domingo, 26 de agosto de 2012

Corazones Congelados (Escena FF: Bryn & Ardan)



Bryn
Paso un trapo por la barra para limpiar, la gente comienza a irse ya que se ha hecho tarde. Solo queda algún que otro borracho como adornos de la taberna porque vienen todos los días. Algún que otro borracho y... Ardan, por supuesto, él siempre se queda el último. Mientras estoy con mis labores no dejo de mirarlo, ¿quién demonios será esa mujer con la que hablaba antes? Era una mujer espectacular, muy hermosa, muy sofisticada... muy... muy vaniria si mis sentidos no me fallan. Ardan permanece en su sitio de siempre, sentado de cualquier manera con los pies encima de la mesa y ese aspecto serio y amenazador. Por los feos de los enanos, ¿por qué tiene que ser tan guapo?... Pongo los ojos en blanco y me acerco a su mesa, gruño y le retiro el pie de un manotazo.

- ¿Nunca te han enseñado que es de mala educación poner los pies encima de la mesa? Eres un desconsiderado Ardan... -


Apoyo mis manos a cada lado de las caderas y lo miro con una ceja levantada, él se quita el palillo de la boca y comienza a reírse.


- ¿Se puede saber de qué te ríes? -

Ardan
Mientras me quita los pies de la mesa de un manotazo, yo comienzo a reírme cual loco. Me pongo de pie mirando sus preciosos ojos azules y esa boquita que pide a gritos que mis labios la rocen y la besen hasta decir basta.
Por fin salgo de mi inopia y me doy cuenta de la realidad. Me doy cuenta de que estoy delante de ella con ganas de devorar sus labios con fiereza y de tomarla ahí mismo, encima de la barra del bar.

- Y... ¿A ti nunca te han enseñado que no debes pegar a tus mayores? -


Mi voz suena fría... Alzo una ceja y veo como ella sonríe de una manera irónica. Me acerco un paso más hacia ella para intentar intimidarla, pero ella da otro paso con la cabeza bien alta y me mira a los ojos.


- ¿Tienes algo que decir, Generala de pacotilla? -


Sonrío de lado, sé que odia que la llamen así y me encanta ver su cara. Parece que va a asesinarme en cualquier momento.

Bryn
Aprieto los puños dejándome las palmas de las manos blancas y le pego un puñetazo en el hombro. Con gusto le daría una descarga en el culo, pero en la taberna no puedo usar mis poderes.

- Como vuelvas a llamarme Generala de pacotilla te juro que te arrepentirás de haber nacido isleño. -


Aprieto los dientes y lo fulmino con la mirada, Ardan pone sus manos en mis hombros y yo me aparto gruñendo.


- ¿Se puede saber quién era la mujer esa con la que hablabas antes? Ya te dije una vez que estoy cansada de que traigas a tus fulanas al bar, esto no es un picadero ni una casa de citas. -


Se lo digo con toda la maldad del mundo, utilizo un tono de voz frío y cortante... Si ahora mismo me muerdo la lengua me enveneno.

Ardan
Miro sus ojos fijamente con expresión seria.

- Entonces... -


Me quedo callado unos instantes.


- Tú eres una fulana por estar hablando aquí y ahora conmigo... ¿No? -


Intento que mi tono sea lo mas frío posible para intentar dañar su orgullo.


- Además, tú no eres nadie para decirme con quién puedo y con quién no puedo venir a esta taberna de mala muerte... Es un sitio público y puedo venir con cuantas mujeres me plazcan... Como si me traigo un equipo de fútbol entero de mujeres y me meto con ellas en el baño. -


Veo que se muerde la mejilla por dentro intentado controlar su furia.

Bryn
- Eres un insensible, un grosero, un maleducado, un idiota... -

Mientras le dedico todos los insultos que se me ocurren los acompaño con puñetazos en su pecho, pero Ardan ni se inmuta. Cuando me canso gruño y me doy la vuelta de mala gana, conteniendo las ganas de matarlo y de besarlo al mismo tiempo.


- Jamás tienes consideración por nada, me restriegas por la cara a tus mujeres y ni siquiera te importa como me pueda sentir... Te mereces todo mi desprecio. -


Cruzo mis brazos por delante del pecho dándole la espalda a Ardan, se me ha roto el corazón tantas veces que ya no sé ni como sentirme. Ardan... mi comienzo y mi final, mi felicidad y mi tortura, mi amor y mi odio... Ardan lo es todo para mí.

