi voz sale completamente ronca, seductora y ya que no puedo yo tocarle, paso una de las esquinas del DVD por su pecho y voy deslizándola poco a poco por él hasta llegar a su paquete. Me muerdo el labio y pongo mi boca en su oído, susurrando...

-Mmmmm... Mi condición entonces es que te desnudes tú primero. Debes liberar a tu amigo mudito porque se quiere unir a la fiesta y está más que invitado.-

Comienzo a mover la esquina del DVD alrededor de su entrepierna, en círculos hasta que le doy un pequeño golpe en todo su miembro. Me alejo y voy andando hasta el mueble donde está la pantalla plana y el DVD. Decido provocarle un poquito más y haciendo como que no sé cómo funciona , bueno más bien no lo sé, ejem , me agacho poniendo mi culo en pompa y siendo consciente de que al ser la falda tan corta... dejo entrever...

-¿Me puedes ayudar? No sé cómo... ¡¡¡OH!!!-

Suelto un pequeño grito al notar su presencia posesiva detrás mía. Agrando los ojos cuando veo cómo sus ojos están completamente rojos; respiro hondo y me incorporo rápido. Le miro inocentemente y le señalo el aparato, pero me gruñe que primero debemos estar desnudos.

-Pues no empezaste. Tú una prenda y yo otra. Aquí jugamos los dos, no sólo tú.-

Le miro de arriba abajo y me cruzo de brazos esperando un movimiento por su parte. Estamos muy, muy cerca y el muy... maldito se quita las zapatillas. Alzo una ceja con cara de pocos amigos. ¡¡¡¡Eso no vale!!!! Me dice que es una prenda como otra cualquiera y que es mi turno. Yo no pienso quitarme mis tacones, sé que les pone muy calientes las mujeres desnudas y con solo los zapatos. Así que me quito la blusa negra muy, muy despacio quedándome con el sujetador y la falda. Le miro.

-Mis tetas no hablan. Mi boca sí.-

NOAH:
Me dan ganas de relinchar como un semental, sus pechos ocultos tras el sostén semi transparente son mucho más suculentos de lo que ya de por sí me imaginaba.

- Tus tetas están pidiendo a gritos que chopino juegue con ellas, pero son demasiado tímidas... Ya les quitaré yo la timidez. En fin, me toca. –

Llevo las manos a la espalda y me saco la camiseta de tirantes mostrándole mi torso desnudo y sudoroso por el calor que emana mi cuerpo cuando Nanna está cerca. Ella me mira con curiosidad y sus orejitas danzan por la expectación del momento, definitivamente Nanna es entrañable.

- Estoy por apostar que arriba me has visto un centenar de veces desnudo... ¿O me equivoco? -

Nanna se sonroja y niega con la cabeza, sea verdad o no está a punto de verme desnudo y eso nadie lo va a cambiar.

- Te toca preciosa. -

Ella va bajando lentamente las manos por su cuerpo y deja resbalar la falda por sus piernas con unos movimientos muy bien estudiados, sugerentes y demasiado sensuales para mi poca cordura. La observo con una mirada casi incendiaria, me muerdo el labio inferior imaginándome las miles de cosas que podría hacer con el hermoso cuerpo de Nanna. Me aprendo de memoria su vientre plano, sus pequeños abdominales femeninos, los huesitos marcados de sus caderas, su preciado pubis a penas cubierto por una braguita negra... y por Odín, su feminidad que está a punto de mostrarme. Ese rincón de su cuerpo que ningún hombre ha visto, que solo me pertenece a mí y que algún día conquistaré.

Trago saliva y un casi imperceptible gruñido se escapa de mi garganta, me acerco un poco más a ella sin dejar de mirarla como si quisiera devorarla aquí mismo. Me desabrocho los botones del pantalón y lo dejo caer por mis piernas deshaciéndome de él con los pies. Mi erección es tan evidente y pronunciada que el bulto del bóxer color azul marino está a punto de reventar, mi envergadura se pone cada vez más dura y lucha por buscar algún hueco por el que salir. Incluso saca un poco la cabeza por la cinturilla del calzoncillo, Nanna mira mi húmedo glande sin pestañear siquiera.

- Tu turno... -

Mi volumen de voz baja una octava y es casi un rugido, Nanna no tiene más prendas salvo los zapatos y no tiene más escapatoria que dejar al descubierto o sus deliciosos pechos o su inexplorado centro.

