martes, 29 de mayo de 2012

Hermanos de Sangre (FanFic de Menw - Cahal - Mizar)




Cahal:
Doy un portazo después de discutir, cómo los últimos días con Mizar, cansado me tiene, siempre lo mismo, "eres un mierda, te odio, te mataré..." me recuesto en el sofá y miro la pared pensativo "cómo haré para que me acepte, y acepte mi clan, no podré vivir sin ella" me maldigo, maldigo a Freyja porque en su día me puso este castigo por lo ocurrido en la aldea.

Niego con la cabeza y decido que lo mejor es que se tranquilice , es verdad que los dos somos muy temperamentales y eso hace que tengamos muchos encontronazos, mientras muevo el licor en el vaso, sonrío de medio lado al recordar como arruga su nariz cuando se enfada y me manda a tomar viento fresco "mi gata salvaje" me hace salir de mi sueño un golpe en la puerta "¿quién narices será?", en mi mente escucho la voz de mi hermano "el que faltaba para el duro, la verdad", me dirijo a abrir la puerta.

Menw:
Cuando Cahal abre la puerta no puedo evitar arrugar la frente y chasquear la lengua. Mi hermano... mi querido hermano mayor vapuleado y humillado por una humana de pelo rubio y alma de demonio, por una mujer venenosa que resulta ser su cáraid. Me entristece el fatal destino de mi hermano, y no estoy dispuesto a dejarlo solo.

- Hola brathair, ¿he venido en mal momento? -

Cahal niega con la cabeza pero lo noto muy distante, se aparta para dejarme pasar y yo entro mirando a todas partes por si me topo con la gata. No hay monos en la costa... Me siento en un sofá algo viejo y roído, tiene muescas de roturas y me puedo imaginar por qué. Me quito la cazadora de cuero y me siento esperando que mi hermano haga lo mismo. Se sienta a mi lado y se pasa las manos por la cara, me fijo en que tiene el cuello repleto de arañazos infectados... Se me encoge el corazón.

- Hermano, déjame ayudarte. Puedo curarte esos rasguños. -

Cahal:
- Sabes que se mejorarían de una manera más rápida pero la ¡Rubita Creída!!! ¡prefiere lanzarme las cosas!!!! -

Grito mirando a la puerta al recordar cómo me lanzó la lámpara cuando le dije que mejor se preparase para durar más días, porque hasta que no nos aceptase no la dejaría en paz, mi hermano aparece con el botiquín y empieza a mirar las heridas que me a echo y las anteriores a ver si se curaron del todo.

No para de decirme que le deje a él, niego con la cabeza.

- Aunque nos fastidie Menw es mi caraid y tiene que aceptarme. -

Gruño da rabia al ver lo jodido que me lo ha dejado la Freyja, sus juegos son lo peor y que nosotros seamos sus peones me cabrea un montón.

- Te juro que no se por qué seguimos los juegos al son de Frijida, me tiene harto, mírame, mi caraid es humana y odia todo lo que soy, para ella ahora mismo preferiría poder abrirme en canal y darse un festín conmigo antes que dejarme hablar con ella y explicarle.

Menw:
-Freyja es manipuladora y engañosa, pero he aprendido que todo lo que hace lo hace por un motivo de peso. Es decir, que sin sufrimiento no hay gloria, estuve a punto de dejarme llevar por Loki y perderos a todos simplemente por el capricho de Freyja... o tal vez por mi majadería, no lo sé... Pero aquí estoy brathair, luchando por lo que quiero. -

Mientras desinfecto sus arañazos pongo una mano en su hombro y suspiro, me invade la rabia y la impotencia cada vez que pienso en lo mal que lo debe de estar pasando mi hermano, pero juro por los Dioses que haré todo lo que esté en mi mano para ayudarlo. Y si la humana no pone de su parte... el hecho de que acepte nuestra raza será por la fuerza.

- Tú también tendrás que luchar Cahal, tendrás que luchar como un titán para domar a esa... bueno, a esa mujer. -

Procuro no insultar a Mizar delante de mi hermano, ya que al fin y al cabo es su cáraid y a mí no me gustaría que insultaran a mi Daanna.

Cahal:
- Esa no es una mujer, es una gata indomable... -

Miro la puerta y lo único que deseo es entrar, tirarla encima de la cama y enseñarle quien es el que manda, me coloco los botones bien cuando Menw termina de mirar todo. Se escucha uno de los gritos de Mizar llamándome cretino y me levanto hecho una furia, pero Menw me frena.

- ¡Te juro Brathair que me va a desquiciar esa mujer!! la Freyja se tiene que estar muriendo de risa a mi costa. -

Se oye un golpe en la puerta, él mira preguntando qué habrá sido.

- Lo más seguro es que será algo que encontró para lanzarme, es lo único que hace, tengo que quitar todo de en medio o algún día me abrirá la cabeza, ¡y el malo soy yo!! -

Me sirvo un poco más de licor y otro para mi Brathair.

- Bueno y ¿cómo está mi cuñada?? ?mi sobrino?? -

Le pregunto para así poder tranquilizarme un poco ya que como siga así la cosa, entro y la ato y amordazo para que aprenda.

- Cuídala bien que contigo a saber, la pobre mira que elegirte, no sabe lo que hizo. -
Sonrío y veo como pone los ojos en blanco.

Menw:
Doy un trago a la copa que me ha servido Cahal y me acomodo en el sofá apoyando un pie sobre mi otra pierna.

- Daanna está espectacular, cada día más hermosa. También está preocupada por ti, teme que hagas alguna locura con respecto a Mizar. Ella sigue pensando que es una pobre muchacha víctima de los engaños de Newscientist, y en parte lo es... pero lo que te hizo no tiene excusa. En cuanto a tu sobrinito... -

Al mencionar a mi pequeño Aodhan los ojos se me inundan de felicidad y se me dibuja en el rostro una tierna sonrisa.

- No para de preguntar por ti, tiene ganas de conocer a su tío... Le hablo de ti todos los días, está orgulloso del valiente y valeroso Cahal McCloud. -

Paso un brazo por los hombros de mi hermano y lo miro por primera vez desde hace siglos con dulzura, lo miro como cuando éramos unos renacuajos y para mí Cahal significaba grandeza y honor ya que es el mayor.

Cahal:
- Anda cacanajo, desde que eres padre andas de un sentimental... -

Le doy en el hombro y sonrío, no una sonrisa de las mías, una sonrisa de agotamiento mental, una sonrisa en la que falta la chispa que dice mi hermano, le doy el antebrazo y le miro a los ojos a mi Brathair.

- Hermanos Mcloud, si nuestros padres nos vieran Brathair... tu padre de familia y con la elegida, y yo... el mayor... -

Miro hacia la puerta de la habitación.

- Y yo mejor dejémoslo, no sé que hacer ya hermano, te juro que no sé cómo hacer para que nos acepte. -

Menw:
Noto el cansancio moral de mi hermano, pero él nunca ha sido de los que se dan por vencidos. Sinceramente no sé como actuaría en su situación, pensé que de los dos yo era el más paciente, pero la paciencia se me agotó y faltó poco para entregarme a la oscuridad. Así que... siendo Cahal tan temperamental... ¿cómo acabará todo esto? Solo espero que él no se lleve la peor parte.

- Allaidh y mamaidh estarán orgullosos de los dos, si fueras un cobarde le estarías haciendo a Mizar todas las perrerías que te hizo ella a ti... Y me consta que no lo estás haciendo, estás siendo paciente y la estás domando poco a poco. Eres el hombre más valiente que conozco brathair, y me enorgullece ser tu hermano. -

Me termino mi copa de un solo trago y deseo que mis palabras causen un buen efecto en Cahal, pues al menos puede que le den fuerzas para soportar lo que se avecina.

- Ahora estás metido justo en el medio de la tormenta, pero te aseguro que después siempre, siempre, viene la calma. -

Cahal:
- Pues la tormenta es rubia con ojos grises, y es peor que ¡UN DOLOR DE MUELA!!! -

Grito para que ella me escuche mientras dejo la copa encima de la mesa.

- Es como la hermana perdida de Freyja, de verdad, son tal para cual, pero sabes... no sé si merece o no, pero que disfrutaré hacerla sufrir a esa ¡Frijida descontrolada!! -

Gruño al pensar como me lanzó la leche a la mañana por la cabeza por solo decirle un ...¡hola!... se escucha un grito y como se abre la puerta saliendo como un ciclón enfurecido.

- ¡Te lo dije!! es la tormenta, ¿no dicen que a los huracanes le ponen nombre de mujer? pues el próximo que pongan el ¡MIZAR la loca!!! -

Mizar:
- Agggg a parte de aguantarte a ti...¿tengo que aguantar a la chusma de tu familia? -

Digo con cara de repugnancia, apoyada y cruzada de brazos en el marco de la puerta mientras los miro a ambos de abajo arriba. Cahal gruñe e intenta intimidarme pero para que vea que no tengo miedo, me dirijo hacia la cocina, abro la nevera y cojo la jarra de agua.