Ardan
Me coloco tras su espalda y comienzo a hablar serio.

- Tú perfectamente sabes quién era esa mujer morena que estaba sentada conmigo, ¿o no? ¿Qué pasa, que tus amigas valkirias no te informan de nada? Lo que yo te decía, eres una Generala de pacotilla... Tus valkirias no te toman en serio... -


Sonrío de medio lado, sé que eso toca su fibra sensible. Se da la vuelta con los ojos cambiando de sucesivamente.


- ¿Qué me vas a hacer? ¿Me vas a freír como un huevo frito valkiria? ¡Aquí te espero! -


Abro los brazos a cada lado dejando mi pecho al descubierto, retándola a que me suelte un rayo. Ella mira a su alrededor y ve que todo el mundo se a ido ya, desvía la mirada hacia el reloj que está colgado en la pared y ve que es hora de cerrar. De repente sonríe y con los ojos rojos como dos rubíes me fulmina con la mirada. Abre la palma de su mano y apunta hacia mi pecho.


- No te atreverás a hacerlo Generala... No tienes cojones. -


Sigo plantado a unos centímetros de distancia esperando a que dispare. De repente veo que de su mano comienzan a emerger pequeñas chispas. Yo sonrío como un estúpido inconsciente de lo que me puede llegar a pasar, o tal vez más consciente que nunca. De un momento a otro ella dispara contra mi pecho... No es un rayo muy fuerte, no me a provocado ninguna conmoción, pero yo caigo hacia atrás y cierro los ojos haciendo como que me desmayo. Al ver que no me levanto, ella viene corriendo hacia mí y yo la veo por el rabillo del ojo. Comienza a moverme desesperada mientras grita mi nombre. Está muy asustada, intento no reírme... Cuando menos se lo espere saltaré y le daré un buen susto.

Bryn
- ¡¡Ardan!! Por las pestañas de Freyja... ¡¡Reacciona!! -

Me siento a horcajadas sobre él y zarandeo sus hombros desesperada, como no se despierte yo... yo... no lo quiero ni pensar. Comienzo a abofetearlo a ver si así reacciona, más daño del que ya le he hecho no le voy a hacer.


- Ardan, por lo que más quieras... reacciona... -


Cierro los ojos y una lágrima rebelde recorre mi mejilla hasta caer sobre su cuello. Justo en ese momento Ardan abre los ojos y se incorpora de golpe provocando que me asuste y caiga hacia atrás. Me quedo tumbada en el suelo con las piernas hacia arriba, como una cucaracha cuando se da la vuelta y no puede levantarse.


- ¡¡Maldito!! Seguro que todo ha sido una patraña de las tuyas, te odio... -


Me levanto y me seco con un manotazo las lágrimas que han salido después de la primera. Como siga descargando rayos y centellas puedo propiciar un gran desastre en la taberna, así que cojo una de las bandejas y corro hacia él dispuesta a estrellársela en la cabeza. Pero no contaba con que Ardan es fuerte y ágil, antes de conseguir mi objetivo me quita la bandeja y me empotra contra la pared apresando mis manos por encima de mi cabeza.

Ardan
- Eres una Generala muy mala que no sabe aceptar una broma... -

Sonrío de medio lado mientras miro sus ojos con una mirada penetrante y arrebatadora. Después deslizo mi mirada poco a poco hacia su nariz, y seguidamente hacia su boca. Dejo mi vista fija en esos labios tan carnosos y mordibles que están pidiendo a gritos que los devore como una bestia sin dar tregua a que pueda hablar. Ella me está mirando con el ceño fruncido... Me relamo los labios y algo se apodera de mí, no sé lo que es... la fuerza de las estrellas... Dios... No sé como llamarlo, pero la bestia que llevo dentro me posee y mientras sujeto su cabeza con ambas manos comienzo a besar sus labios con pasión... sin importarme lo que esta valkiria tozuda me diga. Meto mi lengua dentro de su boca mientras enredo mis dedos sobre su sedoso pelo rubio, mi lengua se desliza a su antojo recorriendo toda su boca. Gimo al sentir que ella siente la misma pasión que estoy sintiendo yo. Me separo unos centímetros de sus labios y comienzo a susurrar.


- Bryn... Yo... –

Ella niega con la cabeza y sigue besándome.

