Steven
Mientras el pequeñajo Johnson se come un yogur sentado en la mesa mirándome fijamente con esos ojazos azules que tiene, yo espero pacientemente delante del ordenador a que se conecte mi princesa rubia. Desde que la conocí a través de la pantalla no puedo dejar de pensar en ella, me conecto todos los días y hago videoconferencia con Londres con la esperanza de volver a verla. Pero... desde entonces no se ha vuelto a conectar. Me da igual, me dan igual los días que tenga que esperar pero no me pienso rendir. Johnson sonríe, parece como si supiera a la perfección lo que me pasa y en cierto modo me comprendiera. Le devuelvo la sonrisa y le saco la lengua, justo en ese momento se enciende una lucecita en la pantalla y de repente... la veo, veo al ángel más hermoso del mundo: Daimhin. Ella mira la pantalla de su ordenador con una ceja rubia levantada, sigue desconfiando de mí y eso me asusta mucho. Me coloco bien en la silla y la saludo con la mano y una sonrisa de tonto que me persigue desde que la conozco.
- ¡Bella Daimhin! Espera, no te vayas por favor... Soy yo, Steven, ¿me recuerdas? -
Ella me mira con sus grandes ojos expresivos, ya sabe que no soy una valkiria ni alguien conocido y desde entonces parece como si... me temiera. Yo jamás podría hacerle daño a un ser tan bello, ¿quién entonces ha osado perjudicarla? Como me entere de que alguien la ha lastimado juro por Odín que se las tendrá que ver conmigo.
- Dime que te acuerdas, seguro que sí. Soy la valkiria masculina, la valkiria más hermosa de todas y la que tiene el peinado más sensacional. -
Intento bromear con ella para que se ría un poco, pero no sé si lo conseguiré. Johnson se termina su yogur y permanece sentado en la mesa, como si quisiera dejarnos intimidad a Daimhin y a mí.
Daimhin
Lo miro con los ojos abiertos y luego miro su... peinado si se puede llamar así. No conozco a muchas valkyrias... bueno, a ninguna, y apostaría que ellas no están muy de acuerdo con llevar esa cosa que lleva en el pelo. Miro a mi alrededor deseando que alguien entre, pero por desgracia estaré sola un buen rato y me dijeron que estuviera atenta por si alguien se ponía en contacto con nosotros, así que muy a mi pesar tendré que atenderlo. Intento ver lo que hay a su alrededor pero está tan pegado a la cámara que me es imposible ver nada más, parece que lo veo en 3D como en el cine.
- Sí que te recuerdo, eres el cuidador de Johnson el Terrible. Recuerda lo que te dije de las vitaminas, dadle... -
Antes de que termine de decir nada, Steven con una sonrisa me dice que cinco sobres de un gramo al día y se queda delante del ordenador esperando algo que no sé muy bien lo que es. Frunzo el ceño y no puedo evitar fijarme nuevamente en sus ojos, son tan... raros.
- ¿No está contigo el híbrido? -
De repente veo como una cabecita pequeña se asoma y Steven se aparta un poco, levanto la mano y saludo al niño.
- Hola pequeño. -
Él me sonríe tímidamente levantando su manita y luego vuelve a desaparecer de la pantalla. Steven vuelve a acercarse todo lo posible a la pantalla, tengo la sensación de que quiere meterse dentro de ella... si no es que no lo entiendo.
Steven
Me molesta un poco que solo quiera ver al pequeño, yo quiero ser el único dueño de sus pensamientos... pero no puedo pedirle peras al olmo, soy un completo desconocido para ella. Después de que Johnson desaparezca de la pantalla vuelvo al ataque, intento ocupar todo el espacio para que me vea bien y no se olvide nunca de mí. Yo jamás me olvidaré de ella... Apoyo los codos en la mesa y los puños en las mejillas, me inclino tanto hacia delante que pego mi nariz en la pantalla. De pronto Daimhin suelta una carcajada, se está riendo de mí por todo lo alto y eso me encanta.
- ¿De qué te ríes princesa de los vanirios? -
Ella dice que se ríe de mi cara de besugo. Prefiero que piense que soy un payaso a que me ignore por completo, verla sonreír es terapéutico para mí. Si es que no puedo dejar de mirarla... ¿Qué me ha hecho esta chica?
- Johnson el Terrible se ha sonrojado porque eres muy guapa, y yo pienso lo mismo... -
Ese piropo en vez de complacerla ha provocado que se ponga más nerviosa, intenta irse pero yo lo impido antes de que sea demasiado tarde. Ojalá pudiera meterme en la pantalla, pero como no puedo espero que mis palabras basten.
- ¡¡No, princesa!! No te vayas, por favor... Solo quiero hablar contigo, si quieres pongo un poco de música para que te relajes. Elige la canción que quieras, tú mandas. –
Daimhin
Me quedo pensando durante unos segundos mirando como Steven agarra con fuerza la pantalla y me mira serio, creo que dice la verdad... No quiere que me vaya e intento pensar que él está al otro lado de la pantalla, así que si me siento mal por cualquier cosa sólo tengo que darle a un botón. Vuelvo a sentarme en la silla y lo miro seria.