NANNA:
Todo a mi alrededor desaparece: la habitación, el mundo, el ruido amortiguado de la calle... Solo existimos Noah, la cabeza de su tremenda... erección y yo. Noto mi boca completamente seca, mi garganta muda y solo me sale un pequeño rugidito cuando le escucho que es mi turno. Por Freyja... en qué me he metido yo solita... ¡¡Bocazas, bocazas y mil veces bocazas!! Alzo mis ojos hacia él, le veo que está completamente tenso, lo noto en los músculos de sus hombros.

Me paso la lengua por los labios atrayendo su mirada hacia ellos y pienso en algo para seguir con este juego. Aunque... muy dentro de mí esa maldita vocecita me advierte de que si juego con fuego... me quemaré. Y a él le chamuscaré. Pero deseaba tanto tenerle cerca, así por mí y no por ninguna de esas mujeres de la vida alegre.

-Quiero oírte rugir como el lobo que eres... -

Le susurro dándome la vuelta para quedar de espaldas a él. Puedo notar sus ojos completamente rojos fijos en mi trasero semidesnudo, solo "tapado" por el tanga negro. Llevo mis manos al broche del sujetador y lo desabrocho con tremenda lentitud. Noto cómo el roce de la tela me molesta, tengo los pezones completamente erectos, la piel de gallina... hasta que libero mis pechos. Ladeo la cabeza mirando por encima de mi hombro para decirle.

-Tengo una pequeña duda...-

Cojo de nuevo el libro y el DVD y me tapo con ellos los pechos aposta. Me doy la vuelta y veo cómo él tensa la mandíbula y me dice roncamente que baje las manos. Chasqueo la lengua y comienzo a dar una vuelta alrededor suya mientras le susurro...

-Solo quiero que me respondas a algo.-

Me quedo a su espalda y retirando mis manos junto mis pechos a su espalda, notando cómo la electricidad fluye entre nosotros. Mi respiración se vuelve agitada por la frustración, mis orejas no paran quietas por la rabia. Pero pienso disfrutar esto aunque después reciba cualquier castigo.

Me acerco aún más a él hasta quedar mis labios a pocos milímetros de su oreja. Noah ladea despacio su cabeza; me encantaría pasar mis manos por su ancha espalda, abrazarle, por detrás, por delante. Darle todo lo que él pide en una mujer. Aliviarle...

-Si pudieras tenerme... ¿qué me harías, Noah Thöryn?-

Vuelvo a quedar frente a él, esta vez tirando el DVD y el libro a la cama y quedando con mis pechos descubiertos, con mi tanga negro bastante mojado... y mis tacones, que nunca falten.
  
NOAH:
Dejo escapar un rugido animal al ver por primera vez sus pechos, son absolutamente perfectos y me voy a volver loco si no logro probarlos pronto. Sin duda este suceso va a ocupar una de las páginas más importantes de mi diario, ya no sé si estoy soñando o definitivamente esto se trata de la dulce realidad.

- Por la poya de Odín... Nanna. -

La miro sin parpadear, no quiero perder ni un segundo de visión de su precioso cuerpo. Nanna es todo sensualidad, todo belleza, todo inocencia... No me puedo creer que la tenga semidesnuda ante mí. Me relamo los caninos y doy un paso hacia ella, si me acerco más ya la tocaría así que he de ser precavido. Levanto una mano y la sitúo justo en frente de uno de sus pechos, abro la palma y percibo la calidez de su piel incluso aunque no la toque. Acerco un dedito y palpo superficialmente su pezón con la yema del dedo, lo aparto al instante por la corriente eléctrica que transmite pero me ha dado tiempo a acariciar su dureza.

- Eres lo más hermoso que he visto en toda mi vida... –

Trago saliva y cuelo los pulgares dentro de los bóxer, tiro hacia abajo y los dejo caer por mis piernas hasta que me deshago de ellos. Mi miembro al fin liberado sale disparado apuntando hacia ella y Nanna se queda mirando fijamente la perla de deseo que emana del glande hinchado. Abre la boca para intentar decir algo pero enmudece, se ha quedado sin aliento.

- Por los Dioses Nanna... Dime que es el primero que ves en toda tu vida, aunque sea mentira... Dímelo. -

Ella respondo un sedoso 'sí' sin apartar la mirada de mi verga. Acerca sus manos temblorosas al tanga y desliza los dedos por las finas tiras alargando el momento de quitárselo. Encima la condenada no se despoja de los tacones, me está dejando sin respiración.

- ¿De verdad quieres saber lo que te haría Nanna? Bien, atenta... –

Me aclaro la garganta para comenzar a explicarle y mientras tanto llevo una de las manos hasta mi miembro y comienzo a masajear la largura de abajo arriba y viceversa, miro a Nanna con una mezcla entre ternura y lujuria que está provocando que se estremezca.