- ¿Os apetece un vaso de agua vampiros? -

Digo con la voz más dulce que podría salir de dentro de mí. Menw me dice que no quiere agua pero el bobo de mi vanirio me dice que le lleve un vaso de agua. 

"Eso es lo que quería escuchar cretino"

Sonrío con malicia y saco un vaso de cristal del armario. Salgo al salón con los dos hombres y me acerco a Cahal.

- ¡Aquí tienes rubio de bote! -

Le tiro el agua de la jarra por completo en la cabeza mojándole la cabeza, la ropa y el cuerpo.

- ¡Eso te enseñará a no meterte conmigo cuando no esté yo delante!!! -

Le pego un tortazo en la cara, me doy la vuelta y mi pelo le da en la cara. Me dirijo hacia la habitación, recta y elegante, con la barbilla alta como si yo fuera una reina. Menw niega con la cabeza con una sonrisa en los labios.

Menw:
- Tiene mal genio la muy... soberbia. -

Suspiro algo frustrado por presenciar con mis propios ojos a lo que tiene que enfrentarse mi hermano, esa mujer es pura dinamita y va a conseguir que Cahal pierda el juicio. Sin embargo, hoy por primera vez he visto en ella algo que me había comentado mi Daanna, me he fijado en sus ojos y he observado un matiz de miedo e incluso esperanza. Una pequeña chispa, casi invisible para el ojo humano pero que a un vanirio no se le escapa. Mizar está asustada, aunque intente aparentar lo contrario, y en el fondo de su ser desea que todo esto acabe pronto. ¿Pero qué es lo que querrá? ¿Querrá aceptar a Cahal de una vez por todas o querrá salir de aquí y olvidarnos para siempre? El gruñido de Cahal me saca de mis pensamientos, intenta abalanzarse sobre Mizar antes de que ella entre de nuevo en la habitación, pero gracias a los Dioses soy rápido y sujeto a mi hermano por detrás para que no la destroce.

- Paciencia brathair... Eso es lo que ella quiere, hacerte perder el control. Tenéis que llegar a un acuerdo, esto no puede continuar así. -

Cahal:
Miro mi ropa mojada y como se larga a la habitación, me suelto del amarre de Menw.

- ¿Paciencia??... ¿Paciencia con ella?  ¡y una mierda!!, si no me echa las cosas por encima me echa cualquier cosa que está cerca suyo, ¿llegar a un acuerdo con ella?? es más fácil que el Ragnarök se solucione, el infierno se congelara antes de que esa y yo podamos entendernos... -

Sirvo otras dos copas, una me la bebo de un trago mirando la puerta abierta donde está Mizar, solo tengo ganas de entrar y darle una cachetada haciéndola ver que así no conseguirá que la deje tranquila.

Siento la voz de mi hermano que me dice algo y sacudo la cabeza sirviéndome otra copa y acercándosela de él.

- ¡MIZAR!!! Ahora que me has mojado, por lo menos tráeme algo para secarme ¿no?? o ¿eres así de rastrera?? -

Digo mirando a la puerta, mi Brathair me dice que no le busque, que deje que se tranquilice.

- Me encanta verla fruncir el ceño enfadada, es como Daanna cuando te mandaba a paseo. -
Le guiño un ojo a mi hermano.

Mizar:
- ¡CALLATEEE Y DEJA DE DARME ORDENES! -

Odio que esté todo el día dando órdenes, ni que fuera Hitler....

Prefiero no empeorar las cosas y me dirijo al armario para buscarle ropa. Pero de repente se me ocurre algo....Abro el lado del armario que Cahal me ha dejado para mí y cojo una falda y una camiseta con un escote demasiado escandaloso, también cojo un sujetador y unas bragas.
Me asomo a la puerta escondiendo la ropa detrás de mí.

- ¡EH TU! ¿DE VERDAD QUIERES ROPA LIMPIA? -

Grito desde el marco de la puerta. Él me dice que sí, que se la traiga de una puta vez. Sonrío de medio lado.

- ¡TOMA, AQUI TIENES MICROPICHA! -
 
Le lanzo la ropa a la cara y la sujeta con las manos... cuando ve que es ropa de tía....

Menw:
- Hermano, antes de que hagas cualquier locura piensa que... -

No me da tiempo a decir nada más, Cahal pega tal grito de rabia que Mizar y yo nos tapamos los oídos. Tira la ropa a un lado de mala gana y se levanta como impulsado por un muelle invisible, se acerca a Mizar y la coge por los brazos con brutalidad. No para de repetir que está harto de aguantar sus tonterías, me acerco a ellos y los separo poniéndome entre los dos.

- ¡¡Ya está bien joder!! Sois peor que los pequeñajos de la escuela de Aileen, comportaos como personas adultas y usad el diálogo. -

Ambos gruñen y se dan la vuelta dándome la espalda con los brazos cruzados, parecen dos niños de guardería. Resoplo y encuadro mi espalda para parecer más amenazante con mis palabras.

- Veo que os seguís comportando como dos infantes mocosos y malcriados, pues bien... Os trataré como tal. Cahal, vas a darte la vuelta y le vas a pedir perdón a Mizar por haberla insultado independientemente de que se lo merezca... Le vas a pedir perdón y tan contentos. Mizar, tú después harás lo mismo y os abrazaréis. Como no me hagáis caso os juro que os vais a acordar de quien soy, y os aseguro que no os voy a sanar precisamente.-

Cahal:
Me giro lleno de rabia y miro a mi hermano "ni se te ocurra hacerme esto, no puede hacerme ver que me pueden doblegar, no!!" Le digo mentalmente mientras ella sigue sin mirarnos a la cara, él me mira y me señala para que lo haga.

- ¡Mizar!! Perdón, perdóname por llamarte eso aunque la verdad sea dicha, mejor te viene la denominación de peliteñida de mercado barato, ¡frijida!! -

Le grito pegado a su cara sintiendo rabia al recordar todo lo que me a echo, después de cuatro meses, todo lo que está haciendo con la mandíbula tensa mirando sus ojos.

- Eres peor que un dolor de muelas... luego hablaré yo claramente contigo... -

Mi hermano intenta separarme pero mi cuerpo tenso hace que le cueste.

Mizar:
- No pienso pedir perdón al chihuahua este.... -

Cahal me mira con cara de pocos amigos.

- Y si, Cahal...lo de chihuahua va por tu rabo, ya sabes por ese problemilla de crecimiento que tuviste ahí cuando diste el estirón...lo digo por si lo que tienes ahí abajo no se ha dado por aludido. -
Alzo mi barbilla mirando hacia otro lado.

- ¡Ah! y que sepas que me es indiferente que me llames peliteñida y frigida... -

Sonrío y lo miro.

- Seré frígida contigo pero no con los demás hombres. -

Chasqueo la lengua y me meto en la habitación orgullosa de ser quien soy.

Menw:
Cahal se sienta en el sofá y se pasa las manos por la cabeza nervioso, atormentado, exasperado... Mizar está sacando cada vez más el demonio que lleva dentro, está envenenando el poco sentido común que le queda a mi hermano después de todo lo que ha pasado. Freyja, ¿por qué no tienes un poco de compasión? Cahal no se merece esto...

- "Brathair, sé que me vas a decir que no pero... ¿Por qué no regresas con ella al clan? Entre todos te podemos ayudar a conseguir que Mizar te acepte". -

Me arrodillo en el suelo en frente suyo, como me esperaba Cahal niega con la cabeza y me dice que es un asunto que solo les concierne a Mizar y a él.

- ¡Maldita sea! Eres un testarudo, los demás conocen a Mizar... Te recuerdo que la mantuvimos un pequeño plazo de tiempo en nuestros dominios, tal vez lo que necesite sea... apoyo femenino, ya sabes. Mi pantera, la híbrida, la cazadora, María la mujer de As... -

Cahal:
- No, no puedo volver de nuevo donde los demás, aún estoy por recuperarme, sé que ella no me ayuda mucho, además el mero hecho de pensar en que cuando todos me miren, verán a Cahal, pero esperan al antiguo y ese murió en el momento que Mizar me cortó y me insultó haciendo sentir el dolor. 

Aún me tengo que aclarar yo mismo, no estoy para enfrentar a los demás Brathair, no puedo aún. -
Niego con los ojos el mero hecho de tener que ver en sus ojos la pena, no quiero que nadie siente pena por mí, cuando me llama testarudo sonrío y rio.

- Me lo dice quien estuvo 2000 años sin dar el brazo torcer y hablar con Daanna pensando en milagros... -

Le doy un abrazo de hermano "gracias hermano".

Menw:
- Y reconozco que fui un necio, me merezco lo peor por haber estado tan ciego y por haberle hecho daño a ella... a ella y a nuestro hijo, es algo que jamás me podré perdonar. -

Nos fundimos en un fuerte abrazo y doy unos cuantos golpecitos en su espalda, suspiro.

