Cahal:
Doy un portazo después de discutir, cómo
los últimos días con Mizar, cansado me tiene, siempre lo mismo, "eres
un mierda, te odio, te mataré..." me recuesto en el sofá y
miro la pared pensativo "cómo haré para que me acepte, y acepte mi clan, no podré
vivir sin ella" me maldigo, maldigo a Freyja porque en su
día me puso este castigo por lo ocurrido en la aldea.
Niego con la cabeza y decido que lo mejor es que se tranquilice , es verdad que los dos somos muy temperamentales y eso hace que tengamos muchos encontronazos, mientras muevo el licor en el vaso, sonrío de medio lado al recordar como arruga su nariz cuando se enfada y me manda a tomar viento fresco "mi gata salvaje" me hace salir de mi sueño un golpe en la puerta "¿quién narices será?", en mi mente escucho la voz de mi hermano "el que faltaba para el duro, la verdad", me dirijo a abrir la puerta.
Menw:
Cuando Cahal abre la puerta no puedo
evitar arrugar la frente y chasquear la lengua. Mi hermano... mi querido
hermano mayor vapuleado y humillado por una humana de pelo rubio y alma de
demonio, por una mujer venenosa que resulta ser su cáraid. Me entristece el
fatal destino de mi hermano, y no estoy dispuesto a dejarlo solo.
- Hola brathair, ¿he venido en mal momento? -
Cahal niega con la cabeza pero lo noto muy distante, se aparta para dejarme pasar y yo entro mirando a todas partes por si me topo con la gata. No hay monos en la costa... Me siento en un sofá algo viejo y roído, tiene muescas de roturas y me puedo imaginar por qué. Me quito la cazadora de cuero y me siento esperando que mi hermano haga lo mismo. Se sienta a mi lado y se pasa las manos por la cara, me fijo en que tiene el cuello repleto de arañazos infectados... Se me encoge el corazón.
- Hermano, déjame ayudarte. Puedo curarte esos rasguños. -
Cahal:
- Sabes que se mejorarían de una manera más rápida pero la ¡Rubita
Creída!!! ¡prefiere lanzarme las cosas!!!! -
Grito mirando a la puerta al recordar cómo me lanzó la lámpara cuando le dije que mejor se preparase para durar más días, porque hasta que no nos aceptase no la dejaría en paz, mi hermano aparece con el botiquín y empieza a mirar las heridas que me a echo y las anteriores a ver si se curaron del todo.
No para de decirme que le deje a él, niego con la cabeza.
- Aunque nos fastidie Menw es mi caraid y tiene que aceptarme. -
Gruño da rabia al ver lo jodido que me lo ha dejado la Freyja, sus juegos son lo peor y que nosotros seamos sus peones me cabrea un montón.
- Te juro que no se por qué seguimos los juegos al son de Frijida, me tiene harto, mírame, mi caraid es humana y odia todo lo que soy, para ella ahora mismo preferiría poder abrirme en canal y darse un festín conmigo antes que dejarme hablar con ella y explicarle.
Menw:
-Freyja es manipuladora y engañosa, pero he aprendido que todo lo que hace
lo hace por un motivo de peso. Es decir, que sin sufrimiento no hay gloria,
estuve a punto de dejarme llevar por Loki y perderos a todos simplemente por el
capricho de Freyja... o tal vez por mi majadería, no lo sé... Pero aquí estoy
brathair, luchando por lo que quiero. -
Mientras desinfecto sus arañazos pongo una mano en su hombro y suspiro, me invade la rabia y la impotencia cada vez que pienso en lo mal que lo debe de estar pasando mi hermano, pero juro por los Dioses que haré todo lo que esté en mi mano para ayudarlo. Y si la humana no pone de su parte... el hecho de que acepte nuestra raza será por la fuerza.
- Tú también tendrás que luchar Cahal, tendrás que luchar como un titán para domar a esa... bueno, a esa mujer. -
Procuro no insultar a Mizar delante de mi hermano, ya que al fin y al cabo es su cáraid y a mí no me gustaría que insultaran a mi Daanna.