- Te haría mía de todas las formas posibles nena... Te haría sudar, gritar, temblar... Me haría dueño de tu aliento, de tus gemidos, de tu cuerpo, de tu placer... –

La voz se me entrecorta a medida que aumento la intensidad de los movimientos de mi mano, la poya me palpita y se está humedeciendo cada vez más.

- Y por supuesto, tú serías dueña de mí... Te haría cosas prohibidas en algunos países, desataría la furia animal que hay en ti y te suplicaría que me montaras para toda la eternidad Nanna. –

Mi valkiria jadea tan solo con ver como me la sacudo por y para ella, justamente comienza a bajarse el tanga cuando me derramo en la mano sin poder resistir más el éxtasis. Mi miembro ha crecido y brilla salpicado por la crema que le pertenece a Nanna, ella se deshace de la ropa interior y me muestra su atractivo centro. Joder... es precioso, su pubis está recortado de manera juguetona y sus labios vaginales están hinchados reclamando locamente mis caricias. De alguna forma tengo que complacerla... algo se me tiene que ocurrir...

- ¿Ves esto nena? –

Le muestro mi mano cubierta por el semen que anhela depositarse dentro de ella.

- Esto también es tuyo, me derrito por ti Nanna. -

Mi ratoncita mira la mano atentamente, por como mueve las orejas percibo que se le ha encendido la bombilla. Ya me la tengo muy estudiada... Abre la boca y se acerca a la mano, ni corta ni perezosa se mete los dedos en la boca como aquella vez en el Tótem y me los chupa pecaminosamente saboreando mi esencia viril con gusto. Esta vez no intenta recuperar un pendiente, me está llevando al Asgard de cabeza por como chupa con los labios y por como mueve la lengua entre mis dedos sin desperdiciar ni una sola gota. Cierro los ojos, ladeo la cabeza de un lado a otro y gruño de placer.

- Vas a enloquecerme pequeña... -

NANNA:
-Creo que es mi cometido lobito.-

Mi voz sale completamente ronca; al sacarme los dedos de la boca, veo que Noah se queda mirando mis labios y las yemas de sus dedos alternativamente. Por Freyja, saborear su... semen ha sido lo más delicioso que he probado jamás, casi me ha hecho temblar las piernas al tocarlo con la punta de mi lengua.

De pronto me mira a los ojos y yo aprovecho su atención para recorrer su cuerpo de Adonis con mi mirada. Planto mis ojos de nuevo en su miembro, totalmente... en posición de ¡¡firmes!! Alzo una mano y la coloco a escasos milímetros de su piel, justo para que note la energía eléctrica que fluye entre los dos.

-¿De verdad me harías todo eso Noah? ¿A mí? ¿A una valkiria? Porque... me gustaría decirte lo que te haría yo...-

Comienzo a mover mis dedos provocándole pequeñas sacudidas por cada trocito de piel que rozo. Noto cómo Noah se tensa ante la expectativa a que finalmente... pueda tocarle. Pero ambos sabemos que eso no pasará. Me muerdo el labio cuando bajo por sus abdominales tan definidos y sigo el recorrido de esa espesa mata de bello que baja hasta... ¡¡Aaaaiii...!! Nunca vi un chopino con la nariz tan larga...

Hago como si rodeara su erección con mis manos, y como si le acariciara, excitándole con la ráfaga de electricidad. Me acerco aún más a él y le susurro...

-Te tomaría con la boca hasta que te deshicieras en ella como has hecho ahora... y lamería hasta la última gota de tu... afrodisiaco. ¿Te gustaría?-

Escucho un jadeo por su parte que percibo como un: "sí, me gustaría". Suelto una pequeña risa y saco mi lengua como si fuera a lamer sus labios, pero solo hago el amago. Doy la vuelta a su cuerpo quedándome a su espalda, admirándola con mis ojos y queriendo estampas mis pechos en ella. "Mmmm... lo que haría yo contigo lobito...".

Dejo mis manos justo frente a su trasero, duro como una piedra o eso parece...

-Te cogería el culito con las manos mientras me haces tuya... una y otra... vez. Tuya Noah, solamente... tuya.-

Vuelvo de nuevo al frente y pongo mis manos en las caderas, en jarras viendo cómo tiene la mandíbula tensa. Y yo parezco un flan, pero quiero... quiero que disfrute de lo poco que podemos tener entre los dos. Miro hacia la cama y le hago un gesto de que me siga hasta ella.