- Gracias a ti por ser tan fuerte, por no haber perdido aún la razón, por ser tan valiente... Otros hubieran tirado la toalla muy rápido, tú estás aguantando como el vanirio indomable que eres. Te admiro mucho hermano. -

Continuo de rodillas en el suelo cuando terminamos de abrazarnos, noto como Cahal se aguanta las ganas de llorar de rabia y cansancio... Pocas veces en mi vida lo he visto llorar, y creo que le vendría bastante bien hacerlo.

Cahal:
Me froto la cara y le miro con una sonrisa, se que está preocupado por mí , "irónico, mi hermano pequeño cuidando de mi", los dos reímos y me dice que no es así, que él no me cuida , que ya me cuido yo solito, le doy el antebrazo y me ayuda a levantarme del sofá.

- Tranquilo, bien sabes que no existe nada que consiga agotarme, a bueno ha venido esta rubia, tranquilo Brathair. -

Los dos sabemos que aún me queda un camino largo por recorrer y de conseguir que ella nos acepte.
- Anda, yo tengo a la mía aquí pero tu pantera te espera, tranquilo, dale un beso de parte mía y saluda a mi sobrino. -

Él se dirige a ponerse la chaqueta y mis ojos se dirigen a la puerta donde me espera la gata con las uñas en alto.

Menw:
Me pongo la chaqueta y le doy un último abrazo a mi hermano como despedida.

- A mi pantera no solo le daré un beso de tu parte, le daré muchos. -

Le doy una palmadita en el hombro y me río. Espero que la próxima vez que lo visite la situación haya mejorado, sino me veré obligado a tomar medidas porque no voy a consentir que mi hermano siga sufriendo en vano. Mizar tendrá que aprender y si no es por las buenas, tendrá que ser por las malas...

- Nos vemos brathair, cuídate mucho. -

Me dirijo a la puerta y me marcho.

Cahal:
Respiro hondo y me doy un momento para pensar bien, llevo bastante con ella y aún sigue reticente a lo de nuestra raza, creo que no es consciente de lo que es capaz de hacerme, de cómo me tiene atado, ella cree que la mataré o algo peor, pero no es así, la quiero conmigo para siempre, llevo 2000 años buscándola y pensar que ella no quiere ni que la mire...

Me froto la cabeza rapada y miro de nuevo a la puerta y una sonrisa se curva en mi cara al pensar que pelearemos de nuevo, pero me encanta verla enérgica, con su ceño fruncido mirando con esa superioridad tan de los vanirios, esa fuerza de pelear que tiene perfecta para los vanirios, me acerco a la puerta y abro seguido me tengo que agachar porque por encima mío pasa la jabonera del baño.

- Has fallado rubita. -

Ella me grita que me largue, pero cuanto más me dice eso, más deseo estar con ella.

- Adoro los retos... -

------------------------------FIN ESCENA------------------------

lunes, 28 de mayo de 2012

Ese pequeño Híbrido...(Aileen & Caleb)


Aileen
Miro con atención la televisión de la cocina para no perder detalle de la receta que está preparando Jamie Oliver, un chef al que adoro y cuyo programa no me pierdo nunca. Está cocinando una pizza vegetal, yo tomo nota de todo e intento prepararla de la mejor forma posible.

- Jolín Jamie, no vayas tan deprisa... ¿Dónde está la berenjena? ¡Socorro! -

Busco rápidamente la berenjena para continuar con la receta y no quedarme atrás. Suspiro y pinto la masa de pizza con la salsa de tomate, de repente escucho pasos tras de mí y el aroma que percibo me dice que mi mango con patas ya está aquí.

- "Tú tan sigiloso como siempre mo duine, hola nene". -

Caleb me abraza por la espalda y me deja un húmedo y esponjoso beso en el cuello, yo sonrío encantada y me doy la vuelta para saludarlo como se merece.

- Ven a mis labios mo cáraid. -

Nos besamos con calma y cuando nos separamos él dilata las fosas nasales y olisquea los aromas de los ingredientes de la pizza.

- ¿Has visto que manjar vamos a comer hoy? No creas que te vas a librar... Jamie Oliver no es suficiente, así que me vas a ayudar a prepararla. -

Caleb emite un casi inaudible gruñido porque se pone celoso hasta de un chef de la tele, así es mi mango. Él se coloca un delantal y se pone manos a la obra, yo continúo con la masa mientras Caleb lava y corta el pimiento verde, la berenjena y la cebolla tierna.

- ¿Qué tal la expedición por Escocia? Cuenta, cuenta. ¿Muchas novedades? -

Caleb
Cojo los pimientos y enciendo el grifo para poder lavarlos bien. Cuando están bien limpios los escurro para que se quite el exceso de agua y cojo una tabla de madera donde los apoyo para poder cortarlos.

- Sí, hay novedades y muy gordas mo alainn. -

Mi tarta de queso y fresa me mira con atención metiéndose un trozo de berenjena en la boca.

- Joder mo carbaidh, ¿tú crees que yo puedo contarte algo mientras me provocas? -

Me paso la lengua por los labios para humedecerlos. Ella comienza a reírse y me dice que no tengo remedio, que ya no va a poder ni comer a gusto... porque hasta con eso me pongo palote.

Se dirige hacia el armario para coger un vaso, lo llena de agua y me echa hielo. Me lo ofrece para que beba agua y me serene, me dice que le cuente. Bebo agua, cojo el cuchillo y comienzo a trocear los pimientos en juliana mientras charlamos.

- Sabes que Noah y yo hemos estado ayudando a las valkirias y a Miyamoto, el samurai que encontramos en el foro. ¿Verdad? -

Ella asiente mientras corta los champiñones.

- Pues resulta que una de las valkirias estaba secuestrada en un helicóptero. Y en ese helicóptero adivina qué había... -

Ella se encoge de hombros y me dice que siga hablando.

- Había un montón de rehenes... y eran híbridos. Entre ellos estaba un niño que se llama Johnson. A los demás híbridos los hemos traído con nosotros, pero les he dicho que Johnson se quede con ellos. Ha sido muy raro, ellos creían que era vanirio... pero enseguida he sabido que no era así, que era como tú. -

Sigo cortando verduras esperando la respuesta de Aileen.

Aileen
Dejo de cortar los champiñones de repente, tardo unos segundos en salir del shock y miro a Caleb con la boca abierta de par en par.

- ¿Más híbridos? ¿Johnson? Dios santo... NS no tiene límites, estoy harta de que sigan dañando a niños pequeños... Me duele todo lo que hacen, pero que se ensañen con criaturas... -

Dejo el cuchillo en la mesa y me froto los brazos con tristeza, de repente me ha entrado mucho frío y malestar... Híbridos, como yo... Ni quiero imaginarme el calvario que han vivido los pobres, necesitarán todo nuestro apoyo y la ayuda que podamos administrarles. Caleb se acerca a mí y me achucha muy fuerte para consolarme, me siento tan culpable de los horrores de NS... Sé que no es culpa mía, pero Mikhail fue uno de los artífices y eso me enlaza directamente.

- ¿Y cómo están Caleb? ¿Muy asustados, muy heridos...? Cuéntame todo mo cáraid. -

Cojo sus manos y las arrullo con mi mejilla dulcemente, se me ha formado un nudo muy molesto en el estómago por la información.

- Entonces... ¿Te has comunicado mentalmente con el nene Johnson? –

Caleb
La estrecho contra mi fornido pecho vanirio y beso su cabecita. Sé exactamente lo que piensa... Piensa que ella es algo culpable porque el maldito de Mikhail fue uno de los primeros que empezó con esta mierda... Pero no es así, ella no es culpable de nada. Ella es la mujer más buena que he conocido y solo fue una víctima más de esos monstruos.

- Sí, más híbridos mo alainn. -

Me agarra la cara y me mira a los ojos con los suyos empapados en lágrimas. Parece como si ella pudiera sentir su dolor, el dolor de todos los rehenes dañados.

- No te voy a mentir mo cáraid, estaban muy asustados y muy dañados. Al parecer estaban metidos en jaulas y no podían hablar entre ellos, si hablaban un ácido caía sobre ellos y les quemaba la piel. También tenían chips localizadores... Esos cabrones se los insertaron por si acaso escapaban... NS... ¡Maldita escoria! No merecen vivir. -

Con mis pulgares retiro las lágrimas de sus preciosos ojos lilas, me dice que continúe. La cojo por la cintura y la siento sobre la encimera para tenerla en frente.

- Noah y yo los hemos llevado a todos al Ragnarok y les hemos extirpado los chips localizadores, así que están a salvo con nosotros mo ghraidh. Menw irá a revisarlos uno por uno y se irán curando poco a poco... -

Aunque psicológicamente será muy difícil, es una cosa dura de asimilar... Cuando me pregunta por Johnson asiento.

- Sí, ha sido algo especial. Ellos pensaban que era un vanirio, pero no es así. Ese niño debe estar con el Engel y su clan.

Aileen
Entrelazo mis manos temblorosas con las de Caleb y cierro los ojos para sopesar toda la información. Me encantaría visitar a esas personas que han sido víctimas directas de NS, me gustaría ayudarlos con mis palabras y guiarlos para comenzar una nueva vida lejos del dolor que han padecido.