- No soy ninguna princesa, me llamo Daimhin. -
Cuando digo mi nombre oigo como suspira y ladea la cabeza mirándome con esa sonrisa permanente que tiene en la cara, creo que el tinte que tiene en la cabeza le afecta a las neuronas. Veo que no dice nada, me encojo de hombros sin saber muy bien que decirle.
- No conozco mucha música. He estado secuestrada muchos años, apenas ahora estoy aprendiendo algunas cosas. -
Me viene a la cabeza la canción que tenía puesta la otra vez y la verdad es que me gustó mucho, de hecho la busqué en Internet y la tengo en mí iPod.
- Aunque el grupo que tenías la otra vez me gusta, no lo conocía hasta que lo escuché en la última videoconferencia. -
Veo como empieza a teclear en el ordenador como un loco mientras enchufa su iPod al ordenador y me dice que tiene todos sus CDS, que ahora mismo me los está enviando pero que son muchos y tardarán un poco... Asiento.
- Vale, pues muchas gracias Steven. -
Vuelve a suspirar cuando digo su nombre y decido no darle más importancia a sus suspiros, quizás tenga un tic o algo por el estilo. De repente empieza a sonar una música de fondo y Steven me pregunta si me gusta, me quedo durante unos segundos escuchándola y no puedo evitar sonreír.
- La verdad es que sí, me gusta mucho. -
Mis dedos empiezan a dar pequeños golpecitos en la mesa al ritmo de la música y Steven empieza a emocionarse detrás de la pantalla, hace como si estuviera tocando la batería. De repente la cabecita de Johnson asoma por detrás y lo mira, pone los ojos en blanco y luego me mira a mí como con una mirada que me dice que eso en él es normal. Decido hacerle caso al niño, así que dejo que Steven termine su particular concierto.
Steven
- Algún día, cuando todos los problemas pasen, si tú quieres... podríamos ir juntos a algún concierto de Nickelback, sus directos son una pasada. -
Cojo a Johnson en brazos y lo siento sobre mis rodillas para que Daimhin se enternezca, al parecer mi propuesta de ir juntos a un concierto no le ha hecho mucha gracia.
- Pero... si no quieres tampoco pasa nada, yo con comunicarme contigo me conformo. -
Por supuesto que no me conformo, yo quiero tenerla cerca... muy cerca. Pero eso es casi una misión imposible, al menos por ahora.
- Me encargaré de enseñarte buena música, buenas películas, fotos de lugares increíbles... ¿Alguna vez has estado en Escocia? Me la conozco como la palma de mi mano, ¿nos imaginas a los dos paseando en este paisaje de ensueño? -
Le envío una foto de Escocia para que se lo imagine.
- Bueno... También nos podría acompañar el Terrible. –
Daimhin
Parpadeo varias veces al ver las confianzas que se toma conmigo y como coge a Johnson en sus brazos como si pensara que así le prestaré más atención, este chico es bastante raro. Miro la foto varias veces y veo como Johnson señala a la pantalla y niega con la mano varias veces, Steven le da unos golpecitos cariñosos en la cabeza y luego me sonríe. Le guiño un ojo a Johnson y luego miro al chico de los ojos amarillos.
- Lo que el híbrido quiere decir es que si voy a Escocia... -
Cosa poco probable o imposible.
- No creo que el sol me siente muy bien, soy vaniria y desde luego no quiero quedar crujiente por un paseo. -
Johnson le mira divertido y cruza sus brazos esperando a ver como sale de esta, le sonrío y hago un gesto con la mano para restarle importancia y vea que no me sentó mal... Todo lo contrario, le agradezco el detalle porque se esfuerza mucho en hacer que me sienta cómoda, pero a mí me cuesta un poco. Steven se rasca la cabeza pensando en su respuesta y yo decido ser amable con él.
- Mejor daremos ese paseo por la noche, ¿qué te parece? Seguro que el castillo está precioso iluminado por las luces. -
Veo como se dibuja una gran sonrisa en su rostro y se relaja un poco.
- Si algún día venís a Inglaterra me encantará enseñárosla. -
Steven
Noto que Daimhin comienza a sentirse más cómoda con mi presencia y esa es una gran noticia, me pone muy contento que ya no se asuste de mí. Johnson aplaude con sus manitas y sonríe de oreja a oreja, creo que la idea de visitar Londres le encanta.
- No te preocupes Daimhin, jamás haría nada que te pusiera en peligro. Tienes razón, toda la razón, el castillo por la noche es muy hermoso. Aunque, si alguna vez lo visitaras, tendría que competir con tu belleza sin lugar a dudas... -
Ella se sonroja y baja la mirada, yo reacciono al instante. Pongo mi dedo índice en la pantalla, justo sobre la zona de su mentón, y lo deslizo hacia arriba como simulando que alzo su barbilla para que levante la mirada.
- No bella Daimhin, jamás bajes tu preciosa mirada. Las chicas valientes como tú siempre deben ir con la cabeza bien alta, para comerse el mundo y triunfar. Y los pringadillos como yo si tenemos el honor de presenciar vuestra belleza no puedo más que hacer una humilde y cordial reverencia. -
Recito mis palabras como un trovador y simulo que Johnson es mi instrumento y toco unas notas frotando su barriguita con mis dedos provocando que se parta de risa por culpa de las cosquillas. Daimhin ya no puede contener más la risa y explota en carcajadas al igual que yo.