-¿Por qué no te... sientas y disfrutas del espectáculo?-

Me giro y contoneo mi trasero hasta hincar una rodilla y después la otra en el colchón. "Uuuuh estoy en la cama de Noah. ¿Cuántas veces he soñado con esto?". Le miro por encima del hombro y le veo con la cabeza ladeada mirando mis nalgas, sonrío coqueta hasta que me tumbo como una reina en la cama y comienzo a pasar mi mano por mi abdomen, entre mis pechos, hasta llegar a mi boca.

-¿Qué te gustaría... ver?-

NOAH:
Las manos me hormiguean, reprimir por obligación un deseo es una completa tortura. Quiero tocarla, necesito tocarla... Tengo que reclamarla. Este pequeño aperitivo me está sabiendo a gloria, por mi mente pasan las imágenes de lo que ha ocurrido entre los dos como si se tratara de una película no recomendada para menores de 18 años. Me acerco con paso segura a la cama y me recuesto a su lado contemplando cada ápice de su cuerpo, es como una deliciosa chuchería que deseas saborear pero no te dejan porque tiene mucho azúcar. O es como la manzana prohibida, la manzana intocable pero profundamente tentadora. Así es Nanna.

- Creo que aún eres demasiado inexperta para saber lo que me gustaría ver de ti mi pequeña valkiria... No quiero asustarte. -

Nanna sigue acariciándose el cuerpo con la mano, se apodera de ella una gracia especial que me arrebata la cordura. Abre las piernas inocentemente y ahueca la mano sobre su centro como si quisiera taparse pero a la vez provocar los pensamientos más tórridos de la naturaleza. Me humedezco los labios con la lengua y observo con atención sus movimientos, desliza un dedo suavemente por su rajita y dice que se imagina que se lo hago yo.

- Algún día te lo haré preciosa... Y no sólo eso, te haré gritar tanto que te quedaras sin voz. ¿Qué le dirás a tus hermanitas cuando en un futuro muy cercano te vean llena de arañazos y mordiscos? Pues les dirás... Me ha mordido un lobo y me ha arañado un tigre de Bengala, pero yo me he defendido muy bien. -
 
 Me acerco a ella y ambos estallamos en carcajadas al imaginarnos la situación. De repente, mientras me pierdo en su mirada mágica, se me ocurre una idea.

- Dime Nanna... ¿Tienes muchas cosquillas? –


Ella se encoge de hombros y sonríe. Se incorpora un poco y me mira con una mueca de confusión, yo le guiño un ojo.

- Tranquila, no te asustes. -

Cojo la almohada, aprieto los dientes y la despedazo provocando que una lluvia de plumas blancas salpique la cama. Nanna suelta un gritito y dice que estoy loco mientras se reboza con las plumas.

- Un poco loco, sí... Pero por ti. -

Gruño y me hago con una pluma, la beso y se la acerco a Nanna.
 
- ¿Adivinas lo que voy a hacer? -

 NANNA:
Me quedo mirando la pluma con el ceño fruncido, boca abajo en la cama y con el culete al aire. Después miro a Noah y veo que él tiene su característica sonrisa lobuna, tumbado de lado a mi lado y recorriéndome con la mirada todo el cuerpo.

-Quizás... ¿hacerme cosquillas con la pluma?-

Suelto una risilla picarona y flexiono las piernas alzándolas hacia arriba y entrelazando mis pies a la altura de los tobillos. Alzo un poco el trasero llamando su atención y me escondo una risita cuando él me susurra con voz ronca que hará mucho más que cosquillitas.
Me muerdo el labio inferior cuando veo sus músculos estirarse, tanto en el abdomen como en los brazos. Por Freyja, este lobo es...

-Con una condición.-

Noah chasquea la lengua y se pellizca el puente de la nariz con una sonrisa que delata su pensamiento: "me imaginaba que habría condición". Me acerco despacito a él y rozo su antebrazo con la yema de mi dedo índice provocando una pequeña corriente eléctrica entre nuestras pieles. Le miro con picardía y le digo...

-Que después me dejes a mí jugar. -

Veo cómo su mirada cada vez cambia más de color; al final acaba asintiendo y me dice que no me mueva de cómo estoy ahora mismo, boca abajo y completamente desnuda excepto por mis zapatos. Suelto un pequeño suspiro cuando siento que se pone a horcajadas sobre mí, sin tocarme en ningún momento claro... y comienza a deslizar la plumita muy despacio por mi piel, haciéndome soltar un pequeño gemido al imaginarme que es él el que de verdad me toca.

-Oye... no te creas mucho lo de tigre de bengala... Mis hermanas se meten mucho contigo ¿sabes?-

Mi voz sale enronquecida y pegue un pequeño saltito que hace chocar mi culo con Noah y saltar pequeñas chispas cuando la plumita pasa entre mis nalgas.