- ¿Por qué crees que Johnson quería quedarse con Gab y su clan? ¿Por qué te dijo que estaría mejor con ellos? -

Caleb se encoge de hombros, dice que el pequeño pensaba continuamente en un tal Led.

- ¿Led? ¿Qué significa Led? ¿Es el nombre de una persona? -

Al parecer Noah y él quedaron con Miya y Gab que en cuanto descubrieran el origen de Johnson nos informarían de inmediato.

- Tengo muchas ganas de conocer a ese pequeñín... Se ha comunicado contigo y siento algo extraño en mi corazón cuando pienso en él... Creo que Johnson es especial, muy especial. –

Caleb
Dejo el cuchillo encima de la tabla de madera, ya que he cortado todos los pimientos, y abrazo a mo Aileen por la cintura para darle todo mi apoyo.

- Cuando el principito y Miya descubran el origen del pequeño, nos informarán rápidamente. De eso que no te quepa duda mo cáraid... -

Ella apoya su cabeza sobre mi enorme pecho musculoso con su hermoso pelo cayendo en cascada, yo apoyo mi barbilla en su coronilla y acaricio su esbelta melena con sumo tacto... disfrutando de las caricias de su cabello negro azabache.

- Y lo conocerás amor... Yo sé que es un niño especial, lo sentí así. Ese niño debía ir con ellos por algo, no sufras mo ghraidh. Está con el Engel, confía en él porque sabrá cuidarlo. ¿No recuerdas cómo os cuidó a Ruth y a ti cuando ni Adam ni yo estábamos? ¿Y cómo decidió dejar su vida en manos de la muerte por salvar a Ruth? -

Ella levanta su mirada y me mira con sus hermosos ojos lilas más brillantes que nunca, me relamo los labios e intento contener las ganas de tomarla encima de la encimera. Pero me contengo porque escucho los pensamientos de mo Aileen y sé que ahora no está bien. Me rodea el cuello con sus brazos, me da un esponjoso beso en los labios y sonríe. Dice que le encanta que sea tan tierno con ella cuando está triste.

- Eres mi cáraid, mi vida... Si tú estás mal, yo también lo estaré... -

Esa sonrisita dulce e inocente se convierte en una sonrisa pícara y ardiente. De un salto me envuelve la cintura con sus piernas y dice que le haga el amor aquí y ahora... Los colmillos se me disparan de golpe y sonrío de medio lado enseñando mis afilados colmillos.

- Prepárate tartita con patas, porque esta noche va a ser épica... Tendrás que llamar a Ruth para decirle que no podrás ir a la guardería mañana porque estarás reponiéndote en la cama conmigo en tu interior todavía. -

Se roza con mi erección de caballo mientras me mira a los ojos sonriendo y me dice que está deseando que le haga todas esas cochinadas que está viendo ahora mismo en mi mente. La aprieto contra mí y ella profundiza sus manos en mi melena para darme un beso pasional.
La noche es joven, y nosotros vamos a hacer el amor como auténticos expertos...

FIN DE ESCENA

viernes, 25 de mayo de 2012

FanFic de Daimhin y Stevens "Tu en Londes y yo en Edimburgo"



Steven
Mientras el pequeñajo Johnson se come un yogur sentado en la mesa mirándome fijamente con esos ojazos azules que tiene, yo espero pacientemente delante del ordenador a que se conecte mi princesa rubia. Desde que la conocí a través de la pantalla no puedo dejar de pensar en ella, me conecto todos los días y hago videoconferencia con Londres con la esperanza de volver a verla. Pero... desde entonces no se ha vuelto a conectar. Me da igual, me dan igual los días que tenga que esperar pero no me pienso rendir. Johnson sonríe, parece como si supiera a la perfección lo que me pasa y en cierto modo me comprendiera. Le devuelvo la sonrisa y le saco la lengua, justo en ese momento se enciende una lucecita en la pantalla y de repente... la veo, veo al ángel más hermoso del mundo: Daimhin. Ella mira la pantalla de su ordenador con una ceja rubia levantada, sigue desconfiando de mí y eso me asusta mucho. Me coloco bien en la silla y la saludo con la mano y una sonrisa de tonto que me persigue desde que la conozco.

- ¡Bella Daimhin! Espera, no te vayas por favor... Soy yo, Steven, ¿me recuerdas? -

Ella me mira con sus grandes ojos expresivos, ya sabe que no soy una valkiria ni alguien conocido y desde entonces parece como si... me temiera. Yo jamás podría hacerle daño a un ser tan bello, ¿quién entonces ha osado perjudicarla? Como me entere de que alguien la ha lastimado juro por Odín que se las tendrá que ver conmigo.

- Dime que te acuerdas, seguro que sí. Soy la valkiria masculina, la valkiria más hermosa de todas y la que tiene el peinado más sensacional. -

Intento bromear con ella para que se ría un poco, pero no sé si lo conseguiré. Johnson se termina su yogur y permanece sentado en la mesa, como si quisiera dejarnos intimidad a Daimhin y a mí.


 
Daimhin
Lo miro con los ojos abiertos y luego miro su... peinado si se puede llamar así. No conozco a muchas valkyrias... bueno, a ninguna, y apostaría que ellas no están muy de acuerdo con llevar esa cosa que lleva en el pelo. Miro a mi alrededor deseando que alguien entre, pero por desgracia estaré sola un buen rato y me dijeron que estuviera atenta por si alguien se ponía en contacto con nosotros, así que muy a mi pesar tendré que atenderlo. Intento ver lo que hay a su alrededor pero está tan pegado a la cámara que me es imposible ver nada más, parece que lo veo en 3D como en el cine.

- Sí que te recuerdo, eres el cuidador de Johnson el Terrible. Recuerda lo que te dije de las vitaminas, dadle... -

Antes de que termine de decir nada, Steven con una sonrisa me dice que cinco sobres de un gramo al día y se queda delante del ordenador esperando algo que no sé muy bien lo que es. Frunzo el ceño y no puedo evitar fijarme nuevamente en sus ojos, son tan... raros.

- ¿No está contigo el híbrido? -

De repente veo como una cabecita pequeña se asoma y Steven se aparta un poco, levanto la mano y saludo al niño.

- Hola pequeño. -

Él me sonríe tímidamente levantando su manita y luego vuelve a desaparecer de la pantalla. Steven vuelve a acercarse todo lo posible a la pantalla, tengo la sensación de que quiere meterse dentro de ella... si no es que no lo entiendo.

Steven
Me molesta un poco que solo quiera ver al pequeño, yo quiero ser el único dueño de sus pensamientos... pero no puedo pedirle peras al olmo, soy un completo desconocido para ella. Después de que Johnson desaparezca de la pantalla vuelvo al ataque, intento ocupar todo el espacio para que me vea bien y no se olvide nunca de mí. Yo jamás me olvidaré de ella... Apoyo los codos en la mesa y los puños en las mejillas, me inclino tanto hacia delante que pego mi nariz en la pantalla. De pronto Daimhin suelta una carcajada, se está riendo de mí por todo lo alto y eso me encanta.

- ¿De qué te ríes princesa de los vanirios? -

Ella dice que se ríe de mi cara de besugo. Prefiero que piense que soy un payaso a que me ignore por completo, verla sonreír es terapéutico para mí. Si es que no puedo dejar de mirarla... ¿Qué me ha hecho esta chica?

- Johnson el Terrible se ha sonrojado porque eres muy guapa, y yo pienso lo mismo... -

Ese piropo en vez de complacerla ha provocado que se ponga más nerviosa, intenta irse pero yo lo impido antes de que sea demasiado tarde. Ojalá pudiera meterme en la pantalla, pero como no puedo espero que mis palabras basten.

- ¡¡No, princesa!! No te vayas, por favor... Solo quiero hablar contigo, si quieres pongo un poco de música para que te relajes. Elige la canción que quieras, tú mandas. –

Daimhin
Me quedo pensando durante unos segundos mirando como Steven agarra con fuerza la pantalla y me mira serio, creo que dice la verdad... No quiere que me vaya e intento pensar que él está al otro lado de la pantalla, así que si me siento mal por cualquier cosa sólo tengo que darle a un botón. Vuelvo a sentarme en la silla y lo miro seria.

- No soy ninguna princesa, me llamo Daimhin. -

Cuando digo mi nombre oigo como suspira y ladea la cabeza mirándome con esa sonrisa permanente que tiene en la cara, creo que el tinte que tiene en la cabeza le afecta a las neuronas. Veo que no dice nada, me encojo de hombros sin saber muy bien que decirle.

- No conozco mucha música. He estado secuestrada muchos años, apenas ahora estoy aprendiendo algunas cosas. -

Me viene a la cabeza la canción que tenía puesta la otra vez y la verdad es que me gustó mucho, de hecho la busqué en Internet y la tengo en mí iPod.

- Aunque el grupo que tenías la otra vez me gusta, no lo conocía hasta que lo escuché en la última videoconferencia. -

Veo como empieza a teclear en el ordenador como un loco mientras enchufa su iPod al ordenador y me dice que tiene todos sus CDS, que ahora mismo me los está enviando pero que son muchos y tardarán un poco... Asiento.