Cahal:
- Esa no es una mujer, es una gata indomable... -
Miro la puerta y lo único que deseo es entrar, tirarla encima de la cama y enseñarle quien es el que manda, me coloco los botones bien cuando Menw termina de mirar todo. Se escucha uno de los gritos de Mizar llamándome cretino y me levanto hecho una furia, pero Menw me frena.
- ¡Te juro Brathair que me va a desquiciar esa mujer!! la Freyja se tiene que estar muriendo de risa a mi costa. -
Se oye un golpe en la puerta, él mira preguntando qué habrá sido.
- Lo más seguro es que será algo que encontró para lanzarme, es lo único que hace, tengo que quitar todo de en medio o algún día me abrirá la cabeza, ¡y el malo soy yo!! -
Me sirvo un poco más de licor y otro para mi Brathair.
- Bueno y ¿cómo está mi cuñada?? ?mi sobrino?? -
Le pregunto para así poder tranquilizarme un poco ya que como siga así la cosa, entro y la ato y amordazo para que aprenda.
- Cuídala bien que contigo a saber, la pobre mira que elegirte, no sabe lo que hizo. -
Sonrío y veo como pone los ojos en blanco.
Menw:
Doy un trago a la copa que me ha
servido Cahal y me acomodo en el sofá apoyando un pie sobre mi otra pierna.
- Daanna está espectacular, cada día más hermosa. También está preocupada por ti, teme que hagas alguna locura con respecto a Mizar. Ella sigue pensando que es una pobre muchacha víctima de los engaños de Newscientist, y en parte lo es... pero lo que te hizo no tiene excusa. En cuanto a tu sobrinito... -
Al mencionar a mi pequeño Aodhan los ojos se me inundan de felicidad y se me dibuja en el rostro una tierna sonrisa.
- No para de preguntar por ti, tiene ganas de conocer a su tío... Le hablo de ti todos los días, está orgulloso del valiente y valeroso Cahal McCloud. -
Paso un brazo por los hombros de mi hermano y lo miro por primera vez desde hace siglos con dulzura, lo miro como cuando éramos unos renacuajos y para mí Cahal significaba grandeza y honor ya que es el mayor.
Cahal:
- Anda cacanajo, desde que eres padre andas de un sentimental... -
Le doy en el hombro y sonrío, no una sonrisa de las mías, una sonrisa de agotamiento mental, una sonrisa en la que falta la chispa que dice mi hermano, le doy el antebrazo y le miro a los ojos a mi Brathair.
- Hermanos Mcloud, si nuestros padres nos vieran Brathair... tu padre de familia y con la elegida, y yo... el mayor... -
Miro hacia la puerta de la habitación.
- Y yo mejor dejémoslo, no sé que hacer ya hermano, te juro que no sé cómo hacer para que nos acepte. -
Menw:
Noto el cansancio moral de mi hermano,
pero él nunca ha sido de los que se dan por vencidos. Sinceramente no sé como
actuaría en su situación, pensé que de los dos yo era el más paciente, pero la
paciencia se me agotó y faltó poco para entregarme a la oscuridad. Así que...
siendo Cahal tan temperamental... ¿cómo acabará todo esto? Solo espero que él
no se lleve la peor parte.
- Allaidh y mamaidh estarán orgullosos de los dos, si fueras un cobarde le estarías haciendo a Mizar todas las perrerías que te hizo ella a ti... Y me consta que no lo estás haciendo, estás siendo paciente y la estás domando poco a poco. Eres el hombre más valiente que conozco brathair, y me enorgullece ser tu hermano. -
Me termino mi copa de un solo trago y deseo que mis palabras causen un buen efecto en Cahal, pues al menos puede que le den fuerzas para soportar lo que se avecina.
- Ahora estás metido justo en el medio de la tormenta, pero te aseguro que después siempre, siempre, viene la calma. -
Cahal:
- Pues la tormenta es rubia con ojos grises, y es peor que ¡UN DOLOR DE
MUELA!!! -
Grito para que ella me escuche mientras dejo la copa encima de la mesa.
- Es como la hermana perdida de Freyja, de verdad, son tal para cual, pero sabes... no sé si merece o no, pero que disfrutaré hacerla sufrir a esa ¡Frijida descontrolada!! -
Gruño al pensar como me lanzó la leche a la mañana por la cabeza por solo decirle un ...¡hola!... se escucha un grito y como se abre la puerta saliendo como un ciclón enfurecido.
- ¡Te lo dije!! es la tormenta, ¿no dicen que a los huracanes le ponen nombre de mujer? pues el próximo que pongan el ¡MIZAR la loca!!! -
Mizar:
- Agggg a parte de aguantarte a ti...¿tengo que
aguantar a la chusma de tu familia? -
Digo con cara de repugnancia, apoyada y cruzada de brazos en el marco de la puerta mientras los miro a ambos de abajo arriba. Cahal gruñe e intenta intimidarme pero para que vea que no tengo miedo, me dirijo hacia la cocina, abro la nevera y cojo la jarra de agua.
- ¿Os apetece un vaso de agua vampiros? -
Digo con la voz más dulce que podría salir de dentro de mí. Menw me dice que no quiere agua pero el bobo de mi vanirio me dice que le lleve un vaso de agua.
"Eso es lo que quería escuchar cretino"
Sonrío con malicia y saco un vaso de cristal del armario. Salgo al salón con los dos hombres y me acerco a Cahal.
- ¡Aquí tienes rubio de bote! -
Le tiro el agua de la jarra por completo en la cabeza mojándole la cabeza, la ropa y el cuerpo.
- ¡Eso te enseñará a no meterte conmigo cuando no esté yo delante!!! -
Le pego un tortazo en la cara, me doy la vuelta y mi pelo le da en la cara. Me dirijo hacia la habitación, recta y elegante, con la barbilla alta como si yo fuera una reina. Menw niega con la cabeza con una sonrisa en los labios.
Menw:
- Tiene mal genio la muy... soberbia.
-
Suspiro algo frustrado por presenciar con mis propios ojos a lo que tiene que enfrentarse mi hermano, esa mujer es pura dinamita y va a conseguir que Cahal pierda el juicio. Sin embargo, hoy por primera vez he visto en ella algo que me había comentado mi Daanna, me he fijado en sus ojos y he observado un matiz de miedo e incluso esperanza. Una pequeña chispa, casi invisible para el ojo humano pero que a un vanirio no se le escapa. Mizar está asustada, aunque intente aparentar lo contrario, y en el fondo de su ser desea que todo esto acabe pronto. ¿Pero qué es lo que querrá? ¿Querrá aceptar a Cahal de una vez por todas o querrá salir de aquí y olvidarnos para siempre? El gruñido de Cahal me saca de mis pensamientos, intenta abalanzarse sobre Mizar antes de que ella entre de nuevo en la habitación, pero gracias a los Dioses soy rápido y sujeto a mi hermano por detrás para que no la destroce.
- Paciencia brathair... Eso es lo que ella quiere, hacerte perder el control. Tenéis que llegar a un acuerdo, esto no puede continuar así. -
Cahal:
Miro mi ropa mojada y como se larga a la habitación, me suelto del amarre
de Menw.
- ¿Paciencia??... ¿Paciencia con ella? ¡y una mierda!!, si no me echa las cosas por encima me echa cualquier cosa que está cerca suyo, ¿llegar a un acuerdo con ella?? es más fácil que el Ragnarök se solucione, el infierno se congelara antes de que esa y yo podamos entendernos... -
Sirvo otras dos copas, una me la bebo de un trago mirando la puerta abierta donde está Mizar, solo tengo ganas de entrar y darle una cachetada haciéndola ver que así no conseguirá que la deje tranquila.
Siento la voz de mi hermano que me dice algo y sacudo la cabeza sirviéndome otra copa y acercándosela de él.
- ¡MIZAR!!! Ahora que me has mojado, por lo menos tráeme algo para secarme ¿no?? o ¿eres así de rastrera?? -
Digo mirando a la puerta, mi Brathair me dice que no le busque, que deje que se tranquilice.
- Me encanta verla fruncir el ceño enfadada, es como Daanna cuando te mandaba a paseo. -
Le guiño un ojo a mi hermano.
Mizar:
- ¡CALLATEEE Y DEJA DE DARME ORDENES! -
Odio que esté todo el día dando órdenes, ni que fuera Hitler....
Prefiero no empeorar las cosas y me dirijo al armario para buscarle ropa. Pero de repente se me ocurre algo....Abro el lado del armario que Cahal me ha dejado para mí y cojo una falda y una camiseta con un escote demasiado escandaloso, también cojo un sujetador y unas bragas.
Me asomo a la puerta escondiendo la ropa detrás de mí.
- ¡EH TU! ¿DE VERDAD QUIERES ROPA LIMPIA? -
Grito desde el marco de la puerta. Él me dice que sí, que se la traiga de una puta vez. Sonrío de medio lado.
- ¡TOMA, AQUI TIENES MICROPICHA! -
Le lanzo la ropa a la cara y la sujeta con las manos... cuando ve que es ropa de tía....
Menw:
- Hermano, antes de que hagas cualquier locura piensa que... -
No me da tiempo a decir nada más, Cahal pega tal grito de rabia que Mizar y yo nos tapamos los oídos. Tira la ropa a un lado de mala gana y se levanta como impulsado por un muelle invisible, se acerca a Mizar y la coge por los brazos con brutalidad. No para de repetir que está harto de aguantar sus tonterías, me acerco a ellos y los separo poniéndome entre los dos.
- ¡¡Ya está bien joder!! Sois peor que los pequeñajos de la escuela de Aileen, comportaos como personas adultas y usad el diálogo. -
Ambos gruñen y se dan la vuelta dándome la espalda con los brazos cruzados, parecen dos niños de guardería. Resoplo y encuadro mi espalda para parecer más amenazante con mis palabras.
- Veo que os seguís comportando como dos infantes mocosos y malcriados, pues bien... Os trataré como tal. Cahal, vas a darte la vuelta y le vas a pedir perdón a Mizar por haberla insultado independientemente de que se lo merezca... Le vas a pedir perdón y tan contentos. Mizar, tú después harás lo mismo y os abrazaréis. Como no me hagáis caso os juro que os vais a acordar de quien soy, y os aseguro que no os voy a sanar precisamente.-
Cahal:
Me giro lleno de rabia y miro a mi
hermano "ni se te ocurra hacerme esto, no puede hacerme ver que me pueden
doblegar, no!!" Le digo mentalmente mientras ella sigue sin mirarnos a la
cara, él me mira y me señala para que lo haga.
- ¡Mizar!! Perdón, perdóname por llamarte eso aunque la verdad sea dicha, mejor te viene la denominación de peliteñida de mercado barato, ¡frijida!! -
Le grito pegado a su cara sintiendo rabia al recordar todo lo que me a echo, después de cuatro meses, todo lo que está haciendo con la mandíbula tensa mirando sus ojos.
- Eres peor que un dolor de muelas... luego hablaré yo claramente contigo... -
Mi hermano intenta separarme pero mi cuerpo tenso hace que le cueste.
Mizar:
- No pienso pedir perdón al chihuahua este.... -
Cahal me mira con cara de pocos amigos.
- Y si, Cahal...lo de chihuahua va por tu rabo, ya sabes por ese problemilla de crecimiento que tuviste ahí cuando diste el estirón...lo digo por si lo que tienes ahí abajo no se ha dado por aludido. -
Alzo mi barbilla mirando hacia otro lado.
- ¡Ah! y que sepas que me es indiferente que me llames peliteñida y frigida... -
Sonrío y lo miro.
- Seré frígida contigo pero no con los demás hombres. -
Chasqueo la lengua y me meto en la habitación orgullosa de ser quien soy.
Menw:
Cahal se sienta en el sofá y se pasa
las manos por la cabeza nervioso, atormentado, exasperado... Mizar está sacando
cada vez más el demonio que lleva dentro, está envenenando el poco sentido
común que le queda a mi hermano después de todo lo que ha pasado. Freyja, ¿por
qué no tienes un poco de compasión? Cahal no se merece esto...
- "Brathair, sé que me vas a decir que no pero... ¿Por qué no regresas con ella al clan? Entre todos te podemos ayudar a conseguir que Mizar te acepte". -
Me arrodillo en el suelo en frente suyo, como me esperaba Cahal niega con la cabeza y me dice que es un asunto que solo les concierne a Mizar y a él.
- ¡Maldita sea! Eres un testarudo, los demás conocen a Mizar... Te recuerdo que la mantuvimos un pequeño plazo de tiempo en nuestros dominios, tal vez lo que necesite sea... apoyo femenino, ya sabes. Mi pantera, la híbrida, la cazadora, María la mujer de As... -
Cahal:
- No, no puedo volver de nuevo donde los demás, aún estoy por recuperarme,
sé que ella no me ayuda mucho, además el mero hecho de pensar en que cuando
todos me miren, verán a Cahal, pero esperan al antiguo y ese murió en el
momento que Mizar me cortó y me insultó haciendo sentir el dolor.
Aún me tengo que aclarar yo mismo, no estoy para enfrentar a los demás Brathair, no puedo aún. -
Niego con los ojos el mero hecho de tener que ver en sus ojos la pena, no quiero que nadie siente pena por mí, cuando me llama testarudo sonrío y rio.
- Me lo dice quien estuvo 2000 años sin dar el brazo torcer y hablar con Daanna pensando en milagros... -
Le doy un abrazo de hermano "gracias hermano".
Menw:
- Y reconozco que fui un necio, me merezco lo peor por haber estado tan
ciego y por haberle hecho daño a ella... a ella y a nuestro hijo, es algo que
jamás me podré perdonar. -
Nos fundimos en un fuerte abrazo y doy unos cuantos golpecitos en su espalda, suspiro.
- Gracias a ti por ser tan fuerte, por no haber perdido aún la razón, por ser tan valiente... Otros hubieran tirado la toalla muy rápido, tú estás aguantando como el vanirio indomable que eres. Te admiro mucho hermano. -
Continuo de rodillas en el suelo cuando terminamos de abrazarnos, noto como Cahal se aguanta las ganas de llorar de rabia y cansancio... Pocas veces en mi vida lo he visto llorar, y creo que le vendría bastante bien hacerlo.
Cahal:
Me froto la cara y le miro con una
sonrisa, se que está preocupado por mí , "irónico, mi hermano pequeño
cuidando de mi", los dos reímos y me dice que no es así, que él no me
cuida , que ya me cuido yo solito, le doy el antebrazo y me ayuda a levantarme
del sofá.
- Tranquilo, bien sabes que no existe nada que consiga agotarme, a bueno ha venido esta rubia, tranquilo Brathair. -
Los dos sabemos que aún me queda un camino largo por recorrer y de conseguir que ella nos acepte.
- Anda, yo tengo a la mía aquí pero tu pantera te espera, tranquilo, dale un beso de parte mía y saluda a mi sobrino. -
Él se dirige a ponerse la chaqueta y mis ojos se dirigen a la puerta donde me espera la gata con las uñas en alto.
Menw:
Me pongo la chaqueta y le doy un
último abrazo a mi hermano como despedida.
- A mi pantera no solo le daré un beso de tu parte, le daré muchos. -
Le doy una palmadita en el hombro y me río. Espero que la próxima vez que lo visite la situación haya mejorado, sino me veré obligado a tomar medidas porque no voy a consentir que mi hermano siga sufriendo en vano. Mizar tendrá que aprender y si no es por las buenas, tendrá que ser por las malas...
- Nos vemos brathair, cuídate mucho. -
Me dirijo a la puerta y me marcho.
Cahal:
Respiro hondo y me doy un momento para pensar bien, llevo bastante con ella
y aún sigue reticente a lo de nuestra raza, creo que no es consciente de lo que
es capaz de hacerme, de cómo me tiene atado, ella cree que la mataré o algo
peor, pero no es así, la quiero conmigo para siempre, llevo 2000 años
buscándola y pensar que ella no quiere ni que la mire...
Me froto la cabeza rapada y miro de nuevo a la puerta y una sonrisa se curva en mi cara al pensar que pelearemos de nuevo, pero me encanta verla enérgica, con su ceño fruncido mirando con esa superioridad tan de los vanirios, esa fuerza de pelear que tiene perfecta para los vanirios, me acerco a la puerta y abro seguido me tengo que agachar porque por encima mío pasa la jabonera del baño.
- Has fallado rubita. -
Ella me grita que me largue, pero cuanto más me dice eso, más deseo estar con ella.
- Adoro los retos... -
------------------------------FIN ESCENA------------------------