-Juegas duro... recibirás lo mismo a cambio-.
 
NOAH:
El ardor de mi mirada y de mi sonrisa podría hacer estallar cualquier termómetro, me inclino un poco hacia delante y acerco mi boca a su nuca.

- Me gusta jugar duro... Peligro es mi segundo nombre. -

Nanna se ríe y dice que veo demasiadas películas de acción, la verdad es que le tengo que dar la razón. Continúo con mi paraíso particular y recorro su espalda con la pluma delineando las siluetas de sus vértebras, mientras tanto soplo su nuca provocando que se estremezca debajo de mí y se le erice la piel.

- Y dime pequeña... ¿Qué piensan tus hermanas de mí exactamente? -

 Acto seguido me acerco a su oreja y suspiro en ella, mi aliento calienta su piel y su graciosa orejita se remueve como si estuviera intentando jugar conmigo.

- Nanna... Eres lo más bonito que he visto en toda mi vida. Date la vuelta. –

Nanna acata la orden sin rechistar. Se da la vuelta muy despacio para que nuestros cuerpos no colisionen y yo me quedo en la misma posición, a horcajadas sobre ella, contemplando una auténtica ofrenda a los Dioses. Me relamo los labios al observar su mirada picante, está mirando mi miembro engrandecido por su presencia y se mordisquea la mejilla por dentro.

- ¿Te hace gracia esta situación? -

Ella asiente y se ríe de una manera muy contagiosa. Vuelvo al ataque con la plumita, la acerco a sus pechos y le dibujo un sujetador invisible con ella. La sensible piel de sus aureolas se atiesa y sus pezones se endurecen como si tuvieran vida propia. Me entretengo un poco más en ellos y mientras suelto unas suaves ráfagas de aire sobre ellos con la boca les hago cosquillas con la punta de la pluma. Nanna jadea y se remueve ligeramente bajo mi cuerpo excitándome más si cabe.

- Lo estás haciendo muy bien ratoncita... -

Me voy escurriendo hacia atrás hasta que me sitúo entre sus piernas de rodillas.

- Abre más las piernas nena, quiero hacerte gozar un poco. -

Las piernas de Nanna se separan y trago saliva al ver el rosado y apetitoso interior de su centro. Por Odín... es que parezco nuevo, siento unos sensacionales nervios por este momento. Rujo como un animal embravecido y me relamo los caninos, se me está haciendo la boca agua y eso es muy peligroso. Comienzo a recorrer su pubis con la pluma lentamente para intensificar las sensaciones, acaricio sus ingles y tanteo superficialmente su sexo sin dejar de mirar a Nanna con los ojos perlados de deseo. Ella se arquea gimoteando y yo sonrío orgulloso de hacerla gozar, y eso que no nos estamos tocando.

- Dime lo que sientes Nanna... -

Sigo toqueteando los pliegues de su centro con la punta de la pluma y la deslizo con mucha delicadeza por su brillante hendidura, hasta a mí se me escapa un jadeo.


NANNA:
Casi no puedo hablar... La maldita pluma con sus pelitos me está llevando a límites que nunca me imaginé que llegaría. Pero sobre todo es el saber que es Noah el que está haciéndome disfrutar así. Intento emitir un sonido que se parezca a una palabra, pero me es prácticamente imposible. Solo puedo jadear y moverme como una gata en celo.

-Escalofríos... por una vez no estoy en el Asgard, sino en las nubes... -

Me muerdo el labio inferior cuando ahora roza con la plumita una y otra vez mi botón, ese que mira tan fijamente y que como siga así se va a esconder de la vergüenza. Suelto un gemido y me llevo las manos a los pechos, estrujándolos entre mis dedos y pellizcándome los pezones perdiendo el poco autocontrol que tengo ya de por sí.

De nuevo repasa toda mi hendidura, de arriba abajo, ordenándome con esa voz enronquecida que abra más las piernas. Lo que haré será atarte a la cama y no dejarte salir nunca, pervertido. Mmmmm pero me encanta esta perversión...

-¡¡Por los malditos dioses!! Voy a...-

Grito como una loca al notar pequeños espasmos en mi cuerpo, como calambres de placer que me hacen arquear el cuerpo y removerme en la cama, agarrar las sábanas con fuerza incluso rasgándolas un poco. No puedo dejar de mirar a Noah, su mirada va de mi sexo a mis ojos y viceversa. Y yo no aguanto más y estallo en un orgasmo que me hace chillar en plena cama, habitación y que se oirá en medio mundo porque soy una escandalosa.