- Vale, pues muchas gracias Steven. -

Vuelve a suspirar cuando digo su nombre y decido no darle más importancia a sus suspiros, quizás tenga un tic o algo por el estilo. De repente empieza a sonar una música de fondo y Steven me pregunta si me gusta, me quedo durante unos segundos escuchándola y no puedo evitar sonreír.

 

- La verdad es que sí, me gusta mucho. -

Mis dedos empiezan a dar pequeños golpecitos en la mesa al ritmo de la música y Steven empieza a emocionarse detrás de la pantalla, hace como si estuviera tocando la batería. De repente la cabecita de Johnson asoma por detrás y lo mira, pone los ojos en blanco y luego me mira a mí como con una mirada que me dice que eso en él es normal. Decido hacerle caso al niño, así que dejo que Steven termine su particular concierto.

Steven 

Con ella me sale ser natural, más de lo normal al menos. No tengo sentido de la vergüenza, nunca lo he tenido y me encanta mi personalidad alocada. Ahora entiendo por qué es tan desconfiada, todo cuadra. ¡¡Claro!! Ella ha sido una de las víctimas de Newscientist, una de las hijas de Gwyn y Beatha que fue secuestrada por esos monstruos mal nacidos... ¡¡Claro!! Por eso tiene el pelo tan corto, esos cabrones se lo raparon al igual que a los demás chicos y chicas secuestrados... ¿Cómo no he podido darme cuenta antes? Que tonto he sido, ahora todo encaja. Se me parte el corazón al imaginarme todas las perrerías que seguramente le han hecho a este ángel, se me revuelven las tripas al pensarlo... No descansaré tranquilo hasta que esa maldita sociedad pague por sus crímenes y desaparezca de la peor forma que encontremos, Daimhin y los demás serán vengados. Por el momento, aunque me arde el corazón por la rabia que siento, no quiero extrapolar mi ira hacia ella para que no lo pase mal así que voy a intentar que no piense en ello. Y si tengo que simular que toco la batería al ritmo de mi canción favorita de Nickelback, pues lo hago sin problemas.

- Algún día, cuando todos los problemas pasen, si tú quieres... podríamos ir juntos a algún concierto de Nickelback, sus directos son una pasada. -

Cojo a Johnson en brazos y lo siento sobre mis rodillas para que Daimhin se enternezca, al parecer mi propuesta de ir juntos a un concierto no le ha hecho mucha gracia.

- Pero... si no quieres tampoco pasa nada, yo con comunicarme contigo me conformo. -

Por supuesto que no me conformo, yo quiero tenerla cerca... muy cerca. Pero eso es casi una misión imposible, al menos por ahora.

- Me encargaré de enseñarte buena música, buenas películas, fotos de lugares increíbles... ¿Alguna vez has estado en Escocia? Me la conozco como la palma de mi mano, ¿nos imaginas a los dos paseando en este paisaje de ensueño? -

Le envío una foto de Escocia para que se lo imagine.


 

- Bueno... También nos podría acompañar el Terrible. –

Daimhin
Parpadeo varias veces al ver las confianzas que se toma conmigo y como coge a Johnson en sus brazos como si pensara que así le prestaré más atención, este chico es bastante raro. Miro la foto varias veces y veo como Johnson señala a la pantalla y niega con la mano varias veces, Steven le da unos golpecitos cariñosos en la cabeza y luego me sonríe. Le guiño un ojo a Johnson y luego miro al chico de los ojos amarillos.

- Lo que el híbrido quiere decir es que si voy a Escocia... -

Cosa poco probable o imposible.

- No creo que el sol me siente muy bien, soy vaniria y desde luego no quiero quedar crujiente por un paseo. -

Johnson le mira divertido y cruza sus brazos esperando a ver como sale de esta, le sonrío y hago un gesto con la mano para restarle importancia y vea que no me sentó mal... Todo lo contrario, le agradezco el detalle porque se esfuerza mucho en hacer que me sienta cómoda, pero a mí me cuesta un poco. Steven se rasca la cabeza pensando en su respuesta y yo decido ser amable con él.

- Mejor daremos ese paseo por la noche, ¿qué te parece? Seguro que el castillo está precioso iluminado por las luces. -

Veo como se dibuja una gran sonrisa en su rostro y se relaja un poco.

- Si algún día venís a Inglaterra me encantará enseñárosla. -

Steven
Noto que Daimhin comienza a sentirse más cómoda con mi presencia y esa es una gran noticia, me pone muy contento que ya no se asuste de mí. Johnson aplaude con sus manitas y sonríe de oreja a oreja, creo que la idea de visitar Londres le encanta.

- No te preocupes Daimhin, jamás haría nada que te pusiera en peligro. Tienes razón, toda la razón, el castillo por la noche es muy hermoso. Aunque, si alguna vez lo visitaras, tendría que competir con tu belleza sin lugar a dudas... -

Ella se sonroja y baja la mirada, yo reacciono al instante. Pongo mi dedo índice en la pantalla, justo sobre la zona de su mentón, y lo deslizo hacia arriba como simulando que alzo su barbilla para que levante la mirada.

- No bella Daimhin, jamás bajes tu preciosa mirada. Las chicas valientes como tú siempre deben ir con la cabeza bien alta, para comerse el mundo y triunfar. Y los pringadillos como yo si tenemos el honor de presenciar vuestra belleza no puedo más que hacer una humilde y cordial reverencia. -

Recito mis palabras como un trovador y simulo que Johnson es mi instrumento y toco unas notas frotando su barriguita con mis dedos provocando que se parta de risa por culpa de las cosquillas. Daimhin ya no puede contener más la risa y explota en carcajadas al igual que yo.

- Vale... Lo reconozco... Ha sonado más cursi que el teléfono móvil de Paris Hilton, pero es que los poetas como yo no podemos ocultar nuestros tesoros lingüísticos. Y mucho menos cuando tengo delante a la mismísima princesa de los vanirios. -

Le guiño un ojo y Johnson me achucha un moflete.

- Cambiando de tema, por supuesto que al pequeñajo y a mí nos encantaría que nos enseñaras Inglaterra. ¿Sabes lo primero que haría en cuanto llegara? Intentar hacer reír a los soldados reales, esos que parece que llevan una mofeta disecada en la cabeza. Y el Terrible y tú seréis testigos, ¿qué te parece? –

Daimhin
No puedo evitar reírme una y otra vez con sus ocurrencias y con sus comparaciones, la verdad es que es todo un figura este Steven... no me extraña que Johnson lo mire con esa adoración. No sé si Steven se da cuenta pero ese híbrido lo tiene como referente.

- La verdad es que es muy difícil conseguir eso. -

Antes de que termine mi frase veo como el pequeño señala a Steven y me dice por señas que seguro que lo consigue, asiento.

- Oh no lo dudo, Steven sería capaz de escandalizar a la mismísima reina de Inglaterra. Pondría el palacio de Buckingham patas arriba, estoy convencida. Creo que ya puedo ver a la reina bailando al ritmo de Nickelback. -

Los tres estallamos en una carcajada y la verdad es que ni siquiera recuerdo la última vez que me reí y menos de esta manera, ese chico extraño de pelo rojo y ojos amarillos hace que disfrute riendo y diciendo tonterías... Hace que me sienta bien.

- Anda que no os lo pasáis bien vosotros dos ni nada. -

Miro al híbrido y le sonrío.

- Me das un poco de envidia, que lo tienes para ti solito. -

Tan pronto como pronuncio esas palabras me doy cuenta de que a lo mejor se pueden malinterpretar, carraspeo nerviosa y me llevo la mano a la nuca acariciándola mientras intento cambiar de tema o explicar lo que dije. Noto calor en mis mejillas, lo que significa que tienen que estar coloradas. Paso mis manos por el teclado del ordenador.

- ¿Llueve por ahí? -

Muy bien Daimhin, eres muy sutil.

Steven
¿Acaba de decir lo que acaba de decir? Trago saliva y me aclaro la garganta, se nota que se ha puesto nerviosa pero en el buen sentido. No sé quién de los dos está más colorado, si ella o yo. Johnson se limita a mirarnos con una divertida sonrisa, como si supiera exactamente lo que ambos estamos pensando.

- Eh... Bueno, ahora mismo no llueve pero el clima es bastante parecido al de Inglaterra... -

Suelto una risotada y ni siquiera sé por qué, yo también me he puesto nervioso por sus palabras. Tal vez no quería decir lo que yo creo, o se ha expresado mal, pero a mí no me han sabido nada agridulces... Me han llegado muy adentro.

- Estoy... estoy pensando en teñirme la cresta de rubia, ¿tú qué piensas Daimhin? -

Otro cambio de tema tonto, ¿pero qué nos pasa? De repente, mientras Daimhin se piensa la respuesta, Johnson saca un mini peine del bolsillo de su pantalón y se incorpora un poco dispuesto a peinarme la cresta.

- ¿Estás seguro campeón? Pero déjame bien guapo eh, más de lo normal al menos. -

Miro a Daimhin y le guiño un ojo como pensando "niños... les das un peine y ya te convierten en la muñeca mil peinados". Mientras Johnson me peina decido poner otra canción, esta vez de otro grupo que me encanta: Aerosmith.