- Vale... Lo reconozco... Ha sonado más cursi que el teléfono móvil de Paris Hilton, pero es que los poetas como yo no podemos ocultar nuestros tesoros lingüísticos. Y mucho menos cuando tengo delante a la mismísima princesa de los vanirios. -
Le guiño un ojo y Johnson me achucha un moflete.
- Cambiando de tema, por supuesto que al pequeñajo y a mí nos encantaría que nos enseñaras Inglaterra. ¿Sabes lo primero que haría en cuanto llegara? Intentar hacer reír a los soldados reales, esos que parece que llevan una mofeta disecada en la cabeza. Y el Terrible y tú seréis testigos, ¿qué te parece? –
Daimhin
No puedo evitar reírme una y otra vez con sus ocurrencias y con sus comparaciones, la verdad es que es todo un figura este Steven... no me extraña que Johnson lo mire con esa adoración. No sé si Steven se da cuenta pero ese híbrido lo tiene como referente.
- La verdad es que es muy difícil conseguir eso. -
Antes de que termine mi frase veo como el pequeño señala a Steven y me dice por señas que seguro que lo consigue, asiento.
- Oh no lo dudo, Steven sería capaz de escandalizar a la mismísima reina de Inglaterra. Pondría el palacio de Buckingham patas arriba, estoy convencida. Creo que ya puedo ver a la reina bailando al ritmo de Nickelback. -
Los tres estallamos en una carcajada y la verdad es que ni siquiera recuerdo la última vez que me reí y menos de esta manera, ese chico extraño de pelo rojo y ojos amarillos hace que disfrute riendo y diciendo tonterías... Hace que me sienta bien.
- Anda que no os lo pasáis bien vosotros dos ni nada. -
Miro al híbrido y le sonrío.
- Me das un poco de envidia, que lo tienes para ti solito. -
Tan pronto como pronuncio esas palabras me doy cuenta de que a lo mejor se pueden malinterpretar, carraspeo nerviosa y me llevo la mano a la nuca acariciándola mientras intento cambiar de tema o explicar lo que dije. Noto calor en mis mejillas, lo que significa que tienen que estar coloradas. Paso mis manos por el teclado del ordenador.
- ¿Llueve por ahí? -
Muy bien Daimhin, eres muy sutil.
Steven
¿Acaba de decir lo que acaba de decir? Trago saliva y me aclaro la garganta, se nota que se ha puesto nerviosa pero en el buen sentido. No sé quién de los dos está más colorado, si ella o yo. Johnson se limita a mirarnos con una divertida sonrisa, como si supiera exactamente lo que ambos estamos pensando.
- Eh... Bueno, ahora mismo no llueve pero el clima es bastante parecido al de Inglaterra... -
Suelto una risotada y ni siquiera sé por qué, yo también me he puesto nervioso por sus palabras. Tal vez no quería decir lo que yo creo, o se ha expresado mal, pero a mí no me han sabido nada agridulces... Me han llegado muy adentro.
- Estoy... estoy pensando en teñirme la cresta de rubia, ¿tú qué piensas Daimhin? -
Otro cambio de tema tonto, ¿pero qué nos pasa? De repente, mientras Daimhin se piensa la respuesta, Johnson saca un mini peine del bolsillo de su pantalón y se incorpora un poco dispuesto a peinarme la cresta.
- ¿Estás seguro campeón? Pero déjame bien guapo eh, más de lo normal al menos. -
Miro a Daimhin y le guiño un ojo como pensando "niños... les das un peine y ya te convierten en la muñeca mil peinados". Mientras Johnson me peina decido poner otra canción, esta vez de otro grupo que me encanta: Aerosmith.
- Espero que te guste esta canción princesa, es una de mis favoritas en el mundo entero y te la dedico. Espero que la disfrutes.-
Daimhin
Sonrío al escuchar la canción, la verdad es que vi con mi brathair la película y nos encantó a los dos. Apoyo la cabeza en mi mano y sonrío al ver como Johnson peina a Steven y lo deja hecho un cromo, con algunos pelos de la cresta colgando para todos los lados. Pongo la mano en mi boca y al ver mi reacción él se levanta rápidamente dejando al híbrido en el suelo y se mira al espejo, abre los ojos como platos y le saca el peina al niño mientras le dice que su futuro no está en un salón de belleza. Se recoloca como puede su cresta y vuelve a sentarse delante del ordenador con su sonrisa.
- ¿Sabes? Deberías de dejar que Johnson el Terrible te tiñera la cresta, seguro que te encantará. -
Miro a Johnson, que está detrás de él, asintiendo como un loco y con una sonrisa de oreja a oreja.
- Dime híbrido, ¿qué color le pondrías?. -
Él mira a su alrededor, coge una chaqueta de color naranja butano y me la enseña. Veo la cara de Steven al ver el color y juraría que lo mira con cara de pánico.
- Bonito color, sí. -
Miento, pero tengo que admitir que ver a Steven muerto de miedo por un niño con una chaqueta en la mano me da ganas de reírme a carcajadas.