Me agarro fuerte a las sábanas y Noah no para de pasar la plumita cada vez más y más lento hasta que los últimos vestigios del clímax van remitiendo poco a poco. Veo cómo se relame los labios mirándome la entrepierna y susurra algo así como... "Debes saber deliciosa". Me sale una risita imaginándome su cara entre mis piernas lamiendo todo el fruto de mi placer.

-Caray... si eres capaz de hacer eso con una pluma... no me quiero imaginar lo que harás con tu... pepinillo.-

Miro su miembro inclinándome y poniéndome de rodillas en la cama. Tengo la respiración entrecortada por el goce que acabo de sentir, prácticamente ha sido mi primer orgasmo como Freyja manda, porque lo que me han hecho los patitos de goma no cuenta.

Le observo de arriba abajo, sus músculos en tensión, sus puños cerrados, mandíbula apretada... Si es que debe ser un pecado capital este lobo. Me muerdo el labio inferior y deslizo mi dedo índice por todo su pecho, rozándolo, haciendo que sienta la electricidad estática entre los dos.

-Túmbate, no hables y solo mira, disfruta y... déjate llevar solo para mí lobo. -

Noah no rechista por una vez en su vida y se va a colocar en medio de todas las plumas que antes ha desperdigado por la cama. Respiro hondo, sonrío de lado observando cómo su cuerpo responde ante mi mirada y seguro que lo hará igual ante mis caricias... No sabe lo que le espera.

NOAH:
Apoyo las manos por detrás de la cabeza y trato de relajarme para disfrutar al máximo de las travesuras que se le están pasando a Nanna por la imaginación, pero me es imposible porque sus vertiginosas curvas y su sonrisa abrasadora provocan que absolutamente todos mis músculos permanezcan en tensión sin poder evitarlo.

- Puedes ser todo lo mala que quieras nena... Ponte las botas conmigo... -

Mi miembro está tan excitado tras la liberación de antes que duele, duele mucho porque reclama unas atenciones inmediatas que sólo Nanna puede darme. Ella esboza una sonrisa genuina y se frota las manos dispuesta a pasar a la acción, mi valkiria coge la pluma y comienza a deslizar la punta con lentitud por mi cuello mientras me susurra palabras tan suaves que podrían confundirse con una caricia. Se coloca a horcajadas sobre mí con la precaución necesaria para que nuestros cuerpos no se toquen y me muestra una fantástica panorámica de su sexo abierto y sonrosado. Me relamo los labios y la miro con los ojos chispeantes como dos hogueras.

- Tengo tantas ganas de hundirme en tu interior hasta hacerte perder el sentido... Grrrrrrrrrr. -

Ella me silencia frotando la pluma en mi boca y ambos nos echamos a reír, se aclara la garganta y me obliga a callarme para que el ambiente erótico no desaparezca. Yo asiento encantado y cierro los ojos, Chopino está muy contento al sentir a Nanna tan cerca y al mínimo movimiento que yo haga con mi pelvis se estrellará contra ella ocasionando quién sabe qué. Es demasiado arriesgado pero muy excitante.

Nanna continúa dándole a la pluma su paseo particular por mi cuerpo y delinea mis músculos henchidos; los pectorales, los bíceps, los abdominales... Incluso introduce la puntita en el ombligo y no puedo evitar reprimir una carcajada por las cosquillas.

- Ya estás muy cerca de la zona X... La zona de máximo voltaje... -

En efecto, como consiga que me corra gracias a una simple pluma juro por lo más sagrado que no sé si podré controlarme para tomarla.
 

NANNA:
-¿Máximo voltaje? ¿Por qué la llamas así?-

Pregunto de manera inocente deslizándome más abajo haciendo verdaderos esfuerzos por no tocarle con mis dedos. Noah gruñe como un animal y me dice que si de verdad le estoy preguntando eso; sonrío de manera coqueta y alzo una pierna para saltarle y ponerme de rodillas a su lado. Miro su miembro henchido y preparado para la marcha, me paso la lengua por los labios y ronroneo.

-Cierra los ojos e imagínate... que esto...-

Comienzo a pasar los pelitos de la pluma por la zona de alrededor de su miembro, haciendo que Noah cierre sus manos en puños. Sigo mi recorrido por la largura de su pene, rozando la pluma levemente, provocándole pequeños espasmos. Tengo los ojos clavados en la base de su erección, hinchada y rosada; ¿cómo se sentirá el pasar mi lengua por... ahí?