- Espero que te guste esta canción princesa, es una de mis favoritas en el mundo entero y te la dedico. Espero que la disfrutes.-


Daimhin
Sonrío al escuchar la canción, la verdad es que vi con mi brathair la película y nos encantó a los dos. Apoyo la cabeza en mi mano y sonrío al ver como Johnson peina a Steven y lo deja hecho un cromo, con algunos pelos de la cresta colgando para todos los lados. Pongo la mano en mi boca y al ver mi reacción él se levanta rápidamente dejando al híbrido en el suelo y se mira al espejo, abre los ojos como platos y le saca el peina al niño mientras le dice que su futuro no está en un salón de belleza. Se recoloca como puede su cresta y vuelve a sentarse delante del ordenador con su sonrisa.

- ¿Sabes? Deberías de dejar que Johnson el Terrible te tiñera la cresta, seguro que te encantará. -

Miro a Johnson, que está detrás de él, asintiendo como un loco y con una sonrisa de oreja a oreja.

- Dime híbrido, ¿qué color le pondrías?. -

Él mira a su alrededor, coge una chaqueta de color naranja butano y me la enseña. Veo la cara de Steven al ver el color y juraría que lo mira con cara de pánico.

- Bonito color, sí. -

Miento, pero tengo que admitir que ver a Steven muerto de miedo por un niño con una chaqueta en la mano me da ganas de reírme a carcajadas.
Johnson lo mira con carita de pena para conseguir su propósito y Steven se rasca la nuca nervioso sin saber como salir de ésta.

- ¿Tú qué opinas? -

De repente la canción termina y rápidamente busco otra canción en el ordenador, me gusta compartir música con él.

- ¿Te gusta el rap? -

Al ver su cara ya me lo dice todo, creo que no es de su estilo.

- Vale, veo que no te gusta… Sólo escucharemos ésta entonces, es una de mis preferidas. -



Steven
Escucho atentamente la canción y sonrío de lado cuando la mirada de Daimhin se entrelaza con la mía dulcemente, ella la desvía con rapidez y me entran unas ganas locas de abrazarla y no soltarla nunca.

- He de reconocer que el rap no me gusta mucho, pero Eminem es muy bueno y esta canción me encanta. -

En realidad me encanta más porque me la ha pasado ella, pero es cierto que el estilo y las letras de Eminem son inmejorables. Johnson arruga la nariz porque no le gusta la canción, le doy toquecitos en su naricita y emito una risotada lobuna.

- Creo que al pequeño le da un poco de miedo Eminem... Es irónico, porque da mucho más miedo su padrino. -

Daimhin arquea las cejas sin comprender, yo no tardo en explicárselo.

- Su padrino es Ardan de las Highlands, el Laird. Es un gigante en toda regla, el guerrero más temido y poderoso que he conocido nunca. -

Daimhin se da cuenta del respeto y la admiración que transmite mi voz al hablar del Laird, dice que le gustaría conocerlo algún día.

- Algún día princesa... Espero que algún día podamos conocernos todos en persona, ahora mismo es el sueño de mi vida. -

Otro silencio incómodo... Al parecer la música es nuestro principal recurso para no ponernos nerviosos, le paso una canción de Leona Lewis.

- Tanto hombre, tanto hombre... Vosotras también hacéis buena música, de hecho sois las musas de todos los cantantes habidos y por haber. Collide para ti nena... -


Daimhin
Lo miro fijamente mientras busca la canción en su ordenador y la verdad es que su manera de hablar y su forma de ser indican que quizás pueda parecer una persona chula, pero en realidad cuando lo conoces te das cuentas de que efectivamente es una persona chula. Para nada es arrogante y siempre se preocupa en hacer sentir cómodos a los demás, me gustaría poder explicarle por qué yo no me siento cómoda... Decirle que no es por él en particular; que al contrario, con él me siento muy cómoda y me gusta hablar con él. Es el primer amigo que tengo si puedo llamarlo así, a lo mejor él no quiere ser mi amigo.
Escucho la canción en silencio mientras Steven se levanta a por un yogur para Johnson, escucho como le dice que como siga así va a terminar con las reservas de Danone y me aguanto una carcajada. La verdad es que no sé de donde saca esas frases pero son muy ingeniosas. Johnson se sienta en una silla detrás de Steven mientras se come el yogur y Steven se sienta otra vez detrás del ordenador con su eterna sonrisa, miro por detrás de él y observo al pequeño.

- Me alegro que coma tan bien, así se recuperará pronto. Además, que se le ve muy feliz y muy contento... se nota que se siente muy bien con vosotros. -

Steven gira un poco la cabeza para mirar al niño, él alza la vista y nos mira con una enorme sonrisa y nosotros soltamos una carcajada al ver como tiene los morros todos llenos de yogur. El pequeño saca la lengua y se lame encogiéndose de hombros. Steven vuelve a girarse para mirarme y me pregunta si le gusta su canción.

- Me encanta la verdad, estaba buscando una de Justin Bieber para ponerte ahora mismo... -

Antes de terminar la frase lo veo mirándome con ojos de súplica mientras me pide que por favor no lo torture de esa manera, que hará lo que sea pero que eso no lo soportaría. Me echo a reír y lo miro.

- Yo también sé hacer bromas. -

Le saco la lengua y veo como respira tranquilamente más aliviado.

- ¿Y Miley Cyrus? -

Al verme tan seria parpadea varias veces y con voz titubeante me pregunta si es otra broma.

- En realidad te iba a poner una de Hanna Montana que me encanta desde que mis hermanas me enseñaron la serie, estoy muy enganchada. -

Me aguanto la risa todo lo que puedo al ver su cara de terror.

Steven
Definitivamente esta chica es especial, le rodea un aura mágica y celestial y cada vez que escucho su voz no puedo evitar sentirme como si estuviera flotando en una nube de algodón de azúcar... ¡Pero qué digo! Menos mal que nadie escucha mis pensamientos, si lo hicieran se descojonarían vivos de mí.

- ¿Hanna Montana? Eh... bueno... esa chica con voz de pito que tiene dos vidas, ¿no? -

Por supuesto que sé quien es, detesto a los productos surgidos en Disney Channel. Me parecen demasiado comerciales y cursis, Hanna Montana se lleva la palma.

- Diles a tus hermanas que se vicien a otra serie porque la Montana esa está pasada de moda, la más mona de la serie es la amiga... ¿Cómo se llamaba?... ¡Lily! Ahora que te miro bien, te das un airecillo a ella eh... Aunque tú eres mucho más guapa. -

Daimhin se parte de risa y me dice que sus hermanas también se lo dicen, así que se lo va a terminan creyendo a este paso.

- A Johnson le gusta Bob Esponja, a mí no me gustaba pero he terminado viciado por su culpa. -

Johnson se pone muy contento al escuchar el nombre de Bob Esponja, termina el yogur y me suplica con la mirada que le haga ese baile tan gracioso que me he inventado para la canción de la serie.

- ¿Estás de coña? ¿Tú quieres que mande mi reputación a tomar vientos delante de Daimhin? -

Johnson junta las palmas de sus manitas y se pone de rodillas vocalizando la palabra porfi un montón de veces. Entorno los ojos y finalmente acepto, miro a Daimhin con una media sonrisa y me paso la mano por la cresta.

- Vas a presenciar un momento único e irrepetible en la historia de la humanidad, atenta porque Bob Esponja a mi lado es un aficionado bailando. ¡Que comience el espectáculo! -

Me levanto colocándome un poco más alejado de la pantalla para que se me vea bien bailando, Johnson se ríe y se coloca a mi lado para acompañarme con los pasos. Tomo aire y comienzo a cantar a todo trapo la canción de Bob Esponja mientras comienzo a bailar como un payasete. Hago el baile del Running Man acompañado de otros pasos a cada cual más tronchantes, todo al ritmo de la canción.

- ¿Quién vive en la piña debajo del mar? ¡Bob Esponja! Su cuerpo amarillo absorbe sin más. ¡Bob Esponja! El mejor amigo que puedas tener. ¡Bob Esponja! Y como los peces él puede flotar. ¡Bob Esponja! -

Johnson imita todos mis movimientos sin parar de reír, repetimos toda la canción bailando esta vez la Macarena... un baile español muy famoso que me tiene loco. Daimhin está llorando y todo de la risa, adoro hacerla reír. Cuando llega la parte de Bob Esponja, Bob Esponja, Bob Esponja, ¡¡Bob Esponja ya llegó!! el híbrido y yo nos ponemos a mover el culito de una forma muy graciosa y terminamos haciendo una reverencia cuando finaliza la canción. Daimhin aplaude y nosotros nos sonrojamos.

