miércoles, 14 de marzo de 2012

Días de Amor II




BRAIAN:
Entro sujetando la mano de mi chica que esta noche está verdaderamente preciosa, me he quedado helado cuando la he visto vestida así; si es que es una preciosidad, mientras espero a que nos den la mesa le ayudo quitando la chaqueta, en ese momento tengo que aguantarme al ver como desde la barra dos chicos la miran comiéndola con los ojos.
Coloco mi brazo a su cintura y beso su cuello mientras nos dirigimos a la mesa con el camarero por delante, se la ve radiante de felicidad, no para de sonreír y eso me encanta, porque hace que cada día de más luz a mi alma, cuando nos vamos a sentar el camarero va a apartar la silla pero le aparto y lo hago aprovechando que le doy un beso.

KENDRA:
Me siento cómodamente en la silla, Braian se sienta a mi lado y mientras el camarero nos deja la carta en la mesa no dejamos de hacernos carantoñas y de susurrarnos cosas al oído, miro a mi alrededor y suspiro de felicidad.

- Antes odiaba San Valentín pero ahora... -

Apoyo mi codo en la mesa y la cabeza en mi mano mirándolo embelesada mientras entrelazamos nuestras manos.

- Ahora me gusta celebrarlo contigo, con mi caraid, pero no sólo hoy, para mi todos los días son San Valentín. -

Llevo su mano a mi mejilla y pongo mi mano encima de la suya, nos quedamos mirando largo rato, froto mi mejilla contra su mano y suspirando cojo la carta entre mis manos, la miro durante un buen rato sin saber muy bien qué pedir.

- Mmmmm tomaré la musaka vegetariana, no puedo comer mucho que después de cenar... -

Una pequeña risilla traviesa sale de mi pecho y lo miro de reojo mordiéndome el labio.

BRAIAN:
Beso sus labios y miro la lista pero no tengo mucha hambre, tengo algo que darle y sólo tengo ganas de llegar al postre, aunque el único postre que me apetece es ella debajo mío, gimiendo, jadeando.... miro de nuevo pero cierro seguido.

- Comeré lo mismo, no es que tenga mucha hambre. -

Le pido el vino que siempre nos gustó y mientras esperamos no puedo parar de mirarla, de verle esa luz que tiene en los ojos que adoro tanto y me encanta, alcanzo uno de sus mechones y lo olisqueo llenándome de su aroma tan delicioso, beso su mano .

- Yo también me alegro de celebrarlo, nunca he pensado en que podría llegar hasta este punto, estar feliz con un preciosa Caraid, en Londres cenando en un restaurante precioso, aunque la vista que tengo delante es mejor que otras. -

Alzo una ceja y miro su escote divertido.

KENDRA:
Pongo mi mano en mi escote para taparle las vistas, me muerdo el labio y pongo cara de ofendida, aunque Braian sabe muy bien que me encanta que me mire así.

- No me mires el escote Braian, ya sabes que cuando me miras así no respondo de mis actos así que tú verás lo que haces, después no te lamentes. -

Braian se acerca a mí con una sonrisa y me dice que a mi lado nunca podría lamentarse, suspiro e intento relajarme, toda esta noche hace que me ponga nerviosa, quiero que sea perfecta, necesito que Braian poco a poco vuelva a confiar en mí y esta noche quiero que él vea que su caraid es sólo para él.
Mientras nos miramos embobados el camarero trae unos entrantes para que la espera se nos haga más amena.

- Mmmmmm muchas gracias tienen una pinta deliciosa. -

James asiente con una sonrisa y se va, nos encanta este restaurante y de venir tantas veces al final ya conocemos a la mayoría del personal. Cojo un pequeño pastel de verduras entre mis manos y se lo acerco a los labios de Braian.