Johnson lo mira con carita de pena para conseguir su propósito y Steven se rasca la nuca nervioso sin saber como salir de ésta.
- ¿Tú qué opinas? -
De repente la canción termina y rápidamente busco otra canción en el ordenador, me gusta compartir música con él.
- ¿Te gusta el rap? -
Al ver su cara ya me lo dice todo, creo que no es de su estilo.
- Vale, veo que no te gusta… Sólo escucharemos ésta entonces, es una de mis preferidas. -
Steven
Escucho atentamente la canción y sonrío de lado cuando la mirada de Daimhin se entrelaza con la mía dulcemente, ella la desvía con rapidez y me entran unas ganas locas de abrazarla y no soltarla nunca.
- He de reconocer que el rap no me gusta mucho, pero Eminem es muy bueno y esta canción me encanta. -
En realidad me encanta más porque me la ha pasado ella, pero es cierto que el estilo y las letras de Eminem son inmejorables. Johnson arruga la nariz porque no le gusta la canción, le doy toquecitos en su naricita y emito una risotada lobuna.
- Creo que al pequeño le da un poco de miedo Eminem... Es irónico, porque da mucho más miedo su padrino. -
Daimhin arquea las cejas sin comprender, yo no tardo en explicárselo.
- Su padrino es Ardan de las Highlands, el Laird. Es un gigante en toda regla, el guerrero más temido y poderoso que he conocido nunca. -
Daimhin se da cuenta del respeto y la admiración que transmite mi voz al hablar del Laird, dice que le gustaría conocerlo algún día.
- Algún día princesa... Espero que algún día podamos conocernos todos en persona, ahora mismo es el sueño de mi vida. -
Otro silencio incómodo... Al parecer la música es nuestro principal recurso para no ponernos nerviosos, le paso una canción de Leona Lewis.
- Tanto hombre, tanto hombre... Vosotras también hacéis buena música, de hecho sois las musas de todos los cantantes habidos y por haber. Collide para ti nena... -
Daimhin
Lo miro fijamente mientras busca la canción en su ordenador y la verdad es que su manera de hablar y su forma de ser indican que quizás pueda parecer una persona chula, pero en realidad cuando lo conoces te das cuentas de que efectivamente es una persona chula. Para nada es arrogante y siempre se preocupa en hacer sentir cómodos a los demás, me gustaría poder explicarle por qué yo no me siento cómoda... Decirle que no es por él en particular; que al contrario, con él me siento muy cómoda y me gusta hablar con él. Es el primer amigo que tengo si puedo llamarlo así, a lo mejor él no quiere ser mi amigo.
Escucho la canción en silencio mientras Steven se levanta a por un yogur para Johnson, escucho como le dice que como siga así va a terminar con las reservas de Danone y me aguanto una carcajada. La verdad es que no sé de donde saca esas frases pero son muy ingeniosas. Johnson se sienta en una silla detrás de Steven mientras se come el yogur y Steven se sienta otra vez detrás del ordenador con su eterna sonrisa, miro por detrás de él y observo al pequeño.
- Me alegro que coma tan bien, así se recuperará pronto. Además, que se le ve muy feliz y muy contento... se nota que se siente muy bien con vosotros. -
Steven gira un poco la cabeza para mirar al niño, él alza la vista y nos mira con una enorme sonrisa y nosotros soltamos una carcajada al ver como tiene los morros todos llenos de yogur. El pequeño saca la lengua y se lame encogiéndose de hombros. Steven vuelve a girarse para mirarme y me pregunta si le gusta su canción.
- Me encanta la verdad, estaba buscando una de Justin Bieber para ponerte ahora mismo... -
Antes de terminar la frase lo veo mirándome con ojos de súplica mientras me pide que por favor no lo torture de esa manera, que hará lo que sea pero que eso no lo soportaría. Me echo a reír y lo miro.
- Yo también sé hacer bromas. -
Le saco la lengua y veo como respira tranquilamente más aliviado.
- ¿Y Miley Cyrus? -
Al verme tan seria parpadea varias veces y con voz titubeante me pregunta si es otra broma.
- En realidad te iba a poner una de Hanna Montana que me encanta desde que mis hermanas me enseñaron la serie, estoy muy enganchada. -
Me aguanto la risa todo lo que puedo al ver su cara de terror.
Steven
Definitivamente esta chica es especial, le rodea un aura mágica y celestial y cada vez que escucho su voz no puedo evitar sentirme como si estuviera flotando en una nube de algodón de azúcar... ¡Pero qué digo! Menos mal que nadie escucha mis pensamientos, si lo hicieran se descojonarían vivos de mí.
- ¿Hanna Montana? Eh... bueno... esa chica con voz de pito que tiene dos vidas, ¿no? -
Por supuesto que sé quien es, detesto a los productos surgidos en Disney Channel. Me parecen demasiado comerciales y cursis, Hanna Montana se lleva la palma.
- Diles a tus hermanas que se vicien a otra serie porque la Montana esa está pasada de moda, la más mona de la serie es la amiga... ¿Cómo se llamaba?... ¡Lily! Ahora que te miro bien, te das un airecillo a ella eh... Aunque tú eres mucho más guapa. -
Daimhin se parte de risa y me dice que sus hermanas también se lo dicen, así que se lo va a terminan creyendo a este paso.