Daimhin
No puedo evitar levantarme de la silla y empezar a aplaudir como una loca después del espectáculo que me acaban de ofrecer, desde luego estos dos chicos están haciendo que pase una tarde inolvidable y cuando antes estaba deseando que alguien entrara por la puerta ahora creo que echaría a quien entrara por la puerta para poder pasar más rato con ellos.
Miro a Johnson que realmente se le ve feliz de estar con Steven, creo que no se separaría de él ni aunque lo obligaran. Son como dos niños pequeños y la verdad es que de alguna manera los envidio, yo no tengo amigos y echo de menos hacer ese tipo de cosas, cosas de amigos.

- Creo que delante de mí tengo a dos futuras grandes estrellas del baile y del cante. -

Johnson se abraza a la pierna de Steven de manera cariñosa y él le pasa la mano por la cabeza mientras le dice con su tono habitual "vamos Terrible, no te me pongas sentimental ahora que un macho en un macho". Johnson niega con la cabeza poniendo cara seria y de repente vemos como se agarra la entrepierna y sale corriendo como una bala por la puerta mientras Steven le grita que siempre hace lo mismo, que espera al último segundo y yo me sigo riendo al ver como el híbrido salió disparado. Steven se sienta de nuevo frente al ordenador mientras niega con la cabeza.

- Hay que ver lo rápido que es el Terrible, se ve que la canción da ganas de ir al baño por lo visto. -

Steven se sienta hacia atrás con las manos en la nuca y me mira con una sonrisilla en la cara, frunzo el ceño.

- ¿Qué pasa? -

De repente su sonrisa se ensancha y me dice con toda la tranquilidad del mundo que ahora me toca actuar a mí, no espero ni cinco segundos para contestarle.

- Ni hablar y no se hable más. -

Steven me pone cara de pena y murmura por lo bajo que es una lástima porque Johnson se va a poner muy triste cuando lo sepa, sabiendo perfectamente que yo le escucho.

- No lo uses a él para convencerme, además él ni está... Aquí la idea es toda tuya. –

Steven
Sigo poniendo cara de pena, formando pucheros con mis labios y poniendo unos ojitos irresistibles.

- No lo uso, simplemente ambos queremos verte actuar. Tienes pinta de ser una estrella, nuestro instinto jamás falla. -

Junto las palmas de las manos y suplico como hizo antes Johnson con lo del baile de Bob Esponja, Daimhin no parece muy convencida porque tuerce la boca.

- Aunque sea una canción de Hanna Montana, lo soportaré... digo, lo soportaremos. -

Se escucha la cadena del water y unos pasitos trotantes que se acercan a toda prisa. Johnson regresa del baño y se sienta en su silla, lo miro divertido y señalo a Daimhin.

- Terrible, ¿a que a ti también te gustaría ver actuar a Daimhin? Cantando, bailando... Si es un sí aplaude. -

A Johnson se le ilumina la mirada y aplaude todo feliz. Daimhin entorna los ojos y suspira.

- ¿Ves? El niño te da su bendición, no nos puedes defraudar princesa. –

Daimhin
Miro a Johnson que no deja de asentir contento para que cante y vocaliza con los labios un "vamos Daimhin", Steven levanta las manos y dice que el pueblo ha hablado y que me toca actuar. Steven levanta las manos de nuevo y me dice que no puedo decepcionar a Johnson... Me acerco a la pantalla y le indico a Steven que se acerque, él lo hace son rechistar.

- Eso no vale Steven, eres un tramposo. -

Él mira a su alrededor con cara de inocente y me pregunta qué es lo que no vale. Johnson se tapa la boca para no reírse, está aprendiendo todas las artimañas de Steven... Pero la verdad es que no puedo evitar que me parezca tierno, por ese niño soy capaz de hacer el ridículo todo lo que haga falta.

- Muy bien, si accedo a bailar quiero una recompensa por ello. Quiero un beso de ese pequeño que está ahí sentado y tiene cara de diablillo. -

Johnson baja la mirada y con una sonrisita en los labios asiente, veo de reojo como Steven levanta una ceja y me pregunta si él me puede dar uno... Me encojo de hombros mientras me levanto para bailar.

- Depende de lo que me des a cambio. -

Busco la canción en el ordenador, le doy al play y empiezo a bailar como puedo. La verdad es que no me sé muy bien el baile y me hago un lío con algunos pasos... por no decir con todos, la mayoría me los invento.



- Vaya, cuando veo a mis piuthars la verdad es que esto parece más fácil. -

Me hago un lío con los pies y de repente pierdo el equilibrio, empiezo a tambalearme hasta que no aguanto más y me pega la risa provocando que pierda el equilibrio definitivamente cayendo al suelo y dándome de bruces.

- ¡¡AAAUUUUU!! –

Steven
Al ver caerse a Daimhin un instinto protector sale disparado de mi pecho y provoca que me levante de un salto y ponga las manos en la pantalla como intentando cogerla. Johnson agranda sus ojazos azules y forma una O con sus labios, Daimhin se ríe y nos dice que está perfectamente.

- ¿Cómo se te ocurre bailar esa danza surgida de las fauces del infierno? ¡Es imposible! Que si pop it lock it, que si hip hop hip, zig zag zug... ¡¡¡¡Pero eso qué es!!!! Que lío, yo me hubiera caído nada más empezar el baile... -

Intento animarla para que no sienta que ha sido un momento embarazoso, que a mi parecer no lo ha sido para nada. Johnson y yo aplaudimos como locos y la vitoreamos, ella se sonroja y vuelve a sentarse en la silla.

- Como lo has hecho divinamente princesa, recibirás tu recompensa deseada... Un besito de ni más ni menos que... ¡Johnson el Terrible! -

El nene pone morritos y los acerca a la pantalla del ordenador, Daimhin suelta una risilla y junta sus morritos sobre su pantalla como si se estuvieran dando un besito. La verdad es que me muero de la envidia, yo también quiero mi besito. Aunque con Daimhin... me encantaría un besito de verdad, ahora mismo es el sueño de mi vida.

- Bueno, bueno... Que os estáis poniendo las botas, ahora me toca a mí... ¿No? -

Johnson se despega rápidamente de la pantalla y asiente, tiene los mofletitos rosas y una carita de felicidad increíble. Daimhin no parece muy convencida... pero yo soy muy convincente.

- Venga princesa... ¡Me lo he ganado! Y yo beso mucho mejor que el Terrible. -

Johnson me hace una pedorreta con la lengua y Daimhin se ríe a carcajadas, pero finalmente se rinde y acepta. Ponemos morritos y nos acercamos lentamente a nuestras respectivas pantallas. Cuando siento la textura del plasma de la pantalla en mis labios, cierro los ojos y me dejo llevar por este esperado momento.

Daimhin
Me acerco a la pantalla muy despacio y la verdad es que el beso de Johnson fue un beso sin más, pero de repente me noto nerviosa y acercándome a la pantalla sintiendo un malestar en el estómago que no logro entender... Así que rápidamente me acerco a la pantalla, le dejo un beso rápido y me alejo como una bala notando calor en mis mejillas y mirando tímidamente a mi alrededor.
Espero unos segundos, pero como nadie dice nada decido mirar a la pantalla y veo que Steven sigue con los labios pegados a ella y que Johnson lo mira desde atrás como si estuviera loco. Los dos nos miramos y nos encogemos de hombros sin entender lo que pasa, pero él sigue ahí con los morros pegados como si fuera un fondo de pantalla. De repente oigo que la puerta se abre detrás de mí y aparece mí brathair con una bolsa roja que dice que es para mí.

- Hola. -

Le sonrío y él imita mi gesto hasta que mira la pantalla y luego me mira a mí, me pregunta quién es el besugo ese que está pegado a la pantalla. Me muerdo el labio aguantándome la risa cuando veo que Steven abre los ojos y se echa hacia atrás con cara de enfado mirando a Carrick.

- Carrick, te presento a Steven y el pequeño que esta detrás es Johnson. -

Carrick los saluda a los dos, a Johnson más cariñosamente todo hay que decirlo. Se acerca a mí y me da un beso mientras me pregunta si todo está bien o quiere que me releve delante del ordenador, niego con la cabeza.

- Todo está perfectamente, puedes irte... Nos vemos esta noche, no te olvides. -

Él niega con la cabeza y se despide de los chicos levantando la mano y diciéndoles un hasta pronto, Johnson lo despide entusiasmado y Steven hace un seco movimiento de cabeza sin apenas mirarlo. Mi brathair sale por la puerta y yo cojo la bolsa en la que busco los ricos bocadillos que me hace mi allaidh para la merienda, saco un zumo de manzana y me froto las manos mientras miro la pantalla con una sonrisa.

- Mmmmmm hora de la merienda. –

Steven
Sigo con la mirada al chico que se va, frunzo el ceño y carraspeo. ¿Quién será? ¿Por qué se toma tantas confianzas con Daimhin? Siento un molesto pinchazo en el estómago... ¿Celos? ¿Yo, celoso? Es la primera vez que me pasa, miro de reojo a Johnson y él niega con la cabeza.

- Que aproveche preciosa. Oye... ¿Quién era ese chico que se acaba de ir? ¿Un amiguito tuyo? ¿Un novio... tal vez? -

Johnson se lleva las manos a la cabeza como diciendo "la has cagado amigo". Niega con la cabeza de nuevo y señala a Daimhin con su dedito, la miro y me fijo en que le ha cambiado la expresión de la cara. Ya no está alegre y risueña, creo que se ha enfadado por mi comentario.