- ¿Tienes hambre mo caraid?. -

BRAIAN:
Miro a sus ojos "si supieras hambre de qué tengo..." me relamo los labios y meto el tentempié en mi boca hasta sus dedos. Los lamo y gruño al sentir el sabor tan delicioso mezclado con la comida, ella ríe nerviosa y se sonroja, le guiño un ojo.
James pasa por nuestro lado haciendo una sonrisa tonta a mi Caraid, entrecierro los ojos y gruño haciendo que se me ponga el humor agrio, a qué viene éste en estos momentos a molestar, Kendra me habla pero yo sólo miro al niñato que se ríe, solamente tengo ganas de levantarme y darle un par de puñetazos para que no mire a Kendra, sus manos sujetan mi mentón para que le mire.

- Lo siento, pero es que pone de mala leche la gente así. -

KENDRA:
- Esta noche no quiero que mires a nadie más que a mí mo Braian, que para eso me pasé una tarde entera eligiendo el vestido y otra tarde arreglándome para ti, quiero que tus ojos estén puestos sólo en mi cuerpo. -

Acerco mis labios a los suyos y le doy un beso para captar su atención, me separo de él con una sonrisa y le pongo carita de pena.

- Yo también tengo hambre. -

Con una sonrisa Braian coge un entrante entre sus dedos y sin quitar sus ojos de mis labios me lo acerca, en el momento en que lo voy a morder él aparta el entrante y así dos veces más, levanto una ceja y lo miro muy seriamente.

- Como no me lo des te aviso que te pienso morder los dedos. -

Mi caraid me mira con una sonrisa de oreja a oreja y me dice que adelante, que ya sé lo mucho que le gusta que lo muerda, con una mano agarro la suya y acerco mis labios a sus dedos, muy sensualmente cojo el bocado entre mis labios rozando mi lengua con sus dedos.

- Mmmmmmm. -

Me separo de él con una sonrisa y noto como de repente todo el calor del mundo se concentra en mí cuerpo.

BRAIAN:
Me aparto de ella y miro el plato sonriendo, me acerco otro aperitivo a la boca y acaricio con un dedo su mano, "es muy difícil estar lejos de ti después de ver esas caderas moverse dentro de ese vestido la verdad", ella me mira a mí y me dice lo mismo.

- Me he puesto así para poder estar de acuerdo a ti. -
Miro mi chaqueta y decido quizás dárselo ya, tengo poca paciencia con estas cosas y son tal las ganas que tengo de dárselo...

- Kendra... -

Ella me mira mientras toma un poco de vino y mientras beso su mano saco una cajita.

- Quiero que lo disfrutes amor, esta noche es tuya y de nadie más te amo. -

La beso y espero a ver lo que dice me muerdo el labio.

KENDRA:
- Pero... -

Me quedo sin habla al ver su regalo, paso las yemas de mis dedos por el collar y la pulsera sin saber que decirle, lo miro a los ojos y le doy un beso lleno de emoción.

- Es precioso Braian. -

Con mis manos cojo mi pelo en una coleta, me doy la vuelta y lo miro por encima del hombro.

- ¿Me lo pones? -

Braian saca el collar de la caja y lo pone muy suavemente sobre mi cuello, me deja un beso en el hombro, suelto mi pelo y me giro nuevamente enseñándole mi muñeca.

- Aún falta algo. -

Braian con una sonrisa me pone la pulsera y me da un beso en la muñeca, sonrío y lo miro emocionada por este momento, me muerdo el labio y acerco mi silla a él.

- Quiero que sepas que haré lo que sea para que vuelvas a confiar en mi cariño, lo que sea y lo que me pidas, te amo con todas mis fuerzas y te lo demostraré día a día. -

Paso un dedo por su mejilla y lo miro.

- Quiero que todo vuelva a ser como antes. -

BRAIAN:
Coloca sus brazos alrededor de mi cuello y me da un beso en la mejilla mientras me va diciendo cosas al oído, sonrío al verla tan entregada, verla tan maravillosa como está a mi lado, uno de los camareros se acerca a retirar los platos y aprovechamos para que nos saque la foto los dos juntos para tener un recuerdo bonito, la acerco más a mi.