- A Johnson le gusta Bob Esponja, a mí no me gustaba pero he terminado viciado por su culpa. -
Johnson se pone muy contento al escuchar el nombre de Bob Esponja, termina el yogur y me suplica con la mirada que le haga ese baile tan gracioso que me he inventado para la canción de la serie.
- ¿Estás de coña? ¿Tú quieres que mande mi reputación a tomar vientos delante de Daimhin? -
Johnson junta las palmas de sus manitas y se pone de rodillas vocalizando la palabra porfi un montón de veces. Entorno los ojos y finalmente acepto, miro a Daimhin con una media sonrisa y me paso la mano por la cresta.
- Vas a presenciar un momento único e irrepetible en la historia de la humanidad, atenta porque Bob Esponja a mi lado es un aficionado bailando. ¡Que comience el espectáculo! -
Me levanto colocándome un poco más alejado de la pantalla para que se me vea bien bailando, Johnson se ríe y se coloca a mi lado para acompañarme con los pasos. Tomo aire y comienzo a cantar a todo trapo la canción de Bob Esponja mientras comienzo a bailar como un payasete. Hago el baile del Running Man acompañado de otros pasos a cada cual más tronchantes, todo al ritmo de la canción.
- ¿Quién vive en la piña debajo del mar? ¡Bob Esponja! Su cuerpo amarillo absorbe sin más. ¡Bob Esponja! El mejor amigo que puedas tener. ¡Bob Esponja! Y como los peces él puede flotar. ¡Bob Esponja! -
Johnson imita todos mis movimientos sin parar de reír, repetimos toda la canción bailando esta vez la Macarena... un baile español muy famoso que me tiene loco. Daimhin está llorando y todo de la risa, adoro hacerla reír. Cuando llega la parte de Bob Esponja, Bob Esponja, Bob Esponja, ¡¡Bob Esponja ya llegó!! el híbrido y yo nos ponemos a mover el culito de una forma muy graciosa y terminamos haciendo una reverencia cuando finaliza la canción. Daimhin aplaude y nosotros nos sonrojamos.
Daimhin
No puedo evitar levantarme de la silla y empezar a aplaudir como una loca después del espectáculo que me acaban de ofrecer, desde luego estos dos chicos están haciendo que pase una tarde inolvidable y cuando antes estaba deseando que alguien entrara por la puerta ahora creo que echaría a quien entrara por la puerta para poder pasar más rato con ellos.
Miro a Johnson que realmente se le ve feliz de estar con Steven, creo que no se separaría de él ni aunque lo obligaran. Son como dos niños pequeños y la verdad es que de alguna manera los envidio, yo no tengo amigos y echo de menos hacer ese tipo de cosas, cosas de amigos.
- Creo que delante de mí tengo a dos futuras grandes estrellas del baile y del cante. -
Johnson se abraza a la pierna de Steven de manera cariñosa y él le pasa la mano por la cabeza mientras le dice con su tono habitual "vamos Terrible, no te me pongas sentimental ahora que un macho en un macho". Johnson niega con la cabeza poniendo cara seria y de repente vemos como se agarra la entrepierna y sale corriendo como una bala por la puerta mientras Steven le grita que siempre hace lo mismo, que espera al último segundo y yo me sigo riendo al ver como el híbrido salió disparado. Steven se sienta de nuevo frente al ordenador mientras niega con la cabeza.
- Hay que ver lo rápido que es el Terrible, se ve que la canción da ganas de ir al baño por lo visto. -
Steven se sienta hacia atrás con las manos en la nuca y me mira con una sonrisilla en la cara, frunzo el ceño.
- ¿Qué pasa? -
De repente su sonrisa se ensancha y me dice con toda la tranquilidad del mundo que ahora me toca actuar a mí, no espero ni cinco segundos para contestarle.
- Ni hablar y no se hable más. -
Steven me pone cara de pena y murmura por lo bajo que es una lástima porque Johnson se va a poner muy triste cuando lo sepa, sabiendo perfectamente que yo le escucho.
- No lo uses a él para convencerme, además él ni está... Aquí la idea es toda tuya. –
Steven
Sigo poniendo cara de pena, formando pucheros con mis labios y poniendo unos ojitos irresistibles.
- No lo uso, simplemente ambos queremos verte actuar. Tienes pinta de ser una estrella, nuestro instinto jamás falla. -
Junto las palmas de las manos y suplico como hizo antes Johnson con lo del baile de Bob Esponja, Daimhin no parece muy convencida porque tuerce la boca.
- Aunque sea una canción de Hanna Montana, lo soportaré... digo, lo soportaremos. -
Se escucha la cadena del water y unos pasitos trotantes que se acercan a toda prisa. Johnson regresa del baño y se sienta en su silla, lo miro divertido y señalo a Daimhin.
- Terrible, ¿a que a ti también te gustaría ver actuar a Daimhin? Cantando, bailando... Si es un sí aplaude. -
A Johnson se le ilumina la mirada y aplaude todo feliz. Daimhin entorna los ojos y suspira.