- ¿He dicho algo malo? -

Ella tuerce la boca e intenta apagar su ordenador, yo reacciono rápido e intento impedirlo.

- ¡¡No, no!! Por favor, no lo apagues... Lo siento mucho... -

Daimhin nos explica que era su hermano, Carrick. Claro... su hermano mayor, el único hijo varón de Gwyn y Beatha. ¿Cómo he podido ser tan estúpido de pedirle explicaciones y de una forma tan poco apropiada? Ella sigue merendando y se le ha formado una arruguita en el entrecejo, creo que sigue enfadada.

- Te pido disculpas de nuevo princesa, no sabía que era tu hermano... –

Daimhin
Niego con la cabeza mientras le saco el papel film a unos de los sándwiches que trajo mi brathair, le echo un poco de salsa que hace mi mamaidh y que se ocupó de mandarme en un tarro. Vuelvo a taparlo y miro la pantalla mientras lo espachurro un poco.

- No me tienes que pedir disculpas Steven, es sólo que el tonito que empleaste no me gustó... Eso es todo, pero por mi parte está todo olvidado. -

Steven me sonríe y asiente mientras el pequeño se acerca a la pantalla cuando empiezo a comer el sándwich, él se relame los labios y cuando Steven lo ve pone los ojos en blanco mientras dice que en su vida ha visto cosa igual... que como siga comiendo así le tendrán que hacer un acceso especial para que entre en los sitios. Johnson se ríe y tiene una risa tan contagiosa que hace que me ría y casi me atragante, empiezo a toser y bebo un poco para calmarme.

- De verdad Steven, tienes una ideas que no sé de donde las sacas. -

Johnson mira los sándwiches con carita de pena y Steven le dice que puede bajar, que seguro que hay alguien en la cocina que le hará lo que pida. El pequeño sale como una bala por la puerta y Steven me dice que es el consentido de la casa, sonrío.

- Bueno, es normal. Además de pasar... ciertas cosas no está nada mal que te consientan la verdad, se... nos lo merecemos. Nos hemos perdido mucho. -

Me pongo seria y le doy un buen bocado al sándwich pensando en muchas cosas y en como nos tratan, no queremos tratos especiales que nos recuerden cada segundo lo que vivimos pero también nos hemos dejado muchos mimos en el camino y nos gusta que de vez en cuando nos los den como a todo el mundo.

- Hablando de novias... -

Intento cambiar de tema, no quiero que nadie se sienta incómodo.

- ¿No tienes a... alguien? –

Steven
Por supuesto que quieren mimos... Es completamente lógico después de lo que han vivido estas criaturas, cuanto más lo pienso más me cabreo. Es doloroso imaginar lo que han sufrido a tan tierna edad, esos cabrones van a pagar de la peor forma posible, eso lo juro por Odín.
Me sorprendo ante su pregunta, apoyo los codos en la mesa y los puños en las mejillas para mirarla desde más cerca.

- Pues no... Si te soy sincero creo que mi futura kone tardaré en aparecer, o puede que haya aparecido ya pero aún no sepa que es mía... El caso es que ahora estoy soltero, dedicado en cuerpo y alma a nuestra misión. -

Daimhin se sonroja y sigue devorando los sándwiches, ay... quien fuera sándwich. Supongo que ella no habrá tenido hombres en su vida, sé que suena un poco descabellado pero esa idea me... excita. Steven, por los dioses... calma tus instintos con ella...

- Regresando al tema de los mimos, yo lo comprendo perfectamente. Además, eres la princesa de los vanirios y te mereces todos los mimos y caprichos del mundo. Y el Terrible también... –

Daimhin
Me río cuando me llama princesa de los vanirios, no sé de dónde saca esas ideas ni quién se piensa que soy... Pero desde luego soy de todo menos una princesa.

- No soy princesa y lo sabes Steven, pero lo de los mimos no te lo discuto. -

Termino de comer el sándwich y miro tímida hacia la pantalla donde Steven me mira con una de sus típicas sonrisas, de esas que me ponen nerviosa. Espero que su kone sea buena con él, se lo merece. Pero bueno, hace bien... Nada de chicas, que se centre en la misión que es lo más importante ahora mismo. Si eso ya para más adelante... mucho más adelante.

- Ahora lo importante es luchar, prepararse y permanecer todos unidos. Lo demás es todo secundario, no lo olvides. -

No lo olvides eh.

- De vez en cuando hay que pasárselo bien, pero hay mil maneras a parte de... esas. -

Carraspeo, no sé por qué me da por explicarle esto ahora la verdad... Me encojo de hombros y le doy el último sorbo. De repente, Johnson entra nuevamente en la sala con un enorme plato de espaguetis con tomate en la mano y dos enormes magdalenas de chocolate, una en cada bolsillo. Suelto una carcajada al verlo.

- Johnson es un pistolero con magdalenas. –

Steven
Me cuesta unos segundos más de la cuenta reaccionar cuando Johnson entra, porque me siento tan a gusto hablando con Daimhin que el tiempo se congela y todo lo demás a mi alrededor se paraliza... Sonrío ante el comentario del pistolero, miro al pequeño y levanto las manos como si pidiera piedad.

- Oh... El Terrible viene armado... ¡¡Huyamos!! -

Johnson se carcajea como si fuera el cowboy malvado de la película y saca las magdalenas de los bolsillos, les quita los plastiquitos y me los lanza como si fueran armas de destrucción masiva. Yo me llevo las manos a la cabeza y salto de la silla para esconderme debajo de la mesa, no calculo bien y me doy un coscorrón en la frente.

- Me cago en la put... piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. -

Daimhin da golpecitos en la pantalla para avisar de que Johnson y ella siguen estando, porque parece como si se me hubiera olvidado a juzgar por mi lenguaje soez. Me froto la frente, me siento de nuevo en la silla y junto las palmas de mis manos para disculparme.

- Lo siento mucho, a partir de ahora como se me vuelve a escapar una palabrota... me arrancaré un pelito de la cresta, ¿estáis de acuerdo? -

Ambos asienten y Johnson levanta dos deditos, como diciendo que he dicho una palabrota y media...

- Pero el castigo será a partir de ahora, mis descuidos de hace unos segundos no cuentan... -

Él se cruza de brazos y asiente con la cabeza, suspiro y me arranco de la cresta un pelo entero y un cachito de otro.

- Ala... ¿Contentos? -

Ellos se ríen y afirman con la cabeza, cojo un spaghetti y me lo meto en la boca. Lo absorbo rápidamente y gotitas de tomate saltan por mi cara.

Daimhin
Johnson pone los ojos en blanco y le tiende una servilleta para que se limpie, la verdad es que no sé quién es más niño de los dos. Entorno los ojos cuando al terminar de limpiarse tira la servilleta a la papelera intentando encestarla, pero cae al suelo y ni siquiera se molesta en tirarla a la papelera. Madre mía...

- Steven... -

Carraspeo mirando la servilleta, al principio no se da cuenta pero después se rasca la cresta y se levanta para recogerla y tirarla a la basura. Que desastre de chico...
Johnson termina de comerse el plato de espaguetis y al terminar se rasca la barriga con una sonrisa en el rostro y tomate hasta en la cabeza. De repente oigo unos golpes en la puerta, me giro para ver quién es.

- Adelante. -

Daanna entra por la puerta y al verla enseguida voy hacia ella para abrazarla, la Elegida me corresponde al abrazo y me pregunta qué tal estoy.

- Muy bien, estoy hablando con el pequeño híbrido y su cuidador. Ven que te los presento. -

Tiro de ella para llevarla hacia la pantalla del ordenador, pero me para y me dice que ahora no tiene nada de tiempo. Al parecer Menw la está esperando y mi allaidh también me está esperando abajo a mí. Asiento y ella sale por la puerta rápidamente lanzándome un beso.
Me doy la vuelta y voy hacia la pantalla, veo que Steven está mirando unos papeles. Me dice que ya escuchó y que sabe que me tengo que ir, lo noto raro pero no sé por qué.

- Si, mi allaidh me está esperando abajo y como no me dé prisa me espera una buena. -

Johnson me lanza besos y me dice adiós con la manita, yo le lanzo un beso y luego miro a Steven.

- Me suelo conectar por las noches antes de dormir. -

Carraspeo rascándome la cabeza.

- Así que si quieres... -

Antes de que termine la frase Steven me dice que nos vemos dentro de un rato, que él también se conectará... y de repente lo veo mucho más sonriente. A este chico no hay quien lo entienda desde luego, asiento.

- Muy bien, pues hasta entonces... -

Les digo adiós con la mano y les lanzo un beso mientras apago el ordenador y recojo todo lo que desordené. Me cuelgo el bolso al hombro y salgo con una sonrisa y una agradable sensación en el corazón, una sensación de que tal vez esta tarde haya hecho dos amigos... dos grandes amigos.

-----------------FIN DE ESCENA---------------