- Te quiero amor. -

Nos traen el plato y empezamos a comer, cada vez que la veo como abre la boca para comer un pedazo, algo dentro de mí se enciende como una antorcha, por mí no era necesario ni cenas ni nada, sólo con tenerla a mi lado abrazada o gritando debajo mío era todo lo necesario, pero ella lo merecía, cojo la copa y ella lo hace también.

- Porque la noche no quede solo en esta cena, y juro hacerte la mujer más satisfecha que existe. -

Chocamos las copas y luego la beso, coloco mi mano en su cuello atrayéndola a mí para poder besarle sin pensar en otra cosa.

KENDRA:
Ver a Braian así tan posesivo conmigo hace que me vuelva completamente loca, pongo una mano encima de su rodilla y acaricio su muslo, veo su reacción y no puedo evitar sonreír para mis adentros. Cojo la cámara de fotos y miro la foto con una sonrisa.

- La agrandaré, la enmarcaré y la pondré en nuestra habitación. -

Comemos entre risas y carantoñas pero sobre todo siendo muy felices, mis ojos no se apartan de él, sólo pienso en llegar a casa y demostrarle durante toda la noche, "¿sabes que debajo del vestido no llevo nada?", veo como Braian se atraganta y tiene que beber para recuperarse, suelto una risilla traviesa y en ese momento llega el camarero, pone una mano sobre mi hombro y nos pregunta si todo está bien.

- Si, todo está perfecto como siempre. -

Braian se pone serio de repente y veo como sus ojos sólo enfocan la mano sobre mi hombro, me revuelvo para ver si la quita pero él no la mueve.

BRAIAN:
Sin poder evitarlo me levanto, miro al tío a los ojos.

- Mas te vale que quites esas manos de mi mujer si no quieres que te las corte... -

Me acerco a un palmo de él y le miro a los ojos con rabia, no puedo soportar que menos en este día tan especial, que un mediocre como él, se le ocurra tocar la piel de ella, el tío me mira serio pero aun no ha quitado los dedos de encima a Kendra, gruño, Kendra me coge de la mano, me dice que pare.

- Que pare él si no quiere que le enseñe a no tocar lo que no es de él. -

Cojo la mano del tío y lo aparto con brusquedad.

KENDRA:
- Cielo por favor... -

Me levanto apartando la mano del camarero y me pongo delante de Braian, pero él sigue sin hacerme caso, "mo caraid te lo ruego es sólo un humano", oigo como gruñe así que cojo su cara entre mis manos y hago que me mire, al principio se resiste pero poco a poco va fijando sus ojos en mí y cuando por fin sus ojos se clavan en los míos sonrío ampliamente.

- Hola guapo. -

Noto como se va calmando y más cuando el camarero se va y nos deja solos, rodeo su cintura con mis brazos y le doy un beso en el cuello.

- A partir de ahora sólo me tocarás tú mi amor, sólo tú. -

Me abrazo a él con más fuerza intentando calmarlo, sé que necesita tiempo para volver a confiar en mí así que haré todo lo que Braian me pida, lo único que anhelo es que todo vuelva a ser como antes, incluso mejor que antes y que podamos dejar todos estos malos recuerdos atrás.

- Oye que yo aún tengo hambre, ¿serías capaz de dejar que tú caraid pase hambre? -

Le doy un beso en su tensa mandíbula y los dos nos sentamos, no dejo de abrazarlo y darle pequeños besos por su cara.

- Mmmmmmm creo que esta noche te voy a llenar de besos por todas las partes de tú hermoso cuerpo. -

BRAIAN:
Después del numerito que he montado creo que lamento todo, ya que ella solo quiere disfrutar, y yo aquí como un bruto armándola, acaricio su mejilla y beso sus labios.

- Lo siento, me ofusqué, no quiero estropear el momento. -

Coloco el mechón que tiene suelto detrás del oído, sonrío y miro sus ojos, aún después de montar lo que hice, aquí está a mi lado, no sé que he hecho para merecerme esta preciosidad de mujer, nos traen el helado con caramelo de fresa por encima y me pongo juguetón con el caramelo en el dedo, froto sus labios y lamo antes de besarla.