- ¿Ves? El niño te da su bendición, no nos puedes defraudar princesa. –
Daimhin
Miro a Johnson que no deja de asentir contento para que cante y vocaliza con los labios un "vamos Daimhin", Steven levanta las manos y dice que el pueblo ha hablado y que me toca actuar. Steven levanta las manos de nuevo y me dice que no puedo decepcionar a Johnson... Me acerco a la pantalla y le indico a Steven que se acerque, él lo hace son rechistar.
- Eso no vale Steven, eres un tramposo. -
Él mira a su alrededor con cara de inocente y me pregunta qué es lo que no vale. Johnson se tapa la boca para no reírse, está aprendiendo todas las artimañas de Steven... Pero la verdad es que no puedo evitar que me parezca tierno, por ese niño soy capaz de hacer el ridículo todo lo que haga falta.
- Muy bien, si accedo a bailar quiero una recompensa por ello. Quiero un beso de ese pequeño que está ahí sentado y tiene cara de diablillo. -
Johnson baja la mirada y con una sonrisita en los labios asiente, veo de reojo como Steven levanta una ceja y me pregunta si él me puede dar uno... Me encojo de hombros mientras me levanto para bailar.
- Depende de lo que me des a cambio. -
Busco la canción en el ordenador, le doy al play y empiezo a bailar como puedo. La verdad es que no me sé muy bien el baile y me hago un lío con algunos pasos... por no decir con todos, la mayoría me los invento.
- Vaya, cuando veo a mis piuthars la verdad es que esto parece más fácil. -
Me hago un lío con los pies y de repente pierdo el equilibrio, empiezo a tambalearme hasta que no aguanto más y me pega la risa provocando que pierda el equilibrio definitivamente cayendo al suelo y dándome de bruces.
- ¡¡AAAUUUUU!! –
Steven
Al ver caerse a Daimhin un instinto protector sale disparado de mi pecho y provoca que me levante de un salto y ponga las manos en la pantalla como intentando cogerla. Johnson agranda sus ojazos azules y forma una O con sus labios, Daimhin se ríe y nos dice que está perfectamente.
- ¿Cómo se te ocurre bailar esa danza surgida de las fauces del infierno? ¡Es imposible! Que si pop it lock it, que si hip hop hip, zig zag zug... ¡¡¡¡Pero eso qué es!!!! Que lío, yo me hubiera caído nada más empezar el baile... -
Intento animarla para que no sienta que ha sido un momento embarazoso, que a mi parecer no lo ha sido para nada. Johnson y yo aplaudimos como locos y la vitoreamos, ella se sonroja y vuelve a sentarse en la silla.
- Como lo has hecho divinamente princesa, recibirás tu recompensa deseada... Un besito de ni más ni menos que... ¡Johnson el Terrible! -
El nene pone morritos y los acerca a la pantalla del ordenador, Daimhin suelta una risilla y junta sus morritos sobre su pantalla como si se estuvieran dando un besito. La verdad es que me muero de la envidia, yo también quiero mi besito. Aunque con Daimhin... me encantaría un besito de verdad, ahora mismo es el sueño de mi vida.
- Bueno, bueno... Que os estáis poniendo las botas, ahora me toca a mí... ¿No? -
Johnson se despega rápidamente de la pantalla y asiente, tiene los mofletitos rosas y una carita de felicidad increíble. Daimhin no parece muy convencida... pero yo soy muy convincente.
- Venga princesa... ¡Me lo he ganado! Y yo beso mucho mejor que el Terrible. -
Johnson me hace una pedorreta con la lengua y Daimhin se ríe a carcajadas, pero finalmente se rinde y acepta. Ponemos morritos y nos acercamos lentamente a nuestras respectivas pantallas. Cuando siento la textura del plasma de la pantalla en mis labios, cierro los ojos y me dejo llevar por este esperado momento.
Daimhin
Me acerco a la pantalla muy despacio y la verdad es que el beso de Johnson fue un beso sin más, pero de repente me noto nerviosa y acercándome a la pantalla sintiendo un malestar en el estómago que no logro entender... Así que rápidamente me acerco a la pantalla, le dejo un beso rápido y me alejo como una bala notando calor en mis mejillas y mirando tímidamente a mi alrededor.
Espero unos segundos, pero como nadie dice nada decido mirar a la pantalla y veo que Steven sigue con los labios pegados a ella y que Johnson lo mira desde atrás como si estuviera loco. Los dos nos miramos y nos encogemos de hombros sin entender lo que pasa, pero él sigue ahí con los morros pegados como si fuera un fondo de pantalla. De repente oigo que la puerta se abre detrás de mí y aparece mí brathair con una bolsa roja que dice que es para mí.
- Hola. -
Le sonrío y él imita mi gesto hasta que mira la pantalla y luego me mira a mí, me pregunta quién es el besugo ese que está pegado a la pantalla. Me muerdo el labio aguantándome la risa cuando veo que Steven abre los ojos y se echa hacia atrás con cara de enfado mirando a Carrick.
- Carrick, te presento a Steven y el pequeño que esta detrás es Johnson. -
Carrick los saluda a los dos, a Johnson más cariñosamente todo hay que decirlo. Se acerca a mí y me da un beso mientras me pregunta si todo está bien o quiere que me releve delante del ordenador, niego con la cabeza.