-...te lo hace mi lengua.-

¡¡Upppps!! He dado en el clavo porque Noah suelta un jadeo arqueando sus caderas y buscando aún más contacto, pero voy a ir tan lenta que me va a odiar por hacerle esta tortura tan divina. Porque todo lo que le hago es divino... claro.

Empiezo a hacer circulitos alrededor de sus testículos mordiéndome el labio inferior; repaso con mis ojos su abdomen, tenso y musculado, subiendo por su pecho hasta llegar a su boca, entreabierta, con esos labios tan... ¡Aaai... qué pecado! Noah agarra con fuerza las sábanas, las va a desgarrar estoy más que segura.

-¿Te gusta? O prefieres quizás... ¿una segunda pluma?-

Suelto una risilla cuando en lugar de una cojo unas cuantas y comienzo a restregarlas por sus testículos, su miembro, sin parar. Pero no es hasta que acaricio su glande que Noah pierde el control totalmente, me dice que va a estallar, y yo no puedo más que desear que lo haga.

Cuando su orgasmo llega, gran parte de su semen cae en mis manos y yo me quedo con los ojos haciendo chiribitas mirándolo. Entreabro los labios y mirándole a los ojos, apoyo mi trasero en mis pies, de rodillas a su lado mientras Noah recupera la respiración y paso la punta de mi lengua por el dorso de mi mano, lamiendo y saboreando su semen. Cierro los ojos y gimo al tragarlo.

-Por Freyja ¡qué rico está!-

NOAH:
Definitivamente Nanna es la mujer de mi vida, conoce perfectamente mis puntos flacos para llevarme de cabeza al éxtasis más alucinante y sabe cómo provocarme hasta límites insospechados incluso sin tocarme directamente. Abro la boca para recuperar el aliento y que mi respiración vuelva a la normalidad, me incorporo un poco apoyando los codos en la cama medio desgarrada por ambos y sonrío sin perderme su mirada digna de una provocadora nata.

- Ha sido...... joder, no tengo palabras. Ahora desearía con todas mis fuerzas besarte, acariciarte, mimarte.... Es lo que me apetece tras este orgasmo tan increíble. Túmbate a mi lado Nanna. -

Ella obedece y se tumba a mi lado de costado apoyando uno de sus puños en la mejilla, se relame los últimos restos de mi semen y sonríe feliz y satisfecha de haber experimentado conmigo.

- Dime, ¿a ti te ha gustado tanto como a mí? -

Necesito saberlo, necesito escuchar de su boca que soy el único hombre capaz de llevarla hasta el límite, capaz de estremecerla como ningún otro y de satisfacerla como corresponde. Es inevitable, mi orgullo masculino necesita saberlo. Nanna me llama tonto por tener que preguntárselo y asiente, hace el amago de acercarse para darme un beso pero ambos recordamos a tiempo que no podemos.

- Algún día chiquitina.... Algún día les enseñaremos a los Dioses cómo se aman realmente un hombre y una mujer, les enseñaremos lo que somos capaces de hacer por lo que sentimos. -

Atrapo de nuevo una pluma que intentaba fugarse por el aire y acaricio su cuello con ella como si la estuviera besando suavemente por esa zona, ella encoge el hombro por las cosquillas y se acerca un poco más a mí.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? –

Ella asiente dándome permiso.

- ¿Todas las valkirias tenéis alas tatuadas en la espalda, o sólo tú? He de decir que son una preciosidad como su portadora.... Me encantan. –

NANNA:
Hago un mohín con la cara cuando habla de todas las valkirias; es imaginármelo observando a cualquier otra y le corto el chopino de raíz. Cojo otra pluma y juego con ella entre mis dedos mientras le respondo.

-Sí... las tenemos todas. Aparecen cuando tenemos un orgasmo. Así que has sido el primero que las ha podido ver. Eres un privilegiado. Te has llevado a la valkiria más inalcanzable, guapa, inteligente, sexy.-

Pero Noah casi diría que no me está escuchando, porque me está mirando de una manera extraña. Le miro fijamente y hago un gesto con la cara como incitándole a que me diga qué es lo que está pensando. Y cuando me murmura que si de verdad me "ha conseguido".
Trago saliva un poco incómoda, me ha salido como un poco de la inercia. Carraspeo y me muerdo la cara interna de la mejilla mientras sigo jugando con la plumita.

-Bueno, qué te piensas ¿que voy a mirar los calzones de cualquiera y que me vería desnuda cualquiera? ¡¡Menudo concepto tienes de mí!!-

Las valkirias somos muy orgullosas en lo que se refiere a decir nuestros sentimientos, y se ha topado con una de las que más orgullo tiene. Él sonríe de lado y nos acercamos los dos inconscientemente el uno al otro, rozando nuestras narices. Sería tan fácil inclinarme un poco y be... electrocutarle.

Resoplo frustrada y ahora es Noah el que me pregunta que qué ocurre.

- Pues que te quiero comer los morros y si lo hago tu vida peligra, pequeño saltamontes. No quiero pasarme toda la vida con plumitas en el chimichurri.-

 Noah hace una mueca

- sí, el chimichurri.-

Me miro la entrepierna y él estalla en una carcajada diciendo que nunca había oído llamar así al sexo de una mujer. Entrecierro los ojos y llevo el dedo índice a su muslo, muy cerca de la zona cero, y le doy un pequeño calambre. Solo uno... bueno y después otro.
 
-No te rías lobo.-

El ver esa sonrisa me derrite por dentro... pero él no lo va a saber, que es un creído. Una pregunta ronda por mi mente, aunque la verdad, temo la respuesta. Pero no me puedo quedar callada, así que se la suelto.

-Sabes que no podemos estar juntos. Tú... o sea a ver... Qué... ¿Qué ha significado esto para ti?-

NOAH:
Me doy la vuelta en la cama quedándome boca abajo, con Chopino oculto para que nos deje un rato de intimidad y el trasero al aire como ha estado ella hace un rato. Cuelo las manos bajo la almohada buscando el lado fresquito y miro a Nanna son una sonrisa permanente en mi boca.

- Nanna...... Esto lo ha significado TODO para mí. Ha sido la experiencia más excitante, esperada y maravillosa de toda mi vida. Desde la primera vez que te vi te metiste de cabeza en mi mente y en mi corazón, al principio me parecía imposible que llegara a sentir tanto por una chica tan..... Distinta a mí, pero eres todo lo que quiero y algún día te convertirás en mi kone. No dejo de pensar en ti ni un solo momento, así que imagínate lo que he sentido cuando ha pasado lo que ha pasado entre nosotros. –

Nanna sonríe y despluma una de las plumas tirándome los pelitos por la cabeza como si fuera confeti, yo suelto una carcajada y me sacudo el pelo.

- Espero que te haya quedado bien claro nena, sé que tienes que volver a subir arriba para regresar con los tuyos pero..... yo siempre te estaré esperando aquí abajo. Siempre, porque no existe otra para mí. –

Ella baja la mirada ligeramente sonrojada y a tenor de los movimientos de sus labios creo que se ha emocionado, yo le hago un gesto con la mano para que levante la barbilla y que me mire a los ojos.

- Por ti merece la pena estar en peligro. -

Me armo de todo el valor del mundo y le robo un fugaz y eléctrico beso en los labios, menos de un segundo ha bastado para sentir un potente chispazo que me hace gritar e incluso que se me escape una lágrima, pero por los Dioses..... Ha merecido la pena, he probado sus labios.

Nanna grita preocupada y se acerca para examinarme la quemadura, se me han quedado los labios rojos y dice que sale humo. Yo sonrío de lado y me encojo de hombros.

- No importa, te he besado y eso nada ni nadie lo va a cambiar. –

Ella termina sonriendo también pero de repente se da cuenta de que se ha hecho demasiado tarde, tiene que regresar al Asgard porque si no Freyja la mata.

- ¿Ya? ¿Tan pronto? -

Formo pucheros con los labios quemados y refunfuño al no poder secuestrarla y retenerla entre mis brazos, pero a ella sí que no voy a ponerla en peligro. Antes de que se levante me acerco a su entrepierna lo justo para ponerla nerviosa y caliente, miro a Nanna desde abajo con sonrisa pillina y me pongo a hablar con su centro.

- Bueno chimichurri de Nanna, ha sido un verdadero placer conocerte. Espero que vuelvas pronto por aquí porque tengo que presentarte a Chopino, estoy seguro de que haréis buenas migas y os querréis mucho porque tarde o temprano pasaréis mucho tiempo juntos. –

Nanna llora y todo de la risa, se levanta y comienza a vestirse. Yo hago lo mismo sin dejar de mirarla hipnotizado por su belleza y su encanto, cuando terminamos nos miramos cara a cara y meto las manos dentro del bolsillo del pantalón.

- No te olvides nunca de mí pequeña, sabes que siempre te querré. Cuídate mucho allí arriba y sé buena. -

Ella me guiña el ojo, coge el calzoncillo mío que se iba a llevar desde un principio y sale al balcón de mi cuarto gritando fuertemente ASYNJUR y desapareciendo ante mis ojos. Yo me quedo un buen rato mirando el cielo y después vuelvo a mi cama, aún huele a Nanna.

FIN DE ESCENA
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