- Delicioso pomelo con caramelo.... un suculento manjar ¿no crees?? -

Me relamo los labios y acerco un poco de helado a ella.

KENDRA:
Como el helado que Braian me ofrece con gran placer, comemos el uno del otro sin dejar de mirarnos a los ojos y hacernos bromas el uno al otro. Cojo un poco de helado con mi dedo y se lo restriego por la nariz, cojo rápido la cámara de fotos y le hago una foto, veo como él coge la servilleta para limpiarse.

- ¡No espera! -

Me acerco a él y le lamo la nariz con la punta de la lengua, oigo un gruñido y mentalmente me dice que no sabe lo que me espera esta noche, me relamo los labios.

- Estoy ansiosa por descubrirlo. -

Lo miro mientras come en silencio, apoyando mi barbilla en mi mano y no puedo recordar cómo era mi vida sin él, sólo de pensar que pueda pasarle algo hace que me duela el corazón. Brain come su copa y cuando termina mira la mía.

- Cómela anda lo estás deseando. -

Braian me guiña un ojo y empieza a comer la copa, aprovechando que está distraído le hago un pequeño gesto al camarero para que nos traiga la cuenta, veo de reojo como frunce el ceño.

- Cariño es sólo la cuenta, cuanto antes llegue antes nos iremos y estaremos solos. -

BRAIAN:
Termino el helado en un momento, mientras llega el camarero con la cuenta no paro de besar y mimarla, le digo cosas bonitas al oído de lo que le haré y de la maravillosa que es porque es así, no existe nada mejor que ella en esta sala en este mundo y en mi corazón, saco la tarjeta y se lo doy para que cobren todo.
Antes de que nos lo traigan de vuelto veo a Kendra algo nerviosa o mirando alguna cosa, miro a todos lados y le susurro.

- Cuando te sonrojas eres una preciosidad. -

Acaricio su pierna acercando hasta el muslo interior, ella oculta la cabeza en mi cuello y ronroneo al sentir sus labios acariciar mi carótida.

- Ese postre luego te lo daré amor. -

Ella sonríe y araña con sus colmillos.

KENDRA:
Me aparto de él dejándole un beso en el cuello, él protesta pero yo levanto un dedo y se lo pongo sobre sus labios para que no diga nada. Braian levanta las manos y sonríe levantando las manos.

- Ahora me toca a mí. -

Le hago un gesto a una de las camareras, y menos mal que elegí una chica, para que me traiga una caja, ella la trae hasta la mesa y me la tiende, se la cojo y le doy las gracias.

- Muchas gracias Grace. -

Ella me guiña un ojo y con una sonrisa dejo la caja delante de Braian, lo miro a los ojos y empiezo a hablar, las palabras me salen del corazón, cojo una de sus mano entre las mías y lo miro.

- Sé que te fallé Braian, hice algo que sé que te destrozó el corazón, pero quiero redimirme, quiero que sepas que a partir de ahora sólo me dedicaré a hacerte feliz, lo único que me importa es tú felicidad y quiero que sepas que te amo, que te amo con toda mi alma, soy tuya completamente y nunca más haré nada para dañarte porque antes me lo haría a mí misma. -

Suelto su mano y abro la caja delante de él, cojo el reloj y le enseño el reverso para que vea la inscripción en gaélico.

 Mae, mo ghràidh. (Para siempre, mi amor.)

Braian traga saliva y pasa sus nudillos por mi mejilla, sonrío. Él me tiende su muñeca y yo le pongo orgullosa el reloj y nos quedamos mirándonos durante unos segundos, de repente me levanto y le tiendo mi mano.

- Ahora quiero demostrarte en otro sitio todo lo que te amo, ¿me acompañas?. -

Braian se levanta en silencio, me pone el abrigo sobre los hombros, se pone el suyo y me agarra por la cintura y salimos del restaurante mientras caminamos hacia nuestra casa deseando llegar y poder demostrarle a Braian todo el amor que siento por él y que cada día crece más y más, soy su caraid y esta noche se lo demostraré.
FIN DE ESCENA

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