- Todo está perfectamente, puedes irte... Nos vemos esta noche, no te olvides. -
Él niega con la cabeza y se despide de los chicos levantando la mano y diciéndoles un hasta pronto, Johnson lo despide entusiasmado y Steven hace un seco movimiento de cabeza sin apenas mirarlo. Mi brathair sale por la puerta y yo cojo la bolsa en la que busco los ricos bocadillos que me hace mi allaidh para la merienda, saco un zumo de manzana y me froto las manos mientras miro la pantalla con una sonrisa.
- Mmmmmm hora de la merienda. –
Steven
Sigo con la mirada al chico que se va, frunzo el ceño y carraspeo. ¿Quién será? ¿Por qué se toma tantas confianzas con Daimhin? Siento un molesto pinchazo en el estómago... ¿Celos? ¿Yo, celoso? Es la primera vez que me pasa, miro de reojo a Johnson y él niega con la cabeza.
- Que aproveche preciosa. Oye... ¿Quién era ese chico que se acaba de ir? ¿Un amiguito tuyo? ¿Un novio... tal vez? -
Johnson se lleva las manos a la cabeza como diciendo "la has cagado amigo". Niega con la cabeza de nuevo y señala a Daimhin con su dedito, la miro y me fijo en que le ha cambiado la expresión de la cara. Ya no está alegre y risueña, creo que se ha enfadado por mi comentario.
- ¿He dicho algo malo? -
Ella tuerce la boca e intenta apagar su ordenador, yo reacciono rápido e intento impedirlo.
- ¡¡No, no!! Por favor, no lo apagues... Lo siento mucho... -
Daimhin nos explica que era su hermano, Carrick. Claro... su hermano mayor, el único hijo varón de Gwyn y Beatha. ¿Cómo he podido ser tan estúpido de pedirle explicaciones y de una forma tan poco apropiada? Ella sigue merendando y se le ha formado una arruguita en el entrecejo, creo que sigue enfadada.
- Te pido disculpas de nuevo princesa, no sabía que era tu hermano... –
Daimhin
Niego con la cabeza mientras le saco el papel film a unos de los sándwiches que trajo mi brathair, le echo un poco de salsa que hace mi mamaidh y que se ocupó de mandarme en un tarro. Vuelvo a taparlo y miro la pantalla mientras lo espachurro un poco.
- No me tienes que pedir disculpas Steven, es sólo que el tonito que empleaste no me gustó... Eso es todo, pero por mi parte está todo olvidado. -
Steven me sonríe y asiente mientras el pequeño se acerca a la pantalla cuando empiezo a comer el sándwich, él se relame los labios y cuando Steven lo ve pone los ojos en blanco mientras dice que en su vida ha visto cosa igual... que como siga comiendo así le tendrán que hacer un acceso especial para que entre en los sitios. Johnson se ríe y tiene una risa tan contagiosa que hace que me ría y casi me atragante, empiezo a toser y bebo un poco para calmarme.
- De verdad Steven, tienes una ideas que no sé de donde las sacas. -
Johnson mira los sándwiches con carita de pena y Steven le dice que puede bajar, que seguro que hay alguien en la cocina que le hará lo que pida. El pequeño sale como una bala por la puerta y Steven me dice que es el consentido de la casa, sonrío.
- Bueno, es normal. Además de pasar... ciertas cosas no está nada mal que te consientan la verdad, se... nos lo merecemos. Nos hemos perdido mucho. -
Me pongo seria y le doy un buen bocado al sándwich pensando en muchas cosas y en como nos tratan, no queremos tratos especiales que nos recuerden cada segundo lo que vivimos pero también nos hemos dejado muchos mimos en el camino y nos gusta que de vez en cuando nos los den como a todo el mundo.
- Hablando de novias... -
Intento cambiar de tema, no quiero que nadie se sienta incómodo.
- ¿No tienes a... alguien? –
Steven
Por supuesto que quieren mimos... Es completamente lógico después de lo que han vivido estas criaturas, cuanto más lo pienso más me cabreo. Es doloroso imaginar lo que han sufrido a tan tierna edad, esos cabrones van a pagar de la peor forma posible, eso lo juro por Odín.
Me sorprendo ante su pregunta, apoyo los codos en la mesa y los puños en las mejillas para mirarla desde más cerca.
- Pues no... Si te soy sincero creo que mi futura kone tardaré en aparecer, o puede que haya aparecido ya pero aún no sepa que es mía... El caso es que ahora estoy soltero, dedicado en cuerpo y alma a nuestra misión. -
Daimhin se sonroja y sigue devorando los sándwiches, ay... quien fuera sándwich. Supongo que ella no habrá tenido hombres en su vida, sé que suena un poco descabellado pero esa idea me... excita. Steven, por los dioses... calma tus instintos con ella...
- Regresando al tema de los mimos, yo lo comprendo perfectamente. Además, eres la princesa de los vanirios y te mereces todos los mimos y caprichos del mundo. Y el Terrible también... –
Daimhin
Me río cuando me llama princesa de los vanirios, no sé de dónde saca esas ideas ni quién se piensa que soy... Pero desde luego soy de todo menos una princesa.