Bryn
Rodeo su cuello con mis manos y lo atraigo bruscamente hacia mi boca, me adueño de sus labios ardientemente... como si me fuera la vida en ello... esos labios que solo me pertenecen a mí, a nadie más. Araño su cuello con mis uñas, y como aún estoy enfurecida dejo rastros de quemaduras, pero no parece importarle. Profundizamos el beso y Ardan me aprieta aún más contra la pared, yo me contoneo con su cuerpo frotando mi pelvis contra la suya.

- Por todos los Dioses Ardan... Te echaba tanto de menos... -


Ardan vuelve a besarme como poseído por el espíritu de la pasión y recorre mi muslo con su enorme mano, sube hasta arriba y yo me tenso. Me separo de sus labios jadeando y susurro.


- Si me vieran ahora mismo mis valkirias... seguramente no me volverían a tomar en serio jamás... y no me quiero ni imaginar si me viera Freyja. -


Sonrío de medio lado imaginándomelo, pero frunzo el ceño al ver que Ardan se aleja de mí con un gesto de decepción y... odio.

Ardan
Al escuchar esas palabras dañinas para mi ser me separo de ella como si hubiera visto un fantasma. Me quedo quieto a unos cinco centímetros de distancia y la atravieso con la mirada. Comienza a sonar la canción My inmortal de Evanescence...



- Tus valkirias y tu diosa... como no... -

Río irónicamente.


- ¿QUÉ PASA, QUE NI EN ESTOS MOMENTOS PUEDES DEJAR DE PENSAR EN ELLAS? -


Pego un grito que hace que retumben los cristales.


- Está claro que siempre serás la Generala, que solo vas a vivir por y para tus valkirias... Para ellas y para la odiosa de la frígida de Freyja... -


Me alejo más de ella porque se acerca hacia mí poco a poco.


- No te acerques valkiria... Está claro que tú y yo no podremos estar juntos nunca... Tu vocación te llama... ¿No? Pues vete... Vuelve con tu asqueroso ejército y olvídame... -


Cada palabra que suelto por mi boca es más fría que la anterior y las lágrimas de ella comienzan a emerger de sus ojos.

Bryn
- Ardan yo... lo siento, pero jamás puedo olvidar mi cargo. Y si eso es un problema para ti, entonces tienes razón... Jamás podremos estar juntos. -

Intento dejar de llorar por orgullo, pero las lágrimas salen solas y son difíciles de detener. Me tapo el rostro con mi cabello y me doy la vuelta para no mirarlo más, porque si sigo mirando a Ardan mientras él me asesina con la mirada definitivamente me volveré loca.


- Será mejor que te marches Ardan... y hagamos como que esto no ha pasado nunca. -


Éstas han sido algunas de las palabras más duras que he dicho nunca, voy a volver a perder a Ardan por necia y por orgullosa... Ardan, jamás dejaré de amarte.


- Adiós... para siempre. -


Continúo dándole la espalda, me acaricio los brazos porque siento un frío glaciar recorriendo todo mi cuerpo. Cierro los ojos y me trago toda la tristeza que siento. Y encima esa maldita canción de Evancescence no deja de sonar... lo hace todo más doloroso.

Ardan
Siento como si me estuvieran pinchando con un punzón en el corazón y en el estómago, no aguanto estar más en este lugar. No puedo estar a dos centímetros de ella sin lanzarme como un lobo a besar sus labios, sin oler su cabello rubio... sin sostenerla con mis brazos.
Es una valkiria orgullosa donde las haya y sé que así esto no podrá funcionar nunca... No podremos estar juntos en la vida con su actitud, pero estoy enamorado de ella... No puedo evitar este dolor que siento al darme la vuelta e ir caminando hacia la mesa donde tengo todas mis pertenencias. Cojo mi abrigo, me lo pongo y abro la puerta de la taberna. Me quedo parado mientras la miro con dolor y tristeza."Adiós valkiria... Sé que algún día volveremos a encontrarnos... y entonces sí podremos estar juntos."

Salgo por la puerta dejando a Bryn llorando en la taberna, miro el cielo un momento.


- Malditos dioses de los cojones.... No sabéis lo mucho que os odio... -


Me voy de allí, maldiciendo y echando pestes por la boca...


_________________FIN DE ESCENA____________________

3 comentarios:

  1. Ufff, qué pedazo de escena. Está tan bien contada, tan bien descrita, que lo he visto todo como si estuviera allí, o mejor aún, como si yo misma lo viviera. Vaya dos!!!

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  2. Coincido con Melibea, es taaaan real! Me encanto!

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  3. Ufff,sin palabras!! Quiero mas.....me ha gustado mucho!

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