- No soy princesa y lo sabes Steven, pero lo de los mimos no te lo discuto. -
Termino de comer el sándwich y miro tímida hacia la pantalla donde Steven me mira con una de sus típicas sonrisas, de esas que me ponen nerviosa. Espero que su kone sea buena con él, se lo merece. Pero bueno, hace bien... Nada de chicas, que se centre en la misión que es lo más importante ahora mismo. Si eso ya para más adelante... mucho más adelante.
- Ahora lo importante es luchar, prepararse y permanecer todos unidos. Lo demás es todo secundario, no lo olvides. -
No lo olvides eh.
- De vez en cuando hay que pasárselo bien, pero hay mil maneras a parte de... esas. -
Carraspeo, no sé por qué me da por explicarle esto ahora la verdad... Me encojo de hombros y le doy el último sorbo. De repente, Johnson entra nuevamente en la sala con un enorme plato de espaguetis con tomate en la mano y dos enormes magdalenas de chocolate, una en cada bolsillo. Suelto una carcajada al verlo.
- Johnson es un pistolero con magdalenas. –
Steven
Me cuesta unos segundos más de la cuenta reaccionar cuando Johnson entra, porque me siento tan a gusto hablando con Daimhin que el tiempo se congela y todo lo demás a mi alrededor se paraliza... Sonrío ante el comentario del pistolero, miro al pequeño y levanto las manos como si pidiera piedad.
- Oh... El Terrible viene armado... ¡¡Huyamos!! -
Johnson se carcajea como si fuera el cowboy malvado de la película y saca las magdalenas de los bolsillos, les quita los plastiquitos y me los lanza como si fueran armas de destrucción masiva. Yo me llevo las manos a la cabeza y salto de la silla para esconderme debajo de la mesa, no calculo bien y me doy un coscorrón en la frente.
- Me cago en la put... piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. -
Daimhin da golpecitos en la pantalla para avisar de que Johnson y ella siguen estando, porque parece como si se me hubiera olvidado a juzgar por mi lenguaje soez. Me froto la frente, me siento de nuevo en la silla y junto las palmas de mis manos para disculparme.
- Lo siento mucho, a partir de ahora como se me vuelve a escapar una palabrota... me arrancaré un pelito de la cresta, ¿estáis de acuerdo? -
Ambos asienten y Johnson levanta dos deditos, como diciendo que he dicho una palabrota y media...
- Pero el castigo será a partir de ahora, mis descuidos de hace unos segundos no cuentan... -
Él se cruza de brazos y asiente con la cabeza, suspiro y me arranco de la cresta un pelo entero y un cachito de otro.
- Ala... ¿Contentos? -
Ellos se ríen y afirman con la cabeza, cojo un spaghetti y me lo meto en la boca. Lo absorbo rápidamente y gotitas de tomate saltan por mi cara.
Daimhin
Johnson pone los ojos en blanco y le tiende una servilleta para que se limpie, la verdad es que no sé quién es más niño de los dos. Entorno los ojos cuando al terminar de limpiarse tira la servilleta a la papelera intentando encestarla, pero cae al suelo y ni siquiera se molesta en tirarla a la papelera. Madre mía...
- Steven... -
Carraspeo mirando la servilleta, al principio no se da cuenta pero después se rasca la cresta y se levanta para recogerla y tirarla a la basura. Que desastre de chico...
Johnson termina de comerse el plato de espaguetis y al terminar se rasca la barriga con una sonrisa en el rostro y tomate hasta en la cabeza. De repente oigo unos golpes en la puerta, me giro para ver quién es.
- Adelante. -
Daanna entra por la puerta y al verla enseguida voy hacia ella para abrazarla, la Elegida me corresponde al abrazo y me pregunta qué tal estoy.
- Muy bien, estoy hablando con el pequeño híbrido y su cuidador. Ven que te los presento. -
Tiro de ella para llevarla hacia la pantalla del ordenador, pero me para y me dice que ahora no tiene nada de tiempo. Al parecer Menw la está esperando y mi allaidh también me está esperando abajo a mí. Asiento y ella sale por la puerta rápidamente lanzándome un beso.
Me doy la vuelta y voy hacia la pantalla, veo que Steven está mirando unos papeles. Me dice que ya escuchó y que sabe que me tengo que ir, lo noto raro pero no sé por qué.
- Si, mi allaidh me está esperando abajo y como no me dé prisa me espera una buena. -
Johnson me lanza besos y me dice adiós con la manita, yo le lanzo un beso y luego miro a Steven.
- Me suelo conectar por las noches antes de dormir. -
Carraspeo rascándome la cabeza.
- Así que si quieres... -
Antes de que termine la frase Steven me dice que nos vemos dentro de un rato, que él también se conectará... y de repente lo veo mucho más sonriente. A este chico no hay quien lo entienda desde luego, asiento.
- Muy bien, pues hasta entonces... -
Les digo adiós con la mano y les lanzo un beso mientras apago el ordenador y recojo todo lo que desordené. Me cuelgo el bolso al hombro y salgo con una sonrisa y una agradable sensación en el corazón, una sensación de que tal vez esta tarde haya hecho dos amigos... dos grandes amigos.
-----------------FIN DE ESCENA---------------
Que chula ha quedado, me lo he pasado genial haciéndola junto a mi princesa de los vanirios